Conmemoración busca un México libre de violencia para las mujeres⁩

Erradicar la violencia hacia las mujeres es tarea de todos los mexicanos e inicia desde la educación en la infancia, tratando de que las escuelas sean un lugar para formar otra mentalidad, donde se aprenda a relacionarse bajo un esquema de relaciones entre pares sin ningún tipo de violencia
Pablo Espindola Pablo Espindola Publicado el
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Conmemorar los Días Internacionales tienen la virtud de ponernos a pensar qué tipo de sociedad queremos, lo que ayuda mucho para que los gobiernos, los estados, la sociedad civil y las empresas reflexionen y tomen acciones, por ejemplo, hoy en distintos países del mundo se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

México tiene una normatividad, una legislación, relativamente robusta en comparación con otros países de desarrollo similar. Sin embargo, existen importantes lagunas para ciertos tipos de violencia que las leyes por alguna u otra razón no contemplan, pero sobre todo el país tiene un desafío enorme en esta materia en los estados.

“A nivel federal tenemos una ley de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia, que está armonizada con los estándares internacionales en materia de los derechos humanos de las mujeres. En los estados existen estas leyes que se armonizan en mayor o menor medida, pero en términos de los códigos penales, civiles e incluso en los administrativos todavía existen algunos desafíos que son importantes tener en cuenta”, explica María de la Paz López Barajas, directora general de Autonomía y Empoderamiento para la Igualdad Sustantiva del Instituto Nacional para las Mujeres.

A manera de ejemplo, la funcionaria, dice que los tipos de violencia como el acoso sexual y el hostigamiento sexual constituyen dos materias en las que urge tener una legislación en todo el país, porque se está viendo en las universidades y en los centros de trabajo cómo hay una ausencia de mecanismos para atender todos estos comportamientos.

Lo anterior en términos de la legislación que le permita al estado mexicano actuar frente a hechos violentos que han sido tipificados como delitos graves que tienen que ser tomados en cuenta, peo también en hay retos en los administrativo, porque la violencia no sólo ocurre en las calles y los hogares.

“El reto más importante para la impartición de justicia es eliminar la falta de profesionalización de los impartidores o procuradores de justicia que revictimizan a las víctimas. Cuando ellas llegan hacer la denuncia, no les creen, las cuestionan y finalmente cuando logran ponerla, hay una dilación de la impartición de justicia que está muy documentada, porque se considera que no son asuntos prioritarios para los tribunales. Entonces, lo que vemos en las estadísticas es que hay una impunidad terrible que terina reproduciendo la violencia, porque cuando hay impunidad hay permiso para hacerlo”, asegura López Barajas.

El verdadero tema es que no todo debería resolverse por la vía punitiva, lo que se quiere es que no ocurran los casos para vivir libre de violencia. Por ello, en la prevención también existe mucho trabajo por hacer.

“Prevenir la violencia contra las mujeres implica hacer transformaciones profundas que tienen que ver con lo cultura, con esa visión cosificada de las mujeres, de esas relaciones de poder que ponen el cuerpo de las mujeres para ejercer todo tipo de violencia”, indica la experta.

Erradicar la violencia hacia las mujeres es tarea de todos los mexicanos e inicia desde la educación en la infancia, tratando de que las escuelas sean un lugar para formar otra mentalidad, donde se aprenda a relacionarse bajo un esquema de relaciones entre pares sin ningún tipo de violencia.

Además, trabajar en la prevención implica hacerlo desde aspecto que tienen que ver con la autonomía de las mujeres, es decir, para que puedan salir de los círculos de violencia necesitan estar empoderadas económicamente y así alcanzar más grados de libertad para decidir qué pueden hacer de su vida.

“Este tema es algo que las familias tenemos que abordar para erradicar todas las prácticas discriminatorias ancestrales que nuestra cultura reproduce. Padres y madres se deben involucrar en una educación en donde no estén presentes ni los estereotipos ni la violencia de género, opina.

Cuando López Barajas escucha que las mujeres tienen mucha responsabilidad en la reproducción de estos estereotipos y de la violencia, porque ellas educan a los hijos y las hijas, siempre les recuerda que no es así, porque los padres ausentes también mandan mensajes sobre estos temas.

“La paternidad debe ejercerse con este compromiso de no a la violencia, afortunadamente las nuevas generaciones lo están atendiendo bien, porque ellos quieren un mundo mejor para sus hijas”, señala la experta.

El Instituto Nacional para las Mujeres, a partir de hoy, tendrá 16 días de activismo para la promoción de los derechos humanos de las mujeres, hasta llegar al 10 de diciembre con movilizaciones y eventos que pongan a reflexionar más sobre la garantía de los derechos humanos de las mujeres. Las actividades pueden consultarse en su página web.

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