La juventud es una etapa de muchos cambios, un momento de definiciones que se convierte en un hito de paso. Para algunos, estos tiempos resultan ser los mejores años, en donde se viven los momentos más trascendentales y se forman los más bellos recuerdos, hay otros que dudan de la nostalgia que se forma a través de la memoria y que mientras viven lo que algún día será su historia se preguntan si en realidad esos son los mejores años. Joaquina, cantante venezolana, es de estas últimas personas y en su música se hace precisamente estos cuestionamientos.
Con tan solo 19 años, lleva ya una parte considerable de su vida dedicándose a la música. De intereses poéticos y melódicos muy arraigados, cuenta a Neruda y a Emily Dickinson entre sus favoritos, la venezolana residente de Miami decidió unir sus pasiones y empezar a escribir sus canciones cuando era apenas una niña de 13 años, dos años después de comenzar a poner tinta en papel se dió a la tarea de grabar sus propias canciones y a buscar oportunidades; estas llegaron.
Dos años de tocar puertas vieron sus frutos cuando a los 17 Joaquina entró a un programa diseñado para encontrar nuevos talentos musicales. Abbey Road Institute, Universal y Julio Reyes, productor multi ganador del Grammy, colaboran en Art House donde buscan impulsar el trabajo de jóvenes músicos de forma integral. En él la cantante desarrolló su EP desde cero. La producción, el diseño de sonido y las letras de su primera obra fueron visualizadas durante un año intensivo al término del cuál firmó con el sello Universal.
La mentoría que la joven venezolana recibió de Reyes, entre cuyos colaboradores se encuentran Laura Pausini y Alejandro Sanz, le enseñó el respeto por la música y la creación.
“El respeto a la música es hacer lo que tu corazón te dice que hagas de una manera sincera, yo soy fiel creyente que el arte hecho de una manera honesta va a llegar a dónde tenga que llegar. Y también es respetar los procesos y la paciencia necesarios para crear; hacerlo con amor, humildad y colaborar” anota Joaquina.
Su proceso creativo
Las canciones de la joven son piezas que recuerdan los primeros ritmos de Shakira o Sanz -en su canal de Youtube se puede encontrar una versión de “Amiga mía”– una música romántica que habla de penas y nostalgias difíciles de encontrar a su edad. “Siempre he sido un alma vieja”, bromea Joaquina. “La composición, y todo lo que es la escritura, siempre ha sido un escape. Me enamoré de lo que era la literatura muy chiquita, entonces crecí con la pasión de escribir, leer y contar historias para poder expresarme a partir de eso”, remata la cantante.
La forma en la que ella escribe sus canciones parte de un proceso que denomina personal y vulnerable. “Mis canciones son algunas historias mías, algunas historias de alguien más, pero una vez que las escribo se vuelve algo personal. Una vez que las plasmo ya es mía y una vez que sale se vuelve de la persona que la escuche”, comenta la joven.
Su ritmo, un asunto pop de nostalgias tempranas, es parte de un trabajo de descubrimiento con el que continúa. “Este primer EP es una carta de presentación de lo que es mi música y de lo que soy yo como compositora, pero mi próximo proyecto va a ser algo más elaborado. Estoy cada día encontrando mi sonido con influencias de géneros distintos, tengo elementos de rock, synth pop, baladas y de la música llanera de mi país. Me gusta mezclar mucho, pues al final yo también soy una mezcla, soy venezolana pero crecí en Estados Unidos, y toda mi vida ha sido una mezcla de culturas e idiomas. Fusionarlo todo y al final que se sienta algo mío”, señala la artista.