Sin experiencia en el ámbito diplomático y con sólo una licenciatura en Comunicación, Claudia Elena Saucedo González es ministra de la Secretaría de Relaciones Exteriores y directora de la Casa de México en Francia, trabajo que la hace ganar más que el presidente de la República mexicana, Andrés Manuel López Obrador.
Saucedo González, quien se ha dedicado a las relaciones públicas durante toda su trayectoria laboral, percibe un sueldo de ocho mil 339 euros, aproximadamente 202 mil 111 pesos al mes; es decir, 90 mil más que el Presidente de México.
Ante esta situación, diferentes estudiantes mexicanos en Europa han mostrado su descontento por este “sospechoso nombramiento”, además de Comités de Morena en Europa, quienes enviaron una carta dirigida a, en su momento, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia; Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, y Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación Pública y quien se enfila como embajador de México en Estados Unidos, con copia a los diputados y senadores de la nación, donde comparten su preocupación, ya que, dicen, “la directora de la Casa de México gana más por hacer menos”.
Los antecesores de Saucedo González, Alexander Naime Libien y Martha Idalia Bringas Colín, quien en su momento fue señalada y acusada de irregularidades en la Casa de México en Francia, tenían grados académicos más altos que la actual directora; sin embargo, percibían un salario menor.
Tanto Naime Libien como Bringas Colín, de acuerdo con información de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), eran consejeros, por lo que percibían 6 mil 670 euros mensuales; es decir, 40 mil 451 pesos menos que la licenciada Saucedo González, a quien la llamada “Cuarta Transformación” la subió de nivel.
De acuerdo con la página web de la Fundation de la maison du mexique, la Casa de México es una residencia estudiantil localizada en la Ciudad Internacional Universitaria de París que recibe estudiantes de posgrado inscritos en alguna institución de enseñanza superior de la región parisina reconocidas por el Estado francés.
“Desde su llegada, la actual directora ha contribuido a crear un ambiente de miedo entre los residentes que no se someten o acatan su voluntad. Incluso ha habido, de forma velada, amenazas de expulsión a ciertos estudiantes que la han incomodado”, expresa a Reporte Índigo una residente de la Casa de México en Francia, quien prefiere el anonimato para evitar represalias.
La estudiante comenta que se sienten relegados y poco tomados en cuenta en las decisiones comunes. Además, afirma, que es indignante saber que la directora de una institución tan importante no tiene ni la sensibilidad ni la formación adecuada para un puesto de tal envergadura.
“Nos sorprende y nos decepciona saber que, en el contexto de la Cuarta Transformación de México, reciba un sueldo de más de ocho mil euros mensuales (y sin pagar alquiler) que no corresponden de ninguna manera con la realidad en la que viven la mayoría de los mexicanos, incluidos los residentes de la Casa, quienes en muchos casos sobrevivimos exclusivamente con las becas Conacyt que son justas para alojarnos y subsistir”, expresa.
“¿Por qué ponen a una señora de relaciones públicas a administrar una residencia de estudiantes? Lo que pasa es que la Casa de México ha tenido una reputación de ser un lugar de revoltosos, para el gobierno ‘revoltosos’ significa gente que pide que rindan cuentas y que piden que se hagan las cosas bien, entonces, creo que lo que hicieron fue poner a una persona que calmara un poco las cosas”, opina un estudiante de doctorado.
Claudia Elena Saucedo, Sin interés por la cultura
Una de las misiones de la Casa de México en Francia es difundir la cultura mexicana en el exterior; sin embargo, tanto los estudiantes como los Comités de Morena en Europa consideran que la licenciada Claudia Elena Saucedo González ha fallado en dicha encomienda.
“Nos parece que la directora no ha hecho nada por contribuir a esta misión. Sabemos que, en el periodo anterior a la pandemia, ha rechazado eventos culturales de forma arbitraria y negado los espacios de la Casa de forma autoritaria y sin motivos legítimos. La gran mayoría de los escasos eventos culturales son organizados por los mismos residentes”, comparte la estudiante mexicana.
Con la entrada de la 4T, dicen los entrevistados, pensaron que las cosas cambiarían y tenían esperanza, ya que Andrés Manuel López Obrador decía que “no podía haber gobierno rico con pueblo pobre”, pero casos como este demuestran que no hay ninguna transformación.
“Al igual que otros puestos diplomáticos, este se vuelve un premio o una cosa de prestigio para los amigos, donde se les da casa gratis, sin pagar impuestos, con una licenciatura y sin experiencia de trabajo. Y aunque fuera una eminencia y una superprofesional, para el país que tenemos, no se justifica esa millonada que le están pagando”, expresa el estudiante de doctorado.
Los directores de instituciones similares en la Ciudad Internacional Universitaria de París, como los de Estados Unidos y de los Países Bajos, no perciben un sueldo, pues el cargo en sí mismo, con alojamiento gratis en una residencia de lujo, es suficiente.
“En las otras casas no les pagan a sus directores, como en Estados Unidos y Holanda, que son países más ricos, y nosotros que somos un país mucho más pobre le estamos dando una millonada a esta señora. Me indigna mucho”, dice.
Con un sueldo de más de dos millones de pesos al año, Claudia Elena Saucedo González tiene, de acuerdo con su declaración patrimonial consultada en Declaranet. com, tres cuentas de inversión, de las cuales dos son en euros.
Por otro lado, aseguran que la directora se ha inmiscuido en asuntos que no le corresponden, como es la elección de representantes de la Casa de México y de la Ciudad Universitaria de París.
“En dichas elecciones de representantes, la directora ha buscado colocar a quien ella ha querido, impidiendo a otros participar. Al final del proceso de elección, hubo una duda razonable en el conteo de los votos que algunos atribuimos a la dirección. En este clima tan hostil, no es raro que haya pocas quejas, si acaso alguna, del manejo de la Casa”, aseveran.