Luego de analizar 591 estudios acerca de la relación entre el consumo de cannabis, en cantidades bajas o altas, y el desarrollo de la esquizofrenia, científicos encontraron que existe un importante vínculo del cual todavía se necesita más investigación.
Y es que los investigadores analizaron 591 estudios publicados sobre el tema entre 2010 y 2020, principalmente aquellos que observaron a adolescentes de entre 12 y 18 años.
Con ello, concluyeron que los consumidores de cannabis de alta y baja frecuencia tenían seis veces más probabilidades de desarrollar esquizofrenia en comparación con aquellos que nunca habían consumido cannabis.
El uso bajo se definió como dos veces por semana o menos, mientras que el uso alto se definió como el uso diario o casi diario.
Sin embargo,la revisión no toma en cuenta que, como con otras drogas, el cannabis también varía en potencia, y que, cuanto más fuerte sea, mayor podría ser el riesgo de que una persona desarrolle problemas, como la esquizofrenia, incluso si su uso no es muy frecuente.
Por un lado, el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, informa que la adolescencia y la adultez temprana son los períodos más comunes durante los cuales las personas desarrollan esquizofrenia.
Aunque puede ocurrir a cualquier edad, en promedio tiende a ocurrir al final de la adolescencia y principios de los 20 en los hombres, y al final de los 20 y principios de los 30 en las mujeres.
Asimismo, la mayor parte de la evidencia ha sugerido que cualquier vínculo entre el cannabis y el desarrollo de esquizofrenia se debe a su uso frecuente y en dosis altas o que la predisposición genética puede ser un factor, al igual que los antecedentes familiares de esquizofrenia.
Pero una revisión sistemática reciente ahora muestra que no hay diferencia en el riesgo de desarrollar esquizofrenia entre los consumidores de cannabis de alta y baja frecuencia.
Finalmente, la incidencia de esquizofrenia en la población general es de alrededor de una de cada 300 personas, mientras que quienes consumen cannabis tienen al menos tres veces más riesgo de desarrollar esquizofrenia, lo que hace que este riesgo sea aproximadamente de uno en cien.