Con dinero te haces ‘Belieber’
La fotografía oficial tras su arresto lo muestra sonriente, pero ese es el caso solo en la frontal. La que muestra su perfil cuenta una historia distinta, la de un Justin Bieber asustado y lleno de preocupación. Pero parece que él es el único.
La máquina de Justin Bieber probó su efectividad en el 2009, cuando su sencillo “Baby” permaneció por 20 semanas en la lista de las canciones más escuchadas de Billboard y el álbum “My world” ganó un disco de platino.
Ana Paulina Valenciahttps://www.youtube.com/watch?v=BQtdFTa1az4
La fotografía oficial tras su arresto lo muestra sonriente, pero ese es el caso solo en la frontal. La que muestra su perfil cuenta una historia distinta, la de un Justin Bieber asustado y lleno de preocupación. Pero parece que él es el único.
La máquina de Justin Bieber probó su efectividad en el 2009, cuando su sencillo “Baby” permaneció por 20 semanas en la lista de las canciones más escuchadas de Billboard y el álbum “My world” ganó un disco de platino.
A partir de ese momento, el joven de 14 años se convirtió en un fenómeno con millones de fanáticas incondicionales que se hacen llamar “beliebers”, capaces de luchar (por lo menos con el arma de tuits o videos en YouTube) por el canadiense y defenderlo ante cualquier cosa.
Pero las beliebers son las únicas que siguen a Justin sin condición. Desde hace varios meses, el comportamiento del joven cantante ha dejado mucho que desear y los miembros de su grupo de amigos, sus padres y su equipo de management lo han permitido.
Y la razón podría ser la que ha llevado a decenas de talentos a la decadencia: los millones de dólares que produce su marca.
Travesuras millonarias
Las actividades de Justin son comunes para jóvenes de su edad. A los 19 años, experimentar con alcohol y otras sustancias es algo que muchos hacen. Pero no todos tienen millones de dólares para derrochar en ello.
Los amigos y familia de Justin Bieber disfrutan de los beneficios de su amistad. Dinero sin límites, las fiestas, los autos y las mujeres. ¿Quién se atrevería a pedirle que se comporte como un adulto cuando eso significa arriesgarse a perder toda esa diversión?
Su padre lo acompañaba la noche de su arresto y junto con su equipo bloqueó el acceso a la calle para que pudiera hacer una carrera (ilegalmente) contra su amigo, el rapero Khalil.
Su madre Pattie Mallette pidió al público rezar por su hijo, a pesar de que el cantante la acusó de darle las pastillas contra la ansiedad que había consumido (supuestamente Xanax).
Y 10 días antes del arresto de Bieber, Lil Za, uno de sus amigos más cercanos, fue arrestado en la casa del canadiense por posesión de cocaína, pero los rumores sugirieron que, en realidad, era Justin el que la estaba consumiendo y su amigo aceptó la culpa para protegerlo.
Los hoteles y clubes nocturnos en los que realiza actividades ilegales, como beber a pesar de no tener 21 años o consumir drogas, prefieren mantenerse callados para seguir recibiéndolo y aprovechar su copioso consumo.
Esta protección de quienes lo rodean lo ha hecho sentir intocable y le ha dado un sentido de seguridad falsa. Todo indica que el joven tiene problemas de adicción serios y si nadie lo detiene podría repetir la historia de muchos antes de él: Lindsay Lohan, Whitney Houston y Michael Jackson, a quien imitó al salir de la cárcel tras pagar una fianza de 2 mil 500 dólares. Incluso agradeció que los compararan con Jackson, publicando una fotografía en su cuenta de Instagram.
Pero para salvarlo sería necesario ir en su contra y seguramente perderían el acceso al dinero que ha ganado en su corta carrera.
El doble estándar
Las señales del problema de Justin han estado ahí por varios meses. Durante una visita a Brasil, una prostituta difundió un video del joven dormido (presuntamente después de utilizar sus servicios), y este mes un vecino le atribuyó daños de 20 mil dólares a su casa al atacarla con huevos.
Además, ha sido acusado de contrabandear animales protegidos y se ha mostrado irresponsable en los deberes con sus fanáticas, llegando hasta dos horas tarde a sus conciertos.
Y aún así la prensa, sus fanáticas y el resto del mundo lo perdona. Quizá la reacción ante el revelador video o el consumo de drogas sería distinto si Justin fuera una mujer, como pasó con Miley Cyrus (a pesar de que jamás fue arrestada) o incluso la casi siempre bien portada Reese Witherspoon.