El arte callejero en Estados Unidos juega un papel muy importante social y políticamente, prueba de ello es la relevancia que tuvo el cartel ‘Hope’ de Barack Obama que creó Shepard Fairey y que se volvió estandarte de la campaña del expresidente estadounidense.
A partir del 2016 un artista callejero denominado Sabo comenzó a llamar la atención por su trabajo en el que plasmó a Trump con leyendas como “Fuck Tibet” y “Fuck peace”. Contrario a lo que hace el conocido artista Banksy, quien a través de sus obras hace una fuerte crítica a la política, el consumismo y la guerra, Sabo critica a los liberales.
Sabo es un exmiembro de la marina estadounidense de 49 años abiertamente republicano que en entrevista con The Guardian dijo: “Creo que el izquierdismo es un desorden mental”. El artista trabaja en las calles de Los Angeles.
El arte de Sabo postula que “los republicanos son el nuevo punk”, además de retomar a numerosas celebridades para hacer manifiestos, como Bernie Sanders, Hillary Clinton, Ted Cruz, Gwyneth Paltrow y Cher, entre otros. Pero sin duda el protagonista de sus obras es Donald Trump.
El único artista callejero que parece estar del lado de la actual administración estadounidense ha sido criticado por promover discriminación y racismo, por frases como”Black lives are just matter” (las vidas negras son sólo materia).
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Entre sus obras se destaca la imagen de Trump mostrando el dedo medio y la imagen de un flaco Bernie Sanders con tatuajes soviéticos y pañal. Además de un poster de Ted Cruz tatuado y con la apariencia de un ex convicto.
Durante las elecciones del 2016, Sabo dijo que Trump era un payaso y que sus votantes eran unos idiotas pero más tarde cambió de parecer y le ofreció su apoyo.
