De acuerdo con la OMS y el mapa que reveló sobre la calidad del aire, en casi todo el planeta se respira aire contaminado. El mapa está basado en los datos globales de contaminación del aire y confirma que el 92 por ciento de la población mundial vive en lugares donde la calidad del aire no cumple con las directrices de la OMS.
Este es un problema de salud pública, ya que la suciedad del aire puede dañar pulmones, corazón y cerebro, e incluso causar muerte prematura.
Y no es tan simple, un estudio sobre el mar Mediterráneo revelado ayer, demostró que el 97 por ciento de los residuos marinos contaminantes son de plástico.
La contaminación atmosférica, de mar y de tierra crea un círculo vicioso que favorece al calentamiento global y lo que con el tiempo se traducirá en un efecto invernadero.
Problemas más severos
Los datos fueron recolectados entre 2008 y 2015 usando mediciones por satélite, modelos de transporte aéreo y monitores de estaciones terrestres basadas en más de 3 mil localizaciones en 103 países.
¿Qué tan mortal es la contaminación del aire? Alrededor de 3 millones de muertes cada año pueden estar vinculadas a la exposición a la contaminación del aire exterior, según la OMS. Aunque también se afirmó que el aire viciado de interiores es un serio problema.
Estudios independientes han demostrado el vínculo entre el aumento de los niveles de PM 2.5 y un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad, dijo Jim Zhang, profesor de Salud Global y del Medio Ambiente en el Duke Global Health Institute.
“Tenemos datos para mostrar cómo afecta el PM 2.5 al pulmón y a la salud cardiovascular”, dijo Zhang. “También comenzamos a ver la evidencia de que acumular PM2.5 reduce el peso al nacer y deteriora la función metabólica, cognitiva e inmune”.
“Otros efectos sobre la salud pueden incluir el empeoramiento o la causalidad del asma, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, hospitalizaciones y la muerte”, agregó.
Sitios más alarmantes
Muchas de las áreas que carecen de aire limpio se encuentran en el Pacífico occidental, la región mediterránea, los países del África subsahariana y el sudeste asiático, muchas ciudades de Europa, entre ellas París y Londres, y varias más de Estados Unidos, como Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
“La corrupción del aire está causando millones de muertes al año, sobre todo, pero no exclusivamente, en el mundo en desarrollo, debido a la combustión muy mal controlada, así como a los problemas de la utilización de combustibles de biomasa en interiores, tales como madera, estiércol y carbón”, agregó Batterman, otro de los expertos.
Casi el 90 por ciento de las muertes relacionadas con la contaminación del aire se producen en países de ingresos bajos y medianos, y en promedio dos de cada tres se dan en las Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental.
El 94 por ciento de las muertes se deben a enfermedades no transmisibles, sobre todo a afecciones cardiovasculares, cerebrovasculares, la neumopatía obstructiva crónica y el cáncer de pulmón.
La contaminación del aire también aumenta el riesgo de infecciones respiratorias agudas.
Campaña BreatheLife
La OMS pondrá en marcha BreatheLife, una campaña de comunicación mundial cuyo objetivo es concienciar al público sobre este problema como riesgo importante para la salud y el clima. BreatheLife está dirigida por la OMS, en colaboración con la Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir los Contaminantes del Clima de Corta Vida.
En la campaña se hace énfasis en las políticas de carácter práctico que las ciudades pueden adoptar (por ejemplo, la mejora de la vivienda, el transporte y los sistemas energéticos y de gestión de desechos) y en las medidas que las personas pueden tomar a nivel comunitario o individual (por ejemplo, dejar de quemar los desechos y promover los espacios verdes y los desplazamientos a pie o en bicicleta) para mejorar nuestro aire.
En mayo de 2016, la OMS aprobó una nueva “hoja de ruta” destinada a acelerar las medidas para hacer frente a la polución del aire y sus causas, en la que llama al sector de la salud a intensificar la vigilancia de la contaminación del aire.