Coraline y la Puerta Secreta es una película popular por sus elementos que se salen de la narrativa común y, por ende, de encasillarla como una cinta de animación infantil; principalmente porque está basada en el libro homónimo de Neil Gaiman.
Sin embargo, el libro de Gaiman es más oscuro y aterrador que la propia película por distintas razones, las cuales, a su vez, se decidieron descartar de la película para hacerla más accesible al público.
¿De qué trata el libro de Coraline?
Tanto el libro como la película mantiene la trama en esencia: Coraline Jones es una niña, mucho menor en la historia literaria, quien se muda a una gran casa junto con sus papás.
Pero, en aquella enorme casa, la pequeña descubre en el vestíbulo una misteriosa puerta que tiene un aspecto antiguo y que, al entrar en ella, la transporta a un mundo casi perfecto, casi.
Se trata del mundo de los ojos de botón, donde la gente tiene ojos de ese aspecto pero son más cariñosos; además, la comida es mejor y los juguetes cuentan con vida propia.
El misterio de la otra madre
Quizás lo más aterrador en lo que coinciden tanto la película como el libro sea la figura de la otra madre de Coraline, quien hace todo lo posible para que su hija del mundo real se quede con ellos.
Es ahí cuando la niña se percata que no todo es bueno, ya que la otra madre le quería coser botones en los ojos y, poco a poco, se percata de cuánto extraña a sus verdaderos padres.
Precisamente es cuando regresa al mundo real que se da cuenta que sus papás han desaparecido, por lo que tendrá que regresar a la pesadilla perfecta para salvarlos.
¿Por qué el libro es más aterrador?
Si bien la película fue todo un éxito en su momento, la mayoría de ello se debe a la historia de Neil Gaiman, quien en su libro juega con elementos de terror y detalles macabros.
Por ejemplo, en el libro se describe a los personajes de una manera depresiva, desgastada e inquietante, lo que hace sentir al espectador incómodo.
El libro tiene el objetivo de imprimir el sentimiento de la soledad y aislamiento de Coraline, quien experimenta una profunda depresión al perder a sus padres.
La otra madre
En el libro, la otra madre quiere devorar el alma de Coraline y cuenta con transformaciones grotescas y peligrosas para la niña.
En la película, únicamente hay una transformación en una araña; pero en la historia literaria hay toda una descripción de varias de ellas.
Esto es parte de que el libro se enfoca en el terror psicológico, ya que aborda temas como la pérdida de la identidad y la amenaza de ser acabado por un ser sobrenatural.
Adiós a la infancia
Probablemente la diferencia más palpable entre el libro y la película de Coraline es el personaje de Wybie Lovat.
En el libro, Wybie no existe; pero, en la película sirve como una forma de introducir escenas cómicas y, a veces, tiernas de la relación entre Coraline y él.
Sin embargo, en el libro, Coraline está totalmente sola por lo que sus diálogos son completamente monólogos que profundizan en su sentimiento de aislamiento.
De ese modo, aquellos que han leído el libro y han visto la película reconocen que hay más oscuridad en la historia literaria; pero, eso no demerita de ningún modo a la cinta.
Curiosamente, cuando Henry Selick, el director de la película, invitó a Neil Gaiman al estudio de rodaje, le mostró la casa de la película a la que Coraline se había mudado desde Inglaterra.
En la película, la casa se llama la casa rosa.
Para sorpresa y disfrute de ambos, resultó ser una reproducción la casa de Gaiman en Estados Unidos, con toda y su entrada adaptada fielmente.