Con el paso de los días, más famosos están actualizando las condiciones en que quedaron sus respectivos hogares en el puerto de Acapulco, tras el paso del huracán Otis. Ahora, tocó el turno de Leticia Calderón, quien perdió su hogar.
Triste por la devastación
En entrevista con un popular programa de espectáculos, la actriz confirmó que su departamento en el puerto quedó devastado, y que se encontraba muy triste por la situación que Guerrero atraviesa.
“Estoy muy triste, con mucho esfuerzo logré comprar ese departamento, vivimos años muy felices ahí, me las veía negras para el mantenimiento; que desaparezca de la noche a la mañana es muy doloroso”, afirmó la actriz.
Asimismo, añadió que lo que más le preocupa es la gente que trabajaba ahí, al igual que la gente que trabaja y vive del turismo, pues considera que la recuperación de Acapulco no será fácil ni inmediata.
No quedó nada
El jueves pasado, Leticia ya había posteado una serie de desgarradoras imágenes, donde dio cuenta de cómo había quedado su propiedad en Acapulco. Al tiempo que expresó que por el momento no iría al puerto, pues no quedaba nada que reclamar.
“Lo que con tanto esfuerzo logras desaparece en una noche. Lo que más me preocupa y duele es toda la gente que trabajaba ahí, sus familias, toda la gente de Guerrero. Dios, ayúdanos a salir pronto de esta desgracia”, posteó en Instagram
Leticia era dueña de un departamento ubicado en una zona exclusiva frente a la playa. El condominio también era hogar de otros famosos como Adrián Uribe, cuyo departamento tuvo el mismo destino.
“Se ve en las fotos, no quedó nada; era un edificio muy bello porque tenías la vista al mar, de techo a pared era cristal; gran parte de la pared eran cristales; sí es muy duro”, señaló Calderón.
A veces no tenía dinero para el mantenimiento
Además confesó que con mucho esfuerzo logró comprar y mantener, ya que contrario a lo que la gente piensa ella no es millonaria. Incluso afirmó que en algunas ocasiones “se las vio negras” para pagar el mantenimiento del condominio.
“Yo no quiero ir porque no quiero estorbar, las carreteras deben estar libres para la gente que va a reconstruir Acapulco, ahorita ¿a qué voy, a recoger un colchón?”, consideró sobre su probable visita al estado de Guerrero, la cual ya quedó descartada en lo que resta del 2023.
Finalmente dijo que su hijo Luciano se encuentra muy triste, ya que nunca se imaginó que las consecuencias serían fatales, pero lo cierto es que “no quedó nada”. Por lo que no podrá acudir a festejar la Navidad.