Con la muerte al volante
Un automóvil es un arma mortal. Si se toman en cuenta los múltiples riesgos que hay en las calles (ya sea como peatones, conductores y/o pasajeros), cada día se desafía a la muerte cuando vamos camino a la escuela, el trabajo o al bar con los amigos.
Y en el caso de los mexicanos, el peligro es aún mayor. Ya que automotrices como Volkswagen, General Motors y Nissan invierten solamente 200 dólares en equipar a sus automóviles con aditamentos de seguridad.
María Alesandra Pámanes
Un automóvil es un arma mortal. Si se toman en cuenta los múltiples riesgos que hay en las calles (ya sea como peatones, conductores y/o pasajeros), cada día se desafía a la muerte cuando vamos camino a la escuela, el trabajo o al bar con los amigos.
Y en el caso de los mexicanos, el peligro es aún mayor. Ya que automotrices como Volkswagen, General Motors y Nissan invierten solamente 200 dólares en equipar a sus automóviles con aditamentos de seguridad.
No solo eso, existen aditamentos que forman parte del equipamiento estándar de sus coches en países como Estados Unidos y Brasil, pero que en México no se incluyen.
Según El Daily Post, “los automóviles vendidos en México están sujetos a normas de seguridad mucho más bajas que los que se venden en el extranjero. Como resultado, son menos
seguros y más mortales en caso de un accidente”.
Y es que México ocupa el séptimo lugar de los 10 países que suman el 62 por ciento de las muertes en
accidentes de tránsito a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, de acuerdo al Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra), los accidentes viales causaban –hasta 2013– aproximadamente 17 mil muertes anuales en el país; así como más de 350 mil lesiones graves que requerían de hospitalización.
Mientras te preocupas por cuidar tu bolsa o de mantener la mirada de la pantalla del celular al cruzar la calle, debes tomar en cuenta que el riesgo no termina en cuanto abordas el taxi o tu coche, pues el país solamente tiene dos normas de seguridad. Una es la medición del frenado, que está calculada con la –obsoleta– tecnología de hace más de 20 años.
Y la segunda son los cinturones de seguridad, cuyo modelo está desacreditado en el resto del mundo porque son más perjudiciales que beneficiosos en un accidente vial.
México va muy atrás en comparación a otros países como Estados Unidos y algunos de Europa en cuanto a la resolución que aprobó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que compromete al mundo a reducir los fallecimientos en carretera en un 50 por ciento para el año 2020.
Mientras no se estandaricen y regulen las medidas de seguridad básicas como en el resto de los países, la próxima vez que te subas a un taxi deja el celular y no olvides el cinturón de seguridad, pues aunque esté obsoleto es la única protección que tendrás en caso de sufrir un accidente vial.
Tsuru: el más común y el más peligroso
En la República Mexicana hay algo más inseguro y mortal que el narcotráfico y la delincuencia: el Tsuru.
El auto de la ensambladora Nissan que abunda en las flotas de taxis es de los automóviles más inseguros que hay.
Según la organización Latin NCAP, el Tsuru estuvo involucrado en 4 mil muertes ocurridas en México entre 2007 y 2012.
Por cada mil accidentes que se registran con un Tsuru, hay 18 decesos. En comparación, con cualquier modelo de la automotriz Peugeot, el promedio es de 0.82 muertes por cada mil accidentes.
De hecho, el Tsuru es tan inseguro que su venta no es legal en Estados Unidos; mientras en México, miles de personas de todas las edades lo usan diariamente (y pocos se abrochan el cinturón de seguridad).