COVID-19 amenaza avance en salud

La directora de esta organización, Carissa F. Etienne, aseguró que aunque el nuevo virus ha centrado la atención de los países de América Latina y el Caribe, es importante no olvidar la prevención y los tratamientos a otras enfermedades infecciosas, como la hepatitis y el VIH
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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La pandemia por COVID-19 amenaza los planes regionales para eliminar y controlar enfermedades infecciosas como la tuberculosis, el VIH y la hepatitis, así lo advirtió la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.

Con más de 10 millones de casos del nuevo virus en las Américas, “los países no pueden retrasar la lucha contra la COVID-19, pero tampoco deben dejar que este virus los demore en completar su agenda para eliminar y controlar enfermedades infecciosas”, dijo Etienne.

De acuerdo con la OPS, el 80 por ciento de los países de América Latina y el Caribe notificaron que tienen desafíos en la administración de tratamientos contra la tuberculosis, lo cual podría convertir los casos manejables de esa enfermedad en infecciones activas.

Del mismo modo, se notificó que un tercio de los países también tiene problemas para llevar a cabo pruebas de detección de hepatitis, clave para su detección y tratamiento.

La directora de la OPS recordó que la prevención y el tratamiento de las enfermedades infecciosas es algo que los países no deben olvidar, pues junto a la OPS se comprometieron a no hacerlo.

De hecho, en octubre de 2019, los Estados Miembros de la OPS se comprometieron a eliminar más de 30 enfermedades transmisibles y condiciones relacionadas en las Américas para 2030.

Pero “el progreso para alcanzar este hito está ahora amenazado, debido a la carga de COVID-19 para los sistemas de salud”, señaló la directora de la OPS.

La pandemia también interrumpió las campañas de administración masiva de drogas que son vitales para los esfuerzos de eliminación “en momentos en que estábamos haciendo progresos significativos contra las enfermedades tropicales desatendidas, como la filariasis linfática, la esquistosomiasis y los helmintos transmitidas por el suelo”, indicó Etienne.

Por otra parte, el dengue y la malaria siguen siendo una carga enorme para los servicios de salud y, al igual que el COVID-19, tienen un impacto desproporcionado en las poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad, incluidas las comunidades indígenas, manifestó.

“En los dos primeros meses de 2020, las Américas reportaron un aumento del 139 por ciento en los casos de dengue en comparación con el mismo periodo de 2019. Sin embargo, desde que COVID-19 azotó nuestra región en marzo, los casos notificados de dengue han disminuido”, agregó la directora de la OPS.

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