¿Qué pasaría si tu libro favorito, con cuerpo de humano, te ve a los ojos y te cuenta lo que ha vivido? ¿Saldrías a releerlo en su versión impresa o comprarías su más reciente edición? En LibrosVivos, un proyecto creado por el escritor José María Arreola, un actor encarna una publicación, pero no habla de lo que contienen sus páginas, sino de quién le gustaría que lo leyera o qué piensa de sus “hermanos”, los otros textos que escribió el mismo autor.
“Si un libro en sí ya tiene vida, porque nos hace viajar a mundos a veces desconocidos cuando los leemos, verlo en escena es mucho más divertido y muy gozoso”, declara el actor Rodrigo Murray, en conversación con Reporte Índigo.
Murray cuenta que cuando José María Arreola habló con él respecto a LibrosVivos, le aseguró que había tenido una iluminación o epifanía, en donde soñó que los libros se alejaban de los libreros y se ponían a platicar con la gente. En ese momento, le propuso hacer un monólogo en el que interpretara Cien años de soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Para Rodrigo, la propuesta fue una sorpresa, no sólo porque consideró un honor interpretar uno de los libros más importantes del mundo, en especial de América Latina, sino porque tenía que humanizar al objeto en cuestión, hablando frente al público sobre lo que sentía.
En ese sentido, Nelly Plasencia, cofundadora de LibrosVivos, comenta que después de que el libro “confiesa” que sigue vivo, a pesar de que su “padre” (autor) muriera, y de que ha sido leído por miles de personas en diferentes idiomas a lo largo de los años, es cuando el público se da cuenta que los textos tiene una manera impresionante de trascender.
La génesis de la idea de LibrosVivos, surge de lo aburrido que le parecían las presentaciones de libros a José María Arreola, “Chema”, pues, según comenta, en ese tipo de escenarios nunca pasa nada, e incluso las publicaciones no son vistas como las protagonistas de las pequeñas fiestas.
“LibrosVivos es una invitación al asombro, a la literatura extendida, es una plataforma que busca llevar de la mano al público a espectáculos que son protagonizados por los propios libros, bajo la idea mágica de que las publicaciones están jugando. Si los lectores no los toman, ellos van a salir a tomarlos a ellos”, afirma Arreola.
LibrosVivos, motor de lectura
En México, la población lectora ha disminuido. De acuerdo con el último registro (abril, 2018) del Módulo de Lectora (Molec), de cada 100 personas de 18 y más años, 45 declararon haber leído al menos un libro, mientras que en 2015 lo hicieron 50 de cada 100.
En ese sentido, ¿LibrosVivos podría ser un incentivo para que la gente comenzara a leer? Nelly, experta en marketing, sostiene que ese es justo uno de los pilares de la plataforma, uno de los objetivos que acordó con “Chema” cuando éste la invitó a ser parte del proyecto.
El sueño de “Chema”, nieto del escritor Juan José Arreola, es ver caminar a un par de libros por la calle y que la gente pueda interactuar con ellos, motivándolos a leer su versión impresa.
Y aunque el también director Rodrigo Murray desearía lo mismo, que LibrosVivos sea capaz de generar una revolución cultural, ayudando a cambiar el arma que una persona pueda sostener entre sus manos por un libro, considera que no es lo suficientemente capaz de transformar al 100 por ciento una sociedad con costumbres ya establecidas. “Pero, sin duda, podemos sembrar la semilla en uno de los espectadores para que lea o relea alguna de las novelas que nosotros estamos mencionando en este momento”, resalta el actor
A pesar de que Rodrigo advierte que el acto de comenzar a leer no depende completamente de una sola herramienta, sino de muchas en conjunto, opina que ver un libro hablar es un gozo especial, ya que él lo constató viendo el monólogo que hizo su colega Mauricio Isaac, interpretando Confabulario, de Juan José Arreola; así como dirigiendo a la también actriz Evangelina Sosa y a Emilio Guerrero.
“Este proyecto es más bien una invitación a leer, pero sin dejar de lado que el teatro es un lugar para divertirse y entretenerse, para salir de la vida cotidiana; y si eso te lleva después, por pura curiosidad, a leer un libro, pues ¡qué maravilla!”, sostiene.
Las otras invitaciones
LibrosVivos está dividido en tres partes; LibrosVivos presenta, que son los monólogos, en donde un actor interpreta a un libro y cuenta su experiencia como material de lectura; Rock&Libros, exponiendo a un escritor al lado de una banda musical con el fin de presentar una publicación, y Separador, en la que el texto de determinada persona, como Confabulario o Cien años de soledad, se convierten en una botella de vino o en un platillo de comida.
Nelly Plasencia detalla que las personas pueden llegar a un restaurante establecido, donde les comentarán que, como están celebrando a dicho autor por un libro, hicieron un platillo en su honor.
En la etiqueta del vino Confabulario viene ilustrado un unicornio que Juan José Arreola dibujó con sus propias manos; la familia de “Chema” le cedió los derechos del dibujo para que pudiera reproducirlo en la botella.
“Tenemos dos años materializando cosas, todavía hay mucho que hacer, queremos posicionar bien el proyecto de LibrosVivos en México, para poder exponernos de manera adecuada en otros puntos del mundo”, confiesa Plasencia.
Por su parte, Arreola dice que el mundo actual está demostrando que quiere cosas osadas, vistas desde otra perspectiva, y es eso lo que quiere lograr con LibrosVivos, darle la vuelta a lo ya establecido.