“Corina”, cinta que reflexiona sobre la agorafobia y la salud mental

Durante 18 años, Urzula Barba Hopfner dedicó su tiempo a editar y perfeccionar su ópera prima Corina, una experiencia que, sin que lo notara inicialmente, la llevó a una reflexión sobre su propia vida. Al pasar de estar detrás de la pantalla, donde se sentía “como pez en el agua”, los verdaderos retos surgieron al enfrentar el spotlight en festivales internacionales de cine como los de Guadalajara y Guanajuato. Esta exposición pública resultó ser tan desafiante como la agorafobia que su protagonista enfrenta en la película, la cual ganó el premio de la prensa en el GIFF 2024.

“Te confieso que cuando presentaba mis cortos se me quebraba la voz, me ponía muy nerviosa y lo que más lamentaba y sufría es que no decía las cosas que yo quería. A partir del estreno del corto Camila (2018) dije ‘no me vuelve a pasar’, entonces me preparé para salir de mi zona de confort”, cuenta Urzula a Reporte Índigo.

La trama sigue a Corina, interpretada por Naian González Norvind, una correctora de estilo que rara vez sale de su casa, excepto para trabajar en la editorial de su colonia. Cuando comete un error en el final de la saga de libros más exitosa de la empresa, la aspirante a escritora debe superar sus miedos para emprender un viaje en busca de una enigmática autora, con el fin de salvar su trabajo y el de sus compañeros.

“De alguna forma, Corina se convierte en la heroína de su propia historia al enfrentar sus miedos. Muchas personas del público pueden identificarse con esto, ya que desafíar a los propios monstruos permite descubrir facetas desconocidas de uno mismo. No se trata de vencer los miedos, sino de transitarlos, de hacer las cosas a pesar del miedo, incluso, junto con este sentimiento.

“Porque eso quiero para mí, quiero esta experiencia. Sí quiero, por ejemplo, un trabajo, salir con un güey, lo que sea, es hacerlo, a pesar del miedo, porque me lo debo a mí misma”,  cuenta la directora sobre la cinta producida por Mandarina Cine en colaboración con Cobra Films.

El guión, coescrito por Urzula Barba y Samuel Sosa, con quien había colaborado en su cortometraje Camila, se desarrolló con un enfoque empático hacia las enfermedades mentales. Además, busca contar una historia que combina profundidad y una dosis de humor.

“Yo no sabía la dimensión que iba a generar esta cinta de abrir la conversación acerca de enfermedades mentales. Ha sido una sorpresa para mí muy bonita, que la gente esté interesada y también que esté consciente de la importancia de la apertura de un diálogo fructífero.

“Esta historia sí nace de una historia personal, de episodios agorafóbicos que tuve hace varios años y después de enfrentarte al miedo de hablar de ellos y encontrarte en este camino con gente que ha pasado por lo mismo”, añade.

Sobre la agorafobia

En la exploración de la agorafobia a través de su ópera prima, Barba Hopfner aborda un aspecto fundamental de esta condición que va más allá del miedo a los espacios abiertos.

“La agorafobia no solo se manifiesta como el miedo a salir de casa, sino también como el temor a experiencias nuevas. Por ejemplo, que te de miedo ir a una fiesta donde casi no conoces gente, o que no sabes qué va a pasar, el miedo de ir a una entrevista de trabajo ” explica Barba. La protagonista de la película, Corina, no solo enfrenta el desafío de su confinamiento físico, sino también el miedo a lo desconocido que se refleja en su vida cotidiana.

A través de la literatura, Corina encuentra una forma de expresión y escape, aunque su fobia le impide participar plenamente en el mundo exterior. Barba destaca que “la literatura es esencial para Corina, no solo porque le permite vivir a través de los libros, sino también porque le proporciona una forma de expresar sus emociones y miedos”. La agorafobia de Corina, aunque ficcionada con un toque de humor, sirve como un medio para explorar y expresar su mundo interior.

El enfoque de Barba en Corina también revela una profunda reflexión sobre cómo las enfermedades mentales pueden manifestarse físicamente. “El sangrado de nariz de Corina simboliza una fuga del cuerpo, una forma de expresar lo que no puede decirse con palabras. El cuerpo experimenta el presente de manera auténtica, mientras que la mente puede desviar nuestra atención hacia el pasado o el futuro”, comenta la directora.

Según Hopfner, la conexión genuina con el cuerpo puede ofrecer una mayor plenitud, ya que refleja las necesidades y emociones más profundas.

La directora también reflexiona sobre su propio proceso de creación y el impacto de la película en la conversación sobre salud mental: “No busco hablar por todos los agorafóbicos, sino presentar la condición desde una perspectiva digna. Quería que Corina viviera sus limitaciones sin victimización, aceptando sus miedos y buscando salir de su zona de confort de manera genuina.

“Muchísima gente relaciona esta condición con  ser antisocial, pero la agorafobia abarca un montón. Afortunadamente, cada vez, se está hablando y profundizando de las enfermedades mentales”, afirma.

La película, que representa el debut en largometraje de Barba, ha sido una experiencia de aprendizaje y auto-descubrimiento. Agradece a esta película, la cual le permitió crecer de manera personal y profesional: “Me siento muy orgullosa de cómo la película ha evolucionado y de cómo ha abierto un diálogo importante sobre la salud mental”, concluye Barba.

Sobre el final de la cinta

A lo largo del desarrollo de Corina, Urzula Barba enfrentó varios retos, entre ellos crear el final de la cinta, el cual se le reveló durante la etapa de edición.

“Durante años, no pude visualizar el final de la película, que se concretó literalmente una semana antes del corte final. Surgió de manera inesperada, siento que el personaje de Corina exigió su propio final, y estoy agradecida por cómo la película se desarrolló y por lo que ha aportado a la conversación sobre la salud mental”, concluye la directora.

El elenco

• Naian González Norvid
• Cristo Fernández
• Carolina Politi
• Mariana Giménez
• Laura de Ita
• Gerardo Trejoluna