¿Cómo llegamos hasta aquí?

¿Por qué reaccionar y actuar hasta que veamos  más tsunamis como en Tailandia, el terremoto de Chile o los huracanes en México?

Las consecuencias por causa del hombre y los estragos del cambio climático están aquí, hoy, mientras lees este artículo.

De hecho, este abril se registraron las temperaturas más altas en los últimos 60 años. Y los datos demostraron que ese aumento fue de 1.11 grados centígrados por encima del promedio, de acuerdo a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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1.11
grados fue el aumento récord de la temperatura, registrado en abril de este año
“El Niño” es un fenómeno que causa un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical, en períodos que van de tres a siete años.

¿Por qué reaccionar y actuar hasta que veamos  más tsunamis como en Tailandia, el terremoto de Chile o los huracanes en México?

Las consecuencias por causa del hombre y los estragos del cambio climático están aquí, hoy, mientras lees este artículo.

De hecho, este abril se registraron las temperaturas más altas en los últimos 60 años. Y los datos demostraron que ese aumento fue de 1.11 grados centígrados por encima del promedio, de acuerdo a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

Y cada año la situación será peor. El 2015 estuvo considerado el año más cálido jamás registrado. Según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) y de la NASA, el año pasado se batieron récords de calor y el periodo de sus primeros meses “fueron los más calurosos registrados en la superficie de la tierra y océanos”, de acuerdo a la NOAA.

Incluso los datos de la NASA colocan al mundo en una situación de “emergencia climática”, mientras que el escepticismo y la falta de credibilidad crecen alrededor del acuerdo de París, en el que se estableció como objetivo mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 grados centígrados.

De acuerdo a los científicos, si se pasa ese límite la Tierra enfrentará catástrofes como huracanes categoría 5, sismos cada vez más intensos, así como nevadas extremas y altas temperaturas, por ejemplo.

Pero, ¿cómo llegamos a esta temperatura? ¿Por qué cada año la situación empeora y la reacción del ser humano disminuye?

Aunque la mano del hombre ha sido determinante, lo cierto es que el aumento del calor también se ha debido a causa de “El Niño”, fenómeno que calienta las aguas del Océano Pacífico y provoca condiciones climáticas extremas en el mundo tales como sequías severas o fuertes lluvias.

Pero, sin duda, el villano principal de esta historia se llama ser humano. Basta recordar que, en 2013, “el calentamiento en el sistema climático es inequívoco” y “la influencia del hombre en el sistema climático es clara. Esto es evidente en la mayoría de las regiones del mundo”, según lo establecido en el informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se presentó en Estocolmo, Suecia.

Por su parte Elizabeth Muller, directora ejecutiva de Berkeley Earth,  indicó que el planeta se recalienta de manera cada vez más acelerada a causa de los gases de efecto invernadero que llegan a la atmósfera durante la combustión de energías fósiles.

Y es que las continuas emisiones de estos gases “causarán un mayor calentamiento y cambios en todos los componentes del sistema climático. Limitar el cambio climático requerirá reducciones importantes y sostenidas de las emisiones de estos gases”, señaló Thomas Stocker, quien formó parte del Grupo de Trabajo I del IPCC.

“Sabemos que los procesos naturales contribuyen a la formación de las temperaturas globales, pero en las elevadas temperaturas de este año también influyen los gases de efecto invernadero”, y el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera –en combinación con los procesos oceánicos– conllevan a la temperatura global a un punto de inflexión, subrayó un informe publicado por el servicio meteorológico estatal británico (Met Office).

Además, se debe considerar que “el océano absorbe más del 93 por ciento del calor atrapado por los gases de efecto invernadero, cuya concentración atmosférica va en aumento”, según advertencias de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Por lo que si el hombre lo causa, el hombre también puede revertir algunas de las consecuencias y, a la vez, actuar de forma preventiva, ya que los estragos de un futuro cada vez más cercano no solamente afectarán para que haya menos especies, menos primavera, más verano, se derrita el hielo y desaparezcan islas, sino que los habitantes de gran cantidad de países tendrán problemas de salud, economía, sociedad, cultura y bienestar.

¿Qué se puede hacer?

No es necesario tomar medidas extremas y tampoco servirá que apagues los focos de tu casa a medida de ahorro, si ello no se traduce en información, reacción y acción colectiva.

Y es muy sencillo. Solo tienes que reducir la contaminación emitida por los vehículos y las plantas generadoras de energía, por mencionar ejemplos.

Es clave que en países como México, ricos en recursos renovables (luz solar, agua y viento), se comiencen a utilizar las fuentes renovables de energía. Y se fabriquen equipos conservadores de la misma.

Sobre todo si se toma en cuenta que el país tendrá un panorama devastador dentro de 25 años, porque el norte será más desierto y el sur protagonista de inundaciones más frecuentes, de acuerdo a Luis Manuel Guerra, presidente del Instituto Autónomo de Investigaciones Ecológicas (Inaine).

Guerra añadió “el problema es que no se ha logrado estabilizar la emisión de bióxido de carbono a la atmósfera, sigue en aumento, un aumento muy importante”.

Sin embargo, si el ser humano actúa a conciencia y las autoridades cumplen tanto con acuerdos a nivel global (como el de París), como a nivel nacional, el ecologista calculó que “en 2020 ya podríamos ver una recuperación en algunos patrones pluviales y de tierras sujetas a la desertificación…”.

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