Cristina Pacheco, la narradora de lo cotidiano

La incansable exploradora de la vida citadina, Cristina Pacheco, dejó un legado que va más allá de sus libros y programas. Con micrófono en mano, recorrió barrios, dialogó con niños jugando al futbol, con mujeres en mercados, albañiles y marimberos. La ciudad fue su campo de batalla, en la que plasmó historias auténticas.

Caminando entre diferentes estratos sociales, forjó una relación entrañable con la ciudad y sus habitantes. No solo contaba historias; las vivía, las abrazaba.
Su partida, el 21 de diciembre dejó a México con una pérdida irreparable, pues más que una narradora, Cristina fue una visionaria que trascendió las barreras convencionales del periodismo y la literatura.

En un mundo periodístico dominado por hombres, Cristina Romo Hernández se enfrentó a las convenciones de su tiempo al marcar el inicio de una carrera que cambiaría la forma en que México veía y contaba sus propias historias.

Desde sus primeros días como cronista, no sólo abordó los temas tabú de la sociedad, sino que también desafió las estructuras de poder en un ámbito dominado por hombres. Su valentía y determinación abrieron camino para las generaciones futuras de mujeres periodistas, demostrando que la voz de una mujer no solo era necesaria, sino esencial para la comprensión completa de la vida mexicana.

Su programa “Aquí nos tocó vivir” demostró que las entrevistas pueden ser un viaje a las riquezas y complejidades de las vidas cotidianas en México. Con empatía y perspicacia características, abrió ventanas a las vidas de personas de todos los estratos sociales, dando voz a aquellos cuyas historias a menudo quedan en la sombra.

Cristina, cuya pluma y voz tejieron las historias más íntimas y conmovedoras de México, falleció ayer. Su legado, profundo y arraigado en la esencia misma de la cultura mexicana, deja una huella que abarca décadas de dedicación a la narrativa y la exploración de la condición humana.

La reacción del medio literario y periodístico

Laura Emilia Pacheco confirmó la lamentable noticia, expresando: “Participamos el fallecimiento de nuestra adorada madre Cristina Pacheco“.

Posteriormente la comunidad cultural reaccionó ante el deceso, como la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, al expresar: “Cristina querida, contigo nos tocó vivir y descubrir profundos universos desde la dignidad que tú describías en ellos”.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Lucina Jiménez, agradeció su compromiso por mostrar con dignidad el México que nadie más había revelado.

“Por sus palabras, crónicas y entrevistas donde acudimos puntuales a leerla, a verla, porque su manera de hacer periodismo y literatura fue única. Abrazos a Laura Emilia y a Cecilia, sus hijas, a sus colegas y seres queridos. Ya está contando un mar de maravillosas historias con el gran José Emilio. La vamos a recordar y a reconocer siempre. QEPD”, indicó en sus redes sociales.

Escritoras como Rosa Beltrán y Alma Delia Murillo expresaron en sus redes sociales su sentir ante la muerte de Cristina, indicando que dejó su sonrisa y talento a la comunidad. “Aquí nos tocará vivir, sin ella”, escribió Murillo.

La comunidad artística también reacción ante la pérdida, como la cantante Lila Downs, el tenor Fernando de la Mora, la pianista María Hanneman, el grupo Panteón Rococó y Amandititita, quienes, además, compartieron imágenes y videos de cuando la periodista los recibió en su programa Conversando con Cristina Pacheco.

Nacida en 1941 en San Felipe, Guanajuato, Cristina Pacheco no solo fue una escritora magistral, sino también una apasionada cronista que se sumergió en los corazones de las personas comunes para extraer las joyas escondidas en sus relatos.

Su obra narrativa

• Para vivir aquí (1983)
• Sopita de fideo (1984)
• La última noche del tigre (1987)
• Amores y desamores (1996)
• Los trabajos perdidos (1998)
• Limpios de todo amor (2002)
• El oro del desierto (2005)
• Humo en tus ojos (2010)
• El eterno viajero (2017)