En México, el 95 por ciento de las infancias presentan, en algún momento, una infección de oído, también llamada otitis. De acuerdo con Gonzalo Corvera, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C., (Imon), es un evento frecuente, pues está relacionado en buena medida a que va creciendo la comunicación desde el oído hasta la nariz.
Los niños pequeños, sobre todo los que están entrando en la escuela, comparten muchas bacterias con las cuales toman contacto por primera vez, esto permite el desarrollo de infecciones de este tipo; con el tiempo, conforme van creciendo generan inmunidad.
Por otro lado, Corvera explica que en los adultos hay infecciones del oído externo que son frecuentes después de ir a nadar, ya sea en el mar o en la alberca, pues aunque el agua esté limpia siempre tendrá bacterias, aunque si está sucia será todavía peor. El agua y la humedad favorecen la infección.
Aunque la otitis media es menos frecuente en adultos, lo cierto es que sí se puede presentar, casi siempre después de una gripa fuerte, una infección nasal o una sinusitis.
El doctor aclara que el germen se puede extender hacia el oído provocando, además de dolor, una sensación de que está tapado.
“Puede ser un poco latoso, porque hay veces que tarda varias semanas en que estos síntomas desaparezcan por completo, pero lo podemos tratar con antibióticos o mucolíticos. No obstante, cuando algunas personas presentan este cuadro de forma recurrente es importante analizar qué es lo que lo está causando y realizar el diagnóstico correcto para evaluar si se trata de una sinusitis crónica o algún tipo de alergia”, sostiene.
En cuanto al oído interno, pueden surgir infecciones virales o bacterianas que pueden causar lo que se llama sordera súbita. Es decir, una persona que oye bien, al día siguiente siente que no escucha de un lado o, en el transcurso del día, de repente se le tapa el oído y siente un zumbido o acúfeno.
“Estos síntomas pueden tener diferentes causas, pero frecuentemente se trata de una infección viral que está afectando el nervio de la audición. Estos virus son los que llamamos neurotrópicos, afectan el nervio de la audición y nos da una sordera súbita; o pueden afectar el nervio del equilibrio y nos da un vértigo de inicio súbito, pero muy intenso, acompañado de náuseas, vómito y muchísimo malestar.
“Si tuviéramos vértigo, pérdida de audición y parálisis facial, entonces ya estaríamos hablando de otra cosa completamente diferente y sería mucho más inusual. Pero es frecuente que se presente una de las afectaciones a causa de infecciones virales”, precisa.
Precauciones
Las infecciones se deben tratar con carácter de urgencia. Hay que dar inicio al tratamiento dentro de las 48 horas a partir de que se presentan los síntomas.
“Cuando se trata de pérdida de audición, podemos sentir tapado el oído y restarle importancia y, en este último caso, retrasar la consulta con el especialista puede provocar que no lo podamos revertir. Cuando esto sucede se genera una pérdida de audición que puede ser de diferentes grados”, señala Gonzalo Corvera, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C., (Imon).
Recomendaciones
El doctor Gonzalo Corvera indica que las infecciones se deben tratar a tiempo, así como acudir con un especialista para un adecuado tratamiento.
“No cualquier gripa amerita un antibiótico; inclusive, a veces, si tomamos un antibiótico y el cuadro gripal es viral podemos aumentar las posibilidades de que se haga bacterial”, aclara.
En caso de un cuadro gripal se recomienda reposo, tomar muchos líquidos y analgésicos para las molestias.