La autora estudió en la Escuela Superior de Música del INBA y en el Conservatorio de Música de Montreal, Canadá. Foto: Especial

Cristina García Islas, la compositora que lleva los 13 cielos mexicas a la música clásica

La autora mexicana, que estrena este sábado con la OFCM una partitura inspirada en la cosmogonía mesoamericana, habla de la presencia de las mujeres en esta disciplina artística y de la música latinoamericana en el mundo

“A las mujeres nos ven más en carreras de diseño, psicología. En la historia siempre nos enseñan de hombres compositores que hasta los hacen leyenda, pero nunca se imaginan que una mujer pueda serlo”.

Cristina García Islas (1983) decidió ir en contra de ese precepto desde niña, pues desde entonces sabía que quería dedicarse a la composición musical. Comenzó a tomar clases de música a los 6 años, más tarde estudió en la Escuela Superior de Música del INBA y culminó su formación en el Conservatorio de Música de Montreal, Canadá.

Mientras cursaba sus estudios en aquel país, en toda su generación había apenas dos mujeres. Y aunque ve que el panorama en la composición de música clásica ha ido cambiando, asegura que el rezago de las mujeres en esta disciplina se sigue notando:

“Es bastante impresionante ver que seamos tan pocas mujeres. Como jurado lo he visto, cuando recibimos partituras de música clásica contemporánea para becas en el FONCA. Es una cosa alarmante las pocas mujeres que llegan, más o menos de 130 partituras solo 10 son de mujeres, ni siquiera al 10 por ciento llegamos, de esas algunas se descartan porque  se equivocan de categoría, por ejemplo,  y de esas poquitas que quedan, que puede ser de hombre o mujer, se eligen las de mejor calidad y todo resulta en una cosa catastrófica porque, al final, vemos que hay una sola mujer y 30 hombres”, comenta en entrevista con Reporte Índigo la compositora.

Por eso, celebra que en México, agrupaciones como la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) integre  en su programación obras de mujeres compositoras contemporáneas, no sólo con el afán de cubrir una cuota, sino de incluirlas por la calidad de las piezas musicales que presentan.

“Con la Orquesta se nota bastante este cambio y esta intención de la integración, dándole el respeto a las  obras”, destaca la  también profesora de música en la UNAM, quien este sábado 1 de junio estrenará a nivel mundial su Concierto para guitarra y orquesta con la agrupación capitalina.

La gala, que tendrá lugar a las 18 horas en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, tendrá al inglés Stephen Ellery como director huésped y al guitarrista Pablo Gómez como solista.

Odas a la cosmovisión mexica

Concierto para guitarra y orquesta marca el cierre de un ciclo de obras que Cristina García Islas empezó a componer en 2019 inspirándose en el concepto de los 13 cielos del supramundo de la cosmogonía mexica, un tema que ha estado presente en sus composiciones e investigaciones académicas.

“Siempre me ha interesado este tema. Me fui muchos años de México y empecé a desarrollar una necesidad, entre la melancolía de nuestras culturas tan ricas y entre que siempre me ha gustado la dualidad, que se retoma mucho en la cosmogonía prehispánica, luz y la oscuridad; la muerte y la vida; la tormenta y la paz. En algún momento todo eso está en un plano en donde no solo luchan, sino que se integran . Eso siempre me ha atraído de nuestras culturas antiguas y busco reflejarlo en la música”, comparte.

Por eso, en sus obras hay momentos en que la orquestación puede sonar muy oscura y pasar, de pronto, a algo más luminoso.

Como parte de esa experimentación musical en torno a la cosmogonía prehispánica ha llegado a incluir en sus piezas sonoridades modernas utilizando instrumentos antiguos: “Hace unos años hice El Evangelio de Judas (2013) y metí hacia el final instrumentos prehispánicos para hacer sonoridades que reflejaban esta dualidad, una lucha entre los instrumentos que comúnmente se escuchan en una sala de conciertos con los objetos musicales de los templos sagrados antiguos”.

García Islas recuerda que su doctorado en composición por la Universidad de Montreal lo dedicó precisamente a investigar la introducción de sonoridades modernas en la orquestación utilizando objetos sonoros antiguos, como aerófonos, flautas dobles o  simples, u ocarinas.

La mayoría de ellos son de barro y funcionan de forma muy sencilla. Mucha gente los ha tomado desde el punto de vista folclórico o simbólico, pero yo busco sacarlos de ese contexto y hacer que ese sonido burdo,  simple o antiguo se integre en un ambiente armónico. Es tratar de buscar su lugar más allá de la antigüedad”, dice.

Cuestiona mirada colonialista

La autora, cuyas obras han sido interpretadas por diversas orquestas en el extranjero y ha sido invitada a impartir conferencias en destacadas instituciones como el Conservatoire du 10e Hector Berlioz (París), la Université Laval  (Québec), también habla del elitismo que todavía permea en los escenarios internacionales, donde a la música latinoamericana, a pesar de su riqueza y calidad, todavía se le llega a ver de forma colonialista.

“Todavía es muy elitista. Pocos compositores latinoamericanos tienen acceso a que su música sea tocada a nivel internacional. Tengo la fortuna de ser de esas personas que ha tenido la oportunidad, pero todavía estamos lejos de que la música latinoamericana sea tratada de forma justa. En muchos países se le trata como algo folclórico, que no tiene nada de malo, pero por qué no integrarla, así como se trata a una obra alemana o española. Sigue pasando un poco lo mismo con el tema de las mujeres, que dicen: ‘ya llegó la mexicana’, ‘ya llegó la maraca’, ‘ya llegó el mariachi’”

Es  como el hecho de ponerla para que sea incluida, en este famoso movimiento de la inclusión, que es muy bueno, pero sí hay mucho que trabajar todavía. Es decir,  que se incluya no por ser mexicana, venezolana o latinoamericana, o por ser mujer, sino por su calidad. Sé que hay gente a la que no le gusta decirlo, pero sí hay todavía una desigualdad y algunos países incluyen a los latinoamericanos con una visión un poco colonialista”, añade.

El estreno mundial

La gala de este sábado 1 de junio se complementa con la obertura de Vísperas sicilianas de Giuseppe Verdi y El mandarín milagroso de Béla Bartók.  Además, una hora antes del concierto estelar en el vestíbulo de la Sala Silvestre Revueltas se realiza el programa de Música de Cámara en el que integrantes de la Orquesta interpretan Invierno porteño y Adiós Nonino de Astor Piazzolla.

La cita es en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, en Periférico Sur 5141, colonia Isidro Fabela, Tlalpan.

Estrellas del concierto

  • Stephen Ellery, director huésped. Es un experimentado director de orquesta y ópera que recientemente ha dirigido a la London Symphony Orchestra, la Filarmónica de Cracovia y la Filarmónica de Osaka.
  • Pablo Gómez. Guitarrista. Estudió en la Facultad de Música de la UNAM y maestría y doctorado por la Universidad de California, en San Diego.Entre sus maestros más importantes sobresalen Gerardo Carrillo, Federico Bañuelos y Magnus Andersson.
  • Cristina García Islas. Doctora en Composición por el Conservatorio de Música de Montreal y la Universidad de Montreal. Su obra resalta por su exploración de instrumentos mexicanos prehispánicos
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