Conabio: Seis años de ciencia ciudadana

La Conabio celebra un aniversario más del lanzamiento de la plataforma digital Naturalista, la cual ha ayudado a que la gente pueda contribuir con conocimiento en investigaciones con impacto ambiental
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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En estos tiempos en los que la situación del medio ambiente requiere medidas urgentes para evitar la extinción de especies, la participación ciudadana se vuelve trascendental, por lo que es necesario que se reconecte con la naturaleza. Para fomentar esa conexión, la plataforma digital Naturalista, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) ha servido como una red social para compartir fotografías de observaciones de plantas, animales y hongos para la difusión e investigación de las especies.

A seis años de su lanzamiento, Naturalista se ha transformado en la red de ciencia ciudadana sobre biodiversidad más grande de México, con una aplicación móvil y miles de observaciones registradas de la naturaleza.

La Conabio ha conectado la plataforma al Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB). Cada día se incorporan más de mil 600 observaciones de Naturalista al SNIB

“Su principal contribución es ser una plataforma de ciencia ciudadana que funciona como una red social y que ha generado, hasta el momento, un poco más de un millón 700 mil observaciones. Creo que el éxito de Naturalista radica en haber jalado un número importante de ciudadanos de nuestro país interesados en la conservación de la biodiversidad para aportar información a la plataforma que se queda en la base de datos de Conabio”, explica el biólogo Roberto Arreola Alemón, especialista en Contenidos e Ilustraciones de la Dirección General de Comunicación de la Ciencia de la Conabio.

Actualmente, en la plataforma digital participan más de 60 mil usuarios, quienes han registrado cerca de 32 mil especies que viven en México.

“Cuando participas en Naturalista estás ayudando a generar información que se guarda en Conabio, eso para mí es el principal logro, haber creado una plataforma que funciona y que va por más”, comenta Arreola.

¿Qué ha hecho Conabio con la información?

Por no contar con el suficiente personal ni con el presupuesto adecuado, la Comisión Nacional no ha podido usar la información que se genera en Naturalista y sólo se ha enfocado en que la plataforma esté disponible para todo aquel que la necesite.

“Naturalista ya tiene de forma digital más de un millón de observaciones sobre biodiversidad y cada una cuenta con ubicación geográfica, dice la especie, el género o la familia y ha servido para que otras personas describan especies nuevas, lo cual es bastante interesante que con información que viene del público, los investigadores hagan cosas nuevas”, opina el biólogo.

La información de la plataforma también ha servido para que investigadores estudien y analicen la migración de las especies o su redistribución, ya que a través de la ubicación de la observación pueden percatarse de algún animal o planta en una nueva zona.

“La información está ahí y creo que en los próximos años servirá para muchas investigaciones, hasta ahora ya se han publicado varias cosas. A algunos maestros, quienes tienen la visión de promover entre sus alumnos el amor por la diversidad, les ha servido como proyecto para niños de secundaria y hasta adolescentes de prepa, porque entran en contacto con su entorno y aprenden cosas”, asegura Arreola Alemón.

Naturalista es una comunidad global de naturalistas, científicos y miembros del público que comparten sus observaciones de plantas, hongos y animales

A la fecha, se han desarrollado más de 2 mil 170 proyectos en la plataforma, éstos incluyen inventarios en áreas protegidas federales y estatales destinadas voluntariamente a la conservación, en sitios arqueológicos, en pueblos mágicos, así como proyectos que tienen que ver con especies en riesgo, exóticas invasoras, migratorias y vectores de enfermedades.

Inspiración para otros países

En 2013, la Conabio adaptó, a una versión mexicana, la plataforma iNaturalist.org desarrollada en la Universidad de California en Berkeley, y creó www. naturalista.mx, a la que le sumó información sobre: autoridades científicas, especies en riesgo, áreas protegidas y nombres comunes en español y en lenguas indígenas para las especies. Posteriormente, desarrolló la actual aplicación móvil para el sistema operativo Android y IOS.

El modelo mexicano ha sido aplaudido por muchos, ya que de ser un producto para el ámbito académico se modificó para que la ciudadanía en general hiciera uso de él. Además, varios países de Latinoamérica quieren replicarla.

“He tenido el placer y el gusto de estar en reuniones con representantes de la conservación de países de Latinoamérica que utilizan a Naturalista como plataforma modelo. En esas reuniones me preguntan cómo lo hemos logrado”, cuenta Roberto Arreola.

La gran virtud de la plataforma es que cualquier persona con un teléfono inteligente puede ser parte de esta nueva generación de exploradores de la naturaleza y de la ciencia ciudadana que contribuye al conocimiento, valoración y conservación de la riqueza natural del país.

“Estamos en una época digital, yo mismo soy aficionado de Naturalista, salgo y veo un bicho que no conozco y lo fotografío y subo la foto, por lo que invito a la gente a hacer algo que puede ser motivacional para unir a la familia, contribuir a la ciencia de México y aprender algo útil”, considera el biólogo de la Conabio.

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