Cualquiera puede ser conejita
Hechos, no palabras. La inclusión no solamente debe proclamarse, debe representarse con ejemplos. Y tanto el fallecido Hugh Hefner como la empresa que fundó han dado cátedra de ello, ya que actualmente aún siguen siendo pioneros a favor de los derechos humanos y en la próxima edición de la revista Playboy aparecerá en la portada […]
María Alesandra PámanesHechos, no palabras. La inclusión no solamente debe proclamarse, debe representarse con ejemplos.
Y tanto el fallecido Hugh Hefner como la empresa que fundó han dado cátedra de ello, ya que actualmente aún siguen siendo pioneros a favor de los derechos humanos y en la próxima edición de la revista Playboy aparecerá en la portada Ines Rau, la primera conejita transexual.
Rau es francesa de ascendencia norteafricana, tiene 26 años y espera que su aparición en la famosa publicación se vuelva una oportunidad para que ámbitos como la moda se vuelvan más inclusivos. Además, la edición de noviembre también será un homenaje a Hefner, quien murió el 27 de septiembre a los 91 años de edad.
Rau dice que “la belleza de todas las mujeres merece ser celebrada. Nadie merece ser mujer más que esas mujeres trans que sufren de abuso rutinariamente y son tratadas como si fueran menos que nada”. Aunque Inés ya había aparecido en Playboy en 2014, ésta es la primera vez que deslumbra en la portada de la controversial y emblemática revista.
Playboy ha roto tabúes desde que se creó el 1 de octubre de 1953, sobre todo por el contenido con desnudos. Respecto a eso, Ines dice que “la desnudez no debe ser tabú. La desnudez significa mucho para mí, ya que pasé por una transición para llegar a donde quiero estar (…) la desnudez es una celebración del ser humano sin todo el exceso. No se trata de sexualidad, sino de la belleza del cuerpo humano, ya sea hombre o mujer”.
La modelo conoció a Hefner, quien personalmente la eligió para ser la primera playmate trans en una portada, y expresó que se sentía muy orgulloso de ella.
“Los mensajes de aliento que recibí han sido maravillosos, aunque aún algunos me dicen que soy fea y nunca se me debería permitir posar en Playboy”, señaló Rau a Reuters.
Y agregó que “siempre habrá trolls, pero si puedo ayudar a otros a quererse a sí mismos, entonces vale la pena”.