Muchas personas tienen la idea de que la meditación significa sentarse y no hacer nada. Pero eso no es verdad. La meditación es entrenar la mente de forma activa para aumentar la conciencia (…) Hay muchas personas que usan la meditación, pero no es una práctica que se considere como una terapia médica convencional”.
Así lo dijo en un comunicado Madhav Goyal, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y autor de un estudio que demuestra que practicar de entre 30 y 40 minutos de la llamada meditación de atención plena (mindfulness meditation, en inglés), que está enfocada en el presente, puede mejorar los síntomas de depresión y ansiedad.
Incluso el nivel de alivio que fue reportado por los participantes –de los cuales solo una minoría padecía una enfermedad mental– fue similar al que se ha arrojado de otros estudios realizados con antidepresivos.
Como parte del estudio, cuyos resultados fueron publicados en JAMA Internal Medicine, los investigadores analizaron 47 ensayos clínicos a los que fueron sometidos 3 mil 515 participantes durante junio del año pasado.
Entre los voluntarios que formaron parte de un programa de meditación de atención plena con duración de ocho semanas, algunos sufrían depresión, estrés, insomnio y enfermedades como diabetes, cáncer y dolor crónico.
Al concluir dicho programa, los investigadores encontraron una mejoría moderada en los síntomas de ansiedad, depresión y dolor de los participantes, en comparación con aquellos que fueron sometidos a otra clase de terapias que apuntan a mejorar el bienestar físico y mental de las personas.
Los beneficios obtenidos persistieron para aquellos participantes que continuaron la práctica de meditación de atención plena a lo largo de seis meses.
Sin embargo, hizo falta evidencia para determinar si este tipo de meditación podría traer alguna mejora en otros aspectos, como el estado de ánimo, la atención y los hábitos alimenticios. Y fue baja la evidencia de alguna mejora en el estrés y la calidad de vida.
Goyal advirtió a Reuters que las personas deben considerar que la meditación no fue concebida para tratar algún problema de salud.
“Más bien, es un camino que debemos transitar para aumentar nuestra conciencia y profundizar en nuestras vidas. La mejor razón para meditar es ganar este conocimiento. Las mejoras en los problemas de salud son realmente un beneficio adicional, y lo mejor es pensar en ellos de esa manera”.
