¿Comer pescado durante el embarazo es seguro para el bebé?

Los pescados y mariscos son una excelente fuente de grasas y proteínas que pueden ayudar a mejorar la salud del cuerpo y la mente, sin embargo, el tema cambia cuando se trata de consumir este alimento durante el embarazo, pues pueden existir riesgos para el feto.

Algunos peces tienen en sus cuerpos altas cantidades de mercurio, por ejemplo, el atún de aleta amarilla, por lo que su excesivo consumo podría dañar los órganos y el cerebro del feto, según información de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos.

“Es importante que las mujeres entiendan que 12 onzas no son el límite de riesgo, es decir, 12 onzas no es una línea divisoria entre seguro e inseguro, ni siquiera está cerca de eso”
Philip Spiller

Los pescados y mariscos son una excelente fuente de grasas y proteínas que pueden ayudar a mejorar la salud del cuerpo y la mente, sin embargo, el tema cambia cuando se trata de consumir este alimento durante el embarazo, pues pueden existir riesgos para el feto.

Algunos peces tienen en sus cuerpos altas cantidades de mercurio, por ejemplo, el atún de aleta amarilla, por lo que su excesivo consumo podría dañar los órganos y el cerebro del feto, según información de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos.

El consumo de pescado con concentraciones de mercurio probablemente no afectará al adulto promedio, pero esas cantidades sí podrían perjudicar al feto, a largo plazo, sin embargo, el consumo tiene que ser muy alto para que genere algún daño.

La FDA se ha visto envuelta en la polémica en la última semana, pues un grupo de médicos han pedido que modifiquen sus recomendaciones sobre el consumo de pescado durante el embarazo, ya que comerlo también puede beneficiar al desarrollo cognitivo de los bebes en el vientre.

De acuerdo con la FDA, el consumo máximo de pescados y mariscos, para mujeres embarazadas, a la semana debe de ser de 12 onzas, es decir, poco más de 340 gramos, lo cual dividido entre siete días da una cantidad diaria de menos de 50 gramos diarios.

“Es importante que las mujeres entiendan que 12 onzas no son el límite de riesgo, es decir, 12 onzas no es una línea divisoria entre seguro e inseguro, ni siquiera está cerca de eso”, señaló en entrevista Philip Spiller, exdirector de la oficina de mariscos de la FDA, para el portal Slate.

Spiller, junto a otros colegas, realizó durante años una investigación cuantitativa para determinar si los beneficios de comer pescado son mayores a los posibles daños para las mujeres embarazadas; su conclusión fue que las mujeres deben comer más y no menos pescado.

Clark Carrington, otro de los científicos del proyecto, ha señalado que claro que existe riesgo al comer pescados y mariscos, sin embargo, aclaró que debían ser cantidades excesivas para causar un daño en el feto y su posterior desarrollo cognitivo.

Los exfuncionarios de la FDA presentaron este jueves una petición a la dependencia para que cambie sus directrices de consumo de pescado, pues estas no especifican realmente los riesgos y beneficios de consumir esta clase de alimentos.

El problema es que los riesgos y beneficios del consumo de pescados y mariscos no es un tema simple, de bueno y malo, sino que depende de la clase de pescado, la cantidad que se consuma, el peso de la persona e incluso sus antecedentes médicos.

Por ejemplo, algunas clases de pescado, si se consumen en exceso podrían incrementar el riesgo de que los niños desarrollen trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) durante la infancia, pero otras clase de pescados podría ayudar a reducir el riesgo de padecerlo.

La mejor manera para disminuir el riego y aprovechar los beneficios es, como siempre, que las mujeres embarazadas se acerquen con profesionales de la medicina y la nutrición para que determinen una dieta de cuáles y en qué cantidad puede comer determinados pescados.

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