Concerto Grosso, la poesía en el movimiento de la danza

Concerto Grosso es un espectáculo que, desde la danza y el drama, construye una alegoría de carácter reflexivo, lúdico e irónico sobre las formas que toma el poder y las diferentes facetas que lo constituyen
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Cada ocasión que el coreógrafo y bailarín Gerardo Sánchez Benítez se sube al escenario para montar un espectáculo le representa una nueva oportunidad para expresar algo nuevo; temas que den lugar a una reflexión profunda, como la vida o las facetas por las que pasa el ser humano, para que, al momento de bajarse y concluir la pieza, salga renovado el hombre y el creador.

Su montaje Concerto Grosso no es la excepción pues, crearlo le llevó a reflexionar por qué los bailarines tienen que moverse igual en los escenarios al ritmo de la música, en vez de dejar que sus cuerpos se muevan libremente, guiados por su propia naturaleza y necesidades.

Ahora esta pieza llegará por primera vez a la Ciudad de México, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el próximo viernes 11 de marzo a las 20:30 horas.

“El detonante de esta pieza fue en un concierto de Las Cuatro estaciones de Vivaldi, al entrar vi a los músicos moviéndose exactamente igual sin ser coreografiados, generaban ciertos momentos de intersección a nivel espacial, sin que ellos se dieran cuenta. Yo vi una coreografía, la música convirtiéndose en movimiento”, indica Sánchez Benítez a Reporte Indigo.

Concerto Grosso lleva al espectador por una experiencia surrealista en la cual la expresividad y la potencia del movimiento se combinan con la teatralidad que permite la empatía.

La relación de la danza con la música se lleva al límite, los cuerpos se transforman en violines, pianos y violonchelos, y los sonidos habitan a los bailarines, recorriendo desde la piel hasta sus huesos.

“No estamos proponiendo una solución a las cosas, simplemente estamos dando una lente diferente como compañía para ver el mundo. Creemos que en estos tiempos es difícil la empatía entre personas y eso es lo que necesitamos como humanidad, vernos a los otros como un espejo”, aclara.

Con la coreografía y dirección de Gerardo Sánchez Benítez, la música de Vivaldi y la participación de nueve intérpretes en escena, la puesta también plantea una crítica al poder, pero no como algo bueno o malo, sino desde una óptica distinta, más humana: así como a sus diversas caras, desde lo político, religioso, el estereotipo del cuerpo perfecto, y cómo lleva al acoso o al bullying.

Todo creado con base en la metáfora e imágenes poéticas con el fin de que el público pueda recibir un discurso no lineal sobre la empatía.

“El poder es un concepto tan amplio, pero nosotros lo redujimos a la palabra manipulación, y a partir de ahí generamos todo: manipulación a través de la música, del cuerpo a la música, la física, un cuerpo manipulando a otro desde la fisicalidad, o la manipulando de manera metafórica, o a través del sonido, se saca un violín y cómo este objeto de poder puede mover los cuerpos”, precisa.

Para Gerardo Sánchez, llevar este montaje en un contexto como la pandemia se vuelve complejo, más aún cuando Ictus Danza es una compañía independiente; no obstante su camino, luego de haber parado por dos años por el confinamiento, es motivo de celebración presentarse nuevamente en los escenarios.

“Como compañía estamos comprometidos con la creación, siempre nos preguntamos ¿por qué me muevo, por qué pongo esto en el escenario, y por qué hacemos las cosas? A partir de ahí empezamos a crecer y desarrollar nuevos caminos de creación y cada vez que esta obra se vuelve a representar se reestructura y se encuentran nuevos discursos”, valora.

No te la pierdas

La obra Concerto Grosso, de la compañía Ictus Danza, se presentará en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el 11 de marzo a las 20:30 horas.

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