En 2007 Erick Yáñez incursionó en el terreno de los podcast junto con su hermano y su primo, cuando pocas personas lo hacían en México; esto fue, porque querían seguir los pasos de Olallo Rubio, quien era su ejemplo a seguir y de los pioneros de este formato en el país.
Esta pasión venía desde más atrás, desde que era un niño, porque jugaba con un micrófono y se grababa así mismo, teniendo una estación de radio. Así que su camino era claro, dedicarse a este medio a como diera lugar y así, eventualmente, llegaron los proyectos auditivos.
Psicofonías fue un podcast de ficción de terror que realizó en 2014, una vez arrancado el proyecto comenzó a tener las clásicas dudas existenciales de un adulto, además de dar un paso importante en su vida: a los 24 años, Yáñez se declaró abiertamente gay.
En este nuevo descubrimiento encontró podcasts distintos en inglés que eran más realistas, se distanciaban de ser solo una historia creada, eran narraciones contadas en primera persona, sin un presentador o anfitrión, así que lo que salía a relucir era la trama por sí misma, junto con un giro argumental.
Esto le sirvió de base a Yáñez para generar un taller de creación con periodistas LGBT+ para hacer un podcast desde cero, así fue la génesis de CUIR: Historias disidentes, que en su primera temporada alcanzó 13 episodios y fue desarrollado en plena crisis sanitaria.
“Este taller lo hicimos en plena pandemia, hicimos nuestra convocatoria y llegaron seis personas interesadas, una chica de Colombia, un chico de Nueva York, personas de Monterrey y Guadalajara y ellos propusieron las historias de la primera temporada”, describe el creador auditivo.
Para Yáñez no hubo mejor momento que el confinamiento para desarrollar este podcast, porque apelaba a una conversación interior de los entrevistados y hacer catarsis de situaciones de riesgo, violencia o vulnerables de sus vidas; por ello, CUIR: Historias paralelas tiene un mensaje al inicio de cada episodio, que advierte del impacto auditivo que puede tener en quien lo escucha.
“Hablamos sobre agresiones sexuales, sobre privaciones injustas de la libertad, sobre VIH, son temas que son difíciles y que nuestra intención desde un inicio era contarlas, pero que realmente no girara en torno a esto”, conversa el productor en entrevista con Reporte Índigo.
El creador pone de ejemplo el capítulo “Yo soy Samantha”, que describe cómo una mujer trans fue detenida arbitrariamente, después de haber estado en prisión se vuelve vocal y de la transgresión de sus derechos humanos ahora incide en grupos políticos para ver por la comunidad LGBT+.
“Tomamos la historia a partir de que sale, nos importa lo que vivió en la cárcel, que sabemos que fue atroz, pero es reenfocar la historia de tal forma que las personas que participan encuentren sanación y compañía. Nuestras historias no buscan revictimizar ni idealizar, sino que ellas las cuenten en primera persona representándose así mismas, y sin que giren alrededor de la identidad de ellas”, expresa Yáñez.
Para la segunda temporada, que se estrenó el 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, se contará con 15 episodios, que serán liberados quincenalmente, hasta diciembre próximo; entre las personalidades invitadas se encuentran Ophelia Pastrana, Morganna Love y Renee Goust, entre otras.
Redituable para el corazón
Hacer un solo episodio del podcast es un proceso que puede tardar hasta seis meses, desde la planeación, grabación y postproducción, lo que resulta en una hora de contenido en la que cada invitado cuenta su historia particular.
“Los que menos tardan en producirse son en dos o tres meses, porque además nos sentamos con la persona múltiples veces a hacer preentrevistas, a conocerle, a estructurar su historia, porque tenemos mucho cuidado en qué representación estamos dando, es un proceso largo”, comparte el productor.
Hay entrevistas que duran hasta seis horas, a lo largo de varias sesiones, más el diseño sonoro que está dedicado a la inmersión del público, por lo que producir un capítulo, ronda alrededor de los 15 mil pesos. Yáñez indica que este presupuesto todavía no se ha logrado monetizar de vuelta, pero todos los colaboradores reciben su paga.
“Es redituable emocionalmente, pero no económicamente… Es que esto tiene que existir en el mundo, y yo sí siento que es mi proyecto de vida, y me reditúa mucho a nivel personal, porque me ha llevado a conocer realidades que, incluso, siento parte de la comunidad LGBT+ desconocía”, revela.
Impactar a la sociedad con podcast
Es claro que México ha dado pasos firmes en materia legislativa a favor de la inclusión, pero esto muchas veces solo se queda ahí, en el papel y las letras, más no se aplica en la realidad, o en el gobierno; pese a esto, más que criticar a las autoridades, para Erick Yáñez el pendiente es generar un cambio en la sociedad.
“A nivel de intenciones vamos bastante bien, se está logrando que entren iniciativas de ley, pero creo que estamos ante una empatía de crisis, de la apertura de otras realidades, vivimos en un mundo muy polarizado, sobre todo, en las redes sociales. Vivimos una epidemia de transfobia espantosa”, describe el creador de contenido.
A lo que se refiere Yáñez es a los sucesos que se han viralizado, como lo ocurrido en Six Flags México al denostar a una pareja homosexual cuando se besaron en el parque o cuando en Cinemex se les pidió abandonar el baño de mujeres a mujeres trans. En estos casos, los comentarios de odio no se hicieron esperar en redes sociales.
“También si te vas a comunidades o pueblos más pequeños alrededor de la República puede que te encuentres con realidades más difíciles y eso tampoco debería pasar. Más que un cambio de leyes, necesitamos concientizar más al público, vaya, todo es derechos humanos y esto no está a debate, punto.”, recuerda.
Toma nota
CUIR: Historias disidentes está disponible en todas las plataformas digitales. Es una producción original de Esto no es radio, empresa que se encuentra en Guadalajara y apuesta por más podcasts independientes.
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