La crisis sanitaria y las clases en línea aumentaron la necesidad de formar y enseñar competencias digitales, que, a decir de la investigadora Rocío Duarte, permiten el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la Información.
Este conjunto de conocimientos, habilidades y estrategias se apoya en habilidades del uso de ordenadores para presentar e intercambiar información, por lo que se volvió imperante que las y los estudiantes tuvieran conocimiento de ello.
Ante esta necesidad, Duarte coordinó y escribió el libro Competencias digitales en la formación universitaria: Educación basada en evidencias, editado por el Fondo Editorial de la UVM y la editorial Newton, el cual fue creado con base en el muestreo e investigación junto a estudiantes de la Universidad del Valle de México.
“Proponemos en el libro una escala que mide las competencias que tiene el universitario para poder entrar a una clase, y así el docente pueda ver si su grupo está listo para tener una clase o cualquier temática académica en plataforma”, detalla la investigadora a Reporte Índigo.
El libro se trata de una evaluación de las plataformas digitales, sus usos y cómo se pueden utilizar para que el universitario mejore sus habilidades y competencias tanto en las clases en línea como en otras plataformas digitales.
Por otro lado, también propone una escala con contenidos digitales, es decir, el uso de un procesador de texto y de base de datos, o al momento de hacer un video.
“Ha sido muy mencionado que el alumno nació en un medio digital, y que por ello va a saber utilizar todas las aplicaciones con el fin académico, pero no llegan al aprendizaje significativo de por qué estoy haciendo estos cliqueos, o no saben crear una base de datos, ni analizar resultados. Por eso queremos dejarles una guía y puedan explotar estas herramientas”, explica Duarte.
Su uso en el campo
Las competencias digitales son muy variadas. Las principales están centradas en saber utilizar software académicos, pero con diferentes fines. Por ejemplo, en la UVM utilizan el análisis de resultados estadísticos.
La otra, aclara, es la creación de contenidos que está centrada en procesadores de bases de datos, tiene que ver con medios visuales, como la creación de videos. También la creación de plataformas online y saber manejar la gestión de información.
“En el área de salud, por ejemplo, hay aplicaciones que te permiten simular que estás en un quirófano y vas teniendo el aprendizaje de qué es lo que debes de hacer, el protocolo. Para cuando llegan a sus prácticas o a nivel profesional, tienen un conocimiento previo, porque la misma aplicación te va indicando dónde estás cometiendo errores”, detalla.
La también docente y doctora comenta que las y los universitarios actualmente están trabajando en diferentes aplicaciones, una ayuda a hacer una dieta y un plan nutricional personalizado.
También existe una que acompaña a un paciente a controlar una enfermedad, es el caso de las personas con diabetes.
“Si tenemos un paciente diabético, la aplicación le indica cada día su medida de glucosa y le puede hacer recomendaciones alimentarias. Se puede ir haciendo ajustes al tratamiento que se le dio, de acuerdo con lo que su cuerpo necesita ese día.
“Son las aplicaciones que nuestros mismos universitarios están proponiendo o quien ya las conoce, las está utilizando ya en beneficio a su salud. O sea, además de apropiarse de aplicaciones que ya están a nivel gratuito, los mismos estudiantes están creando sus propias aplicaciones”, dice.