¿Cohete o amenaza?

El cielo azul de una mañana fría ponderaba a favor en la nación de Kim Jong-un, no hubo marcha atrás y corrió el protocolo de seguridad para comenzar la ignición.

Desde la sala de operaciones –sin identificar el lugar de su ubicación– el supremo líder de Corea del Norte sonríe ante el éxito del vuelo de su nuevo cohete espacial que puso en órbita al satélite Kwangmyŏngsŏng-4, el cual servirá para hacer observación terrestre y, en teoría, no será utilizado para espionaje o aplicaciones no militares.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El cielo azul de una mañana fría ponderaba a favor en la nación de Kim Jong-un, no hubo marcha atrás y corrió el protocolo de seguridad para comenzar la ignición.

Desde la sala de operaciones –sin identificar el lugar de su ubicación– el supremo líder de Corea del Norte sonríe ante el éxito del vuelo de su nuevo cohete espacial que puso en órbita al satélite Kwangmyŏngsŏng-4, el cual servirá para hacer observación terrestre y, en teoría, no será utilizado para espionaje o aplicaciones no militares.

Corea del Sur, Japón y Estados Unidos inmediatamente condenaron el acto y sospechan que este lanzamiento es una provocación por parte de Jong-un.

Estos países señalaron que el verdadero objetivo es probar misiles de largo alcance, los cuales podrían poner en peligro la Unión Americana.

Pero esta no es la primera vez que la nación totalitarista lanza un cohete al espacio exterior.

La carrera espacial norcoreana

El país asiático comenzó su ambición por conquistar el espacio en 1998, cuando intentó poner en órbita el Kwangmyŏngsŏng-1, un satélite de tecnología experimental, pero el lanzamiento ordenado por Kim Jong-il tuvo una falla y no logró el despegue.

Lo mismo ocurrió en dos ocasiones consecutivas cuando los satélites Kwangmyŏngsŏng-2 y 3 no lograron alcanzar la órbita en 2009 y 2012, respectivamente. Ambos intentos se realizaron en el mes de abril.

Pero en diciembre del 2012 el gobierno norcoreano logró subir al espacio con el Kwangmyŏngsŏng-3 Unit 2, el acto fue condenado por la ONU en su momento y se ha cuestionado la funcionalidad del artefacto que fue fabricado con componentes de tecnologías obsoletas de las décadas de 1960 y 1970.  

Un posible paso para la guerra

Ante el lanzamiento exitoso del nuevo satélite de Kim Jong-un, Japón, Estados Unidos y Corea del Sur pidieron a las Naciones Unidas tener una reunión de emergencia del consejo de seguridad para establecer acciones más allá de la condenación del acto espacial.

Lo que pareciese ser una creciente paranoia entre los estados que desaprueban el cohete de Corea del Norte, se fundamenta en que el lanzamiento emula el despegue de un misil balístico de alto alcance, lo cual está prohibido por los resolutivos del Consejo de Seguridad de la ONU.

Por parte del gobierno de Kim Jong-un, se justifica explicando que el programa espacial solo tiene fines científicos. Además, en 2009 se firmó el tratado sobre el espacio ultraterrestre, el cual prohíbe la colocación de armas nucleares o de destrucción masiva en la órbita del planeta.

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