Los adultos mayores podrían reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 con tres caminatas de 15 minutos al día, después de cada comida. De hecho, esta rutina resulta igual de efectiva para reducir los niveles de azúcar en la sangre –en un periodo de 24 horas–que caminar durante 45 minutos seguidos, a un ritmo entre lento y moderado.
Así lo demostró una investigación encabezada por Loreta DiPietro, de la Escuela de Salud Pública y Servicios de Salud de la Universidad George Washington. En el estudio publicado en la revista científica Diabetes Care, los expertos evaluaron a 10 personas, con edad mínima de 60 años, que tenían riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 por causas como baja actividad física y altos niveles de azúcar en la sangre.
DiPietro explicó a la BBC que las personas mayores pueden ser susceptibles a poco control de azúcar en la sangre después de las comidas, debido a la resistencia a la insulina en los músculos. También son propensos a una lenta o baja secreción de insulina del páncreas.
“El alto contenido de azúcar en la sangre después de las comidas es un factor de riesgo clave en la progresión de la intolerancia a la glucosa (‘prediabetes’), a la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular”. La investigación señala que descansar después de comer, “es lo peor que se puede hacer”.