La educación financiera en México no llega a la gran mayoría de la población, lo cual resulta complicado cuando constantemente tenemos que tomar decisiones que tienen consecuencias en nuestro bienestar económico e, incluso, en la propia calidad de vida.
De hecho, según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI), el 56.1 por ciento de la población en México declaró que poco o nada asegura su futuro y bienestar financiero. Este hecho destaca la importancia de la educación y planificación financiera.
¿Cómo tener finanzas saludables en la vida?
En este sentido, DIAM Proyectos de Inversión, una desarrolladora inmobiliaria, comparte una serie de decisiones financieras para considerar en cada etapa de la vida.
Inicio de tu vida financiera / Primeros pasos
En esta etapa, es crucial construir una base financiera sólida. Si comenzaste a trabajar joven, terminaste tu carrera e iniciarás en el mundo laboral o empezaste un negocio o emprendimiento, es importante desarrollar buenos hábitos financieros desde el principio, pues te ayudarán a enfrentar el futuro con confianza.
Educación financiera: La ENSAFI destaca que el 50.8 por ciento de los mexicanos se sitúan en un nivel medio bajo o bajo en cuanto a bienestar financiero. Por ello, entender cómo funciona el dinero, cómo iniciar a ahorrar y cómo gestionar de manera responsable el crédito te prepara para evitar problemas financieros futuros y construir una base sólida para tu bienestar económico.
Aprende más sobre inversiones: Conocer los distintos tipos de inversiones disponibles es crucial para hacer crecer tu dinero de manera efectiva. Investiga sobre acciones, bonos, fondos mutuos, bienes raíces, pool de rentas y otros instrumentos financieros.
“En el panorama financiero actual, ya no es necesario disponer de grandes sumas de dinero para comenzar a invertir”, señala Alberto Martínez, CEO de DIAM Proyectos de Inversión.
“Si bien, las ganancias iniciales pueden parecer modestas, es fundamental entender que cada pequeña inversión realizada de manera constante puede generar rendimientos que, aunque no sean espectaculares en el corto plazo, contribuyen de manera efectiva a tu bienestar financiero a largo plazo”, agregó.
Crecimiento
En esta etapa, es importante continuar con tu crecimiento profesional y ampliar tus esfuerzos financieros para maximizar tu bienestar económico a medida que tus ingresos y tu patrimonio crecen.
Protección financiera: A medida que aumentan tus responsabilidades familiares y financieras, considera la adquisición de herramientas, como seguros de vida y de salud. Estos productos proporcionan una red de seguridad financiera para ti y tu familia en caso de imprevistos.
Planificación de la jubilación: Es crucial empezar a planificar y ahorrar para la jubilación desde temprano. Considera opciones como planes de pensiones, fondos de inversión destinados a la jubilación, o cuentas individuales de ahorro para el retiro (AFOREs), según corresponda a tu situación laboral y edad.
Establecimiento o consolidación
En esta etapa, es momento de enfocarte en el crecimiento continuo de tu patrimonio y la preparación para el futuro.
Diversificación de inversiones: Es clave para mitigar riesgos y mejorar el potencial de rendimiento de tus inversiones. Considera distribuir tus activos en diferentes clases de inversión, como acciones, bonos, bienes raíces o pool de rentas.
También puedes explorar mercados internacionales y sectores emergentes. “La diversificación no solo ayuda a protegerte contra la volatilidad de un solo activo, sino que también puede ofrecer oportunidades de crecimiento en diversas áreas de la economía”, señala Alberto Martínez, CEO de DIAM Proyectos de Inversión.
Adquisición de bienes duraderos: Puedes considerar la compra de una vivienda propia. Esto no solo proporciona estabilidad residencial, sino que también puede ser una inversión a largo plazo que aumente tu patrimonio.
Es crucial evaluar cuidadosamente las opciones de financiamiento disponibles y asegurarte de que se ajusten a tu capacidad económica.
Rebalanceo: A medida que avanzas en esta etapa, es fundamental revisar y ajustar periódicamente tu portafolio de inversiones para mantener el equilibrio deseado entre las diferentes clases de activos.
“Rebalancear ayuda a asegurar que el perfil de riesgo se mantenga en línea con los objetivos de inversión, evitando que una clase de activos se vuelva demasiado dominante o demasiado pequeña, y maximizando el potencial de rendimiento ajustado al riesgo”, menciona Alberto Martínez, CEO de DIAM Proyectos de Inversión.
Prejubilación
A medida que se acerca la jubilación, las decisiones se centran en la transición al retiro:
Planificación de ingresos: Determinar fuentes de ingresos post-retiro, como pensiones, inversiones y seguridad social. Es fundamental calcular cuánto dinero necesitarás mensualmente para mantener tu estilo de vida y comparar estas necesidades con las fuentes de ingresos que tendrás disponibles.
Considera cómo optimizar la combinación de ingresos para maximizar tu estabilidad financiera y minimizar riesgos.
Optimización de activos: Evalúa tus activos y su liquidez para asegurarte de que puedas acceder a ellos cuando los necesites. Considera la posibilidad de ajustar la asignación de tus inversiones hacia opciones más conservadoras si es necesario, para proteger tu patrimonio y asegurar una fuente estable de ingresos.
“En cada etapa de la vida, las decisiones financieras deben estar guiadas por metas personales, condiciones económicas y asesoramiento profesional cuando sea necesario”, destaca Alberto Martínez, CEO de DIAM Proyectos de Inversión.
“Mantener una disciplina financiera y adaptarse a los cambios a lo largo del camino asegurará una estabilidad económica y un futuro financiero seguro”, agregó el especialista.