Hay un proceso de producción y apropiación cultural y social detrás de esta bebida fermentada que Cerveceros de México quiere dar a conocer en el Museo Interactivo de Economía (MIDE) con la exposición temporal Bajo la espuma, los misterios de la cerveza.
“A los ojos de muchos podría verse como arriesgada, como no propia para un espacio cuya vocación es educativa ¿Cómo vamos a hablar de una bebida alcohólica en un espacio educativo? Es una exposición que sólo podría darse en el MIDE, creo yo”, mencionó Silvia Singer, directora del museo.
Este recinto fue creado por el Banco de México y diversas instituciones financieras privadas del país, con la experiencia del visitante como inspiración.
Por ello, a través de videos, actividades sensoriales y hasta un taller para la creación de una etiqueta de cerveza, esta muestra busca convertirse en una de las atracciones del verano.
Durante su participación, Singer mencionó que el MIDE recibe 250 mil visitantes al año de entre 15 y 25 años, por lo que uno de los objetivos es prevenir la ingesta de alcohol en menores de edad y promover el consumo inteligente.
“Es una exposición reveladora de un mundo feliz en términos de negocio. Es cultural en el sentido más amplio, tiene que ver con cómo comemos, qué comemos, cómo convivimos, cómo nos vamos de fiesta”, dijo en su intervención el periodista Julio Patán, quien moderó el evento.
Maribel Quiroga, directora de Cerveceros de México, mencionó que otro de los objetivos es difundir los valores económicos, sociales y culturales de esta bebida en una recopilación histórica.
Los españoles trajeron las primeras cervezas a México durante la Conquista: escasas y con un costo elevado por venir de otro continente.
Fue hasta 1542 cuando abrió la primera cervecería mexicana en Amecameca, pero fracasó porque no había materias primas, maquinaria, ni rutas de transportación.
Con el ferrocarril como vía de transporte, en el siglo XX surgieron algunas fábricas. Luego ya había cervecerías en todo el país.
A finales del siglo XX la industria se concentró en dos grupos: la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que en 2010 fue comprada por la empresa holandesa Heineken International, y el Grupo Modelo, fusionado en 2013 con Anheuser-Busch InBev. En el 2000 surgió la primera micro cervecera mexicana: Cosaco.
Para 2017 ya había cerca de 600 cervecerías artesanales. Durante 2018 la producción fue de aproximadamente 380 litros por segundo, según la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta bebida la trajeron los españoles, pero fue hasta el siglo XX que surgieron las fábricas productoras
El proceso del principal exportador de cerveza
La exposición revela que México es el principal exportador a nivel mundial, según United Nations Comtrade Database, mientras que Estados Unidos es el país que más importa cerveza en el mundo, de acuerdo con The Observatory of Economic Complexity (OEC).
El MIDE resume en cuatro fases el proceso de producción de la cerveza. La primera es de malteado y mancerado, donde la cebada se germina, tuesta, muele y remoja para extraer su azúcar.
La segunda etapa de la muestra es la de cocimiento y separación de sólidos; consiste en hervir la cebada y el agua, añadir el lúpulo y dejar enfriar la mezcla para separarla.
Sigue la fermentación y maduración, en la cual se añade la levadura para convertir el azúcar de la cebada en alcohol. Y finalmente, llega la filtración para eliminar residuos y envasar el producto en botellas, latas o barriles.
Para hacer un litro de cerveza desde el cultivo se necesitan 300 litros de agua, de los cuales sólo tres se utilizan en el proceso de distribución.
Cerveceros de México se encarga de que 99 por ciento de las aguas residuales generadas en las plantas reciban tratamiento, pues un objetivo más es dar a conocer el proceso sustentable y amigable con el ambiente.
La muestra da cuenta de que esta industria genera 55 mil empleos directos en áreas como la distribución, producción y operación, y 600 mil indirectos desde proveedores, venta de insumos, agricultura y publicidad.
Por un consumo inteligente
Los países europeos lideran en el consumo de cerveza; República Checa se lleva el primer lugar. En América Latina, Brasil deja en segundo lugar a México.
No obstante, en el país, el consumo de cerveza por persona va en aumento. Nuevo León es el estado que más cerveza consume según la Encuesta Nacional de Consumo, Drogas Alcohol y Tabaco 2016-2017 y siete de cada 10 hogares mexicanos toman esta bebida alcohólica.
Pero hay datos que alarman a Cerveceros de México y al MIDE. Por ejemplo, que desde los 11 años los adolescentes prueban el alcohol, según el Inegi.
Así como en el recorrido son cuatro fases de producción, también hay otras cuatro para que el visitante conozca qué ocurre en su cuerpo una vez que ingirió esta bebida.
La primera es la absorción por parte de los intestinos. Sigue la distribución a los órganos con más agua como el cerebro, hígado, corazón y los riñones.
Continúa la metabolización, donde cada bebida tarda de una a dos horas en transformarla en agua o dióxido de carbono hasta que llega la eliminación.
Así, los riñones filtran el alcohol procesado por el hígado y lo eliminan en forma de orina, sudor, lágrimas o saliva. Los efectos del consumo varían dependiendo de la alimentación, peso, estado de ánimo, rapidez con la que se bebe y hasta sexo.
Según la Comisión Nacional contra las Adicciones, los hombres tienen como límite cinco o más bebidas alcohólicas en un periodo de tres horas o 14 bebidas a la semana. Mientras que las mujeres soportan cuatro o más bebidas alcohólicas en un periodo de tres horas o siete bebidas a la semana, ya que su cuerpo tiene menos agua.
Para dimensionar el exceso en el consumo de alcohol, en el MIDE hay simuladores de equilibrio, visión y hasta de lo que representa manejar un auto en estado de ebriedad.
El museo está en el Centro Histórico de la Ciudad de México y abre de martes a domingo de las 09:00 a las 18:00 horas.