Comunidad científica pide ser escuchada
Antes de terminar el 2020, el Congreso de la Unión aprobará la nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación; sin embargo, miembros de diferentes asociaciones y sociedades científicas le piden al Legislativo llevar a cabo un parlamento abierto para exponer los puntos que consideran importantes para la nueva reforma y de ese modo no sólo escuchen una opinión
Fernanda MuñozEl fin de año se acerca y con ello la definición de cómo será el futuro de la comunidad científica y tecnológica del país, luego de que el Congreso de la Unión logre aprobar la Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI).
En comparación con la ley ya establecida hace 18 años, en 2002, con esta nueva reforma se pretende, primordialmente, obedecer al Artículo 3 constitucional para que las y los mexicanos puedan gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Sin embargo, para que se llegue a ese objetivo central, entre muchos otros que defienden al sector, la comunidad científica, tecnológica y de innovación pide ser escuchada antes de que el Legislativo emita una ley de CTI que puede ser la equivocada.
De acuerdo con la doctora Brenda Valderrama, presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos, ahora que iniciaron las sesiones legislativas el pasado 1 de septiembre, se espera que diferentes representantes de otras sociedades científicas puedan hablar en parlamento abierto sobre lo que no se debe olvidar en la nueva ley.
Para ella, así como para los integrantes de otras asociaciones como la Red ProCienciaMX, la Sociedad de Química de México y la Academia Nacional de Ciencias Farmacéuticas, entre otras, es esencial que se escuche la opinión de más de una voz en temas que competen a todo un sector, como lo es el de la ciencia.
“Nosotros quisiéramos que la Ley General también se discutiera en parlamento abierto, que no se diera por bueno el planteamiento que va a presentar el Ejecutivo, sino que se volviera a abrir a la discusión, y por eso las sociedades y las asociaciones científicas de México están solicitando ser contempladas como interlocutoras, precisamente, para ese proceso legislativo”, dice Valderrama.
A través de un boletín, los miembros de más de 10 asociaciones científicas destacaron los puntos que desean exponer en parlamento abierto, argumentando que es preocupante la falta de información oficial relativa a la conformación de la Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Entre los cinco principios que comparten destacan el que haya más integración entre la comunidad que conforma al sector, que se promuevan órganos de consulta autónoma que den voz a todos los integrantes de la ciencia en México, y que se garantice la libertad de investigación.
En entrevista, la doctora Valderrama sostiene que entre los objetivos que pretenden implementar en la reforma, los más difíciles de cumplir serían dos: Buscar la integración de un sistema incluyente de CTI donde todos los niveles de gobierno y todos los sectores participen en la toma de decisiones, evitando la centralización en el gobierno en turno; y promover la creación de órganos de consulta autónomos que den voz a los sectores social, académico y empresarial para sentar las bases de políticas públicas en CTI.
Sin embargo, y antes de adelantar qué puntos apoyará o no el Legislativo, el doctor David Romero, presidente de la Sociedad Mexicana de Bioquímica, agrega que el contacto con ambas cámaras ha sido muy estable y positiva. Incluso, la comunidad científica se ha acercado a Marivel Solís, de la Cámara de Diputados, y a Beatriz Paredes, de la de Senadores.
Comunidad científica Lejos del Conacyt
Para la comunidad científica es primordial que todos los involucrados en el sector luchen juntos para lograr un futuro estable para la ciencia en México; sin embargo, no todos han puesto de su parte.
El doctor David Romero comparte que ellos esperarían que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) trabajara con el resto de la comunidad, pero “desgraciadamente se ha mantenido de una manera distante y poco cercana”.
“Todo lo positivo que puedo decir al respecto del Poder Legislativo no lo puedo decir al respeto del Conacyt”, señala Romero.
Asimismo, la doctora Brenda asegura que no sólo en el tema de la nueva ley el Consejo ha sido distante, sino en ocasiones anteriores, cuando se comunicaban con el organismo a través de comunicados y nunca recibieron respuesta.
“La verdad es que no vemos ningún sentido seguir enviando oficios, es imposible entrar en contacto con Conacyt, desaparecieron de su portal todos los teléfonos y correos de los funcionarios”, agrega.
Pero a pesar de que la comunidad no ha tenido contacto con el organismo científico a cargo de la doctora María Elena Álvarez-Buylla, sus integrantes aseguran que están con la disposición de seguir trabajando en favor del desarrollo de CTI para combatir diferentes problemáticas, como el COVID-19.