A la cama ¡sin celular!
En esta era moderna, donde la contaminación lumínica supone un grave problema no sólo para las personas sino para la vida en general del planeta, hay algo más que quita el sueño a los seres humanos: el uso del celular por las noches.
Fabiola Zurita
En esta era moderna, donde la contaminación lumínica supone un grave problema no sólo para las personas sino para la vida en general del planeta, hay algo más que quita el sueño a los seres humanos: el uso del celular por las noches.
Sí, el usar el smartphone a la hora de acostarse provoca insomnio. El estar pendientes de los mensajes en el móvil o jugar en la tablet, en específico, cualquier actividad excitante disminuye las ganas de dormir, según demuestra un estudio.
No importa si antes de ir a la cama se apagaron las luces y todo está en calma, el revisar el celular es el peor enemigo del buen dormir.
Nuevo hallazgo
Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, liderado por Luis de Lecea, identificó el circuito cerebral que prepara al cuerpo para dormir y que es indispensable para regular los ciclos de sueño-vigilia.
Ese mismo circuito es clave a nivel cerebral y promueve comportamientos básicos para la supervivencia y la reproducción.
El funcionamiento de ambos sistemas está interconectado. Y la zona donde ocurre dicha conexión es precisamente lo que encontró el equipo de expertos, misma que no se había descubierto hasta ahora.
En busca de la conexión
Aunque el descubrimiento se realizó en ratones, De Lecea espera que también se encuentre en los seres humanos.
“Este es el primer hallazgo de un lugar en el cerebro donde se inicia la preparación del sueño. Es probable que los seres humanos tengamos uno también.
“Si estamos interrumpiendo esta preparación mediante, por ejemplo, leer el correo electrónico o videojuegos, que no sólo emiten luz sino que activan nuestras emociones y ponen en marcha el circuito dopaminérgico del área tegmental ventral (VTA), es fácil entender por qué somos más propensos a tener problemas para conciliar el sueño”, explica De Lecea para el medio español ABC.
Cierto parecido
Al parecer, algo tiene el ser humano en común con los ratones pues cuando las personas se exponen a ambientes no familiares o demasiada luz, incluso al móvil, el sueño suele “irse” demasiado rápido, por lo que sugiere que los equipos se queden fuera del alcance a la hora de dormir.
El estudio
Los expertos usaron ratones macho de laboratorio modificados por bioingeniería, por lo que podían activar de forma remota las células nerviosas. Midieron la actividad cerebral de los ratones y determinaron las fases de sueño y vigilia.
Incluso lograron despertar a los ratones de un sueño profundo y mantenerlos alerta durante el día, cuando por lo general ellos están dormidos.