Lo que para el Presidente y los ciudadanos de la CDMX fueron lluvias atípicas, para los habitantes de Tula, Hidalgo, fue el cauce en el que perdieron su patrimonio, sus objetos más valiosos y sus fuentes de ingreso.
La construcción del Túnel Emisor Oriente, para evitar que la capital se inundara, desvió tanto el agua de lluvia como las agua residuales al Valle del Mezquital, por lo que con el crecimiento de la ciudad, expertos alertaron desde 2019 que las regiones aledañas al Río Tula estaban en riesgo de inundación.
A pesar de que han disminuido los niveles del agua, las casas continúan con encharcamientos y grandes cantidades de lodo acumulado.
De acuerdo con el último informe de la Defensa Nacional, hasta el momento hay 35 mil damnificados, 2 mil 500 inmuebles afectados, 17 fallecidos y 5 puentes dañados en el estado.
Sé han contabilizado 31 mil viviendas afectadas por las inundaciones.
El agua alcanzó de dos a tres metros de altura, lo que provocó que miles de personas perdieran todas sus cosas.