La Agricultura es una de las técnicas que más ha favorecido a la sociedad, tanto en materia de salud como de economía. Debido a la importancia que tiene, los cultivos que se producen de ella son sumamente cuidados por los virus que llegan a contaminarlos.
El virus del mosaico del pepino (PepMV), el cual llega a aparecer a gran escala en el cultivo de jitomates en invernaderos, así como en el de melones, calabazas y pepinos, y que provoca a nivel mundial grandes daños, ya puede ser combatido, gracias a la creación de un medicamento.
El bioquímico SvenErik Behrens de la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg en Alemania y sus colegas se propusieron racionalizar el proceso.
Luego de detectar que el Ácido Ribonucleico (ARN) que se libera cuando un virus afecta a una célula vegetal maltrata la planta, desarrollaron pruebas moleculares para identificar qué ARN sí es eficaz para combatir el mal. En experimentos de laboratorio con plantas de tabaco, demostraron que podían elegir a los ganadores y usarlos como una vacuna contra el virus del tomate.
Tras rociar las hojas con el método, al que llamaron ARNip, el 90 por ciento de las plantas se protegieron del PepMV, así lo informó el equipo de investigadores este mes en la revista Nuclear Acids Researchs.
“Este es un hallazgo realmente bueno”, dijo Anna Whitfield, una patóloga de plantas de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh que no participó en el estudio; sin embargo, aseguró que los virus son una amenaza en constante evolución para la seguridad alimentaria mundial, y que la nueva técnica podría ayudar a los agricultores a mantenerse al día con los patógenos en constante cambio.
Uno de los países que más podrían resultar perjudicados por el virus PepMV es México, ya que es el principal proveedor a nivel mundial de jitomate con una participación en el mercado internacional de 25 por ciento del valor de sus exportaciones mundiales, de acuerdo con Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Los investigadores alemanes ahora están trabajando para encontrar la forma más eficiente y rentable de administrar la vacuna a las plantas de cultivos, como un aerosol que usa nanopartículas para administrar los ARNip.