Claudia Duclaud asegura que desde siempre ha disfrutado mucho de la lectura. Se recuerda desde pequeña con un libro en las manos. Conforme iba leyendo nuevas historias se percataba de que cada vez sonaban más familiares, ya sea porque ella las había vivido o eran vivencias que conocidos le habían contado. Así fue como un buen día dijo “creo que yo también puedo intentar escribir algo”.
Teniendo claro que la escritura y la lectura son las dos caras de una misma moneda decidió pasarse del otro lado y explorar, aventurarse en el mundo literario. Así nació La hija del fotógrafo (Harper-Collins México, 2021), su primera novela.
“El tema lo seleccioné de una forma muy sencilla y natural, porque yo soy la hija de un fotógrafo, mi familia es pionera en el negocio de la fotografía en México. Teniendo como ámbito este medio fue que decidí armar la trama, así que mi protagonista, al igual que yo, es una mujer que pertenece a una familia de fotógrafos”, explica la autora.
La historia, que ocurre en el Centro de la Ciudad de México, tiene como protagonista a Julia, una joven que debe enfrentarse a las expectativas paternas y al estricto ambiente de una sociedad cargada de prejuicios, machismo y fanatismo religioso.
La trama, que está aderezada con cuestiones de amor, es una historia que atraviesa varias generaciones de mujeres en las que el lector podrá ver reflejada la historia de su bisabuela, su abuela y de muchas mujeres mexicanas.
Claudia platica que ella veía los comportamientos de las mujeres de su familia, que son muchas, ya que predominan las mujeres, por lo que Julia es una especie de caleidoscopio de todas ellas a las que conoció a lo largo de su vida.
“Me parecía interesante mostrarle al lector cómo Julia es un producto de su entorno, de su contexto. Cómo las mujeres que la formaron, con las que se reunió toda su vida, determinaron su manera de actuar, su personalidad. Y de algún modo Julia es un reflejo de todas ellas”, señala.
El proceso creativo de Claudia Duclaud
Claudia Duclaud califica como interesante y divertido el proceso de escritura de La hija del fotógrafo. Además, confiesa que su familia sí le sirvió como punto de partida para muchos de sus personajes, aunque también hubo espacios que debió rellenar con ficción.
“Es todo un desafío ir delineando a cada uno de los personajes, a veces me bastaba evocar a una persona real para tener en el personaje lo que yo pensaba que esa persona haría bajo la circunstancia que yo estaba poniendo en la trama, si en esta había que tomar una decisión yo pensaba qué haría esta persona del mundo real en este caso, cómo se sentiría, cómo pensaría, cómo reaccionaría, y con base en eso yo armaba la reacción ficticia”, comparte.
El objetivo de esta novela, señala la escritora, fue que las personas, a través de una lectura ágil y ligera, pudieran reflexionar sobre temas profundos, como el papel de la mujer en la sociedad o lo que se entiende del amor.
“Cuando lees mucho te vas haciendo de una estructura de pensamiento y te vas dando cuenta que es irrespetuoso, a veces, para el lector darle todo digerido o ponerle todo demasiado explicado, entonces, tú como lector agradeces que el autor te permita ir deduciendo, sacado tus propias conclusiones a partir de las actitudes, de los diálogos o de las reacciones, sin que tenga que venir el narrador a explicarte sus motivaciones”, considera Claudia.
Julia es una chica fresca y natural, que dice las cosas como las piensa, características que, de acuerdo con la autora, la ayuden a conectar mejor con los lectores.
Con buena estrella
Dicen que la suerte acompaña a quienes se esfuerzan y Claudia Duclaud lo pudo comprobar. Se dice afortunada porque considera que La hija del fotógrafo trae buena estrella, ya que desde el comienzo a las personas que se las daba a leer le decía “oye, esto está muy padre”. Entonces, cuando la convencen de buscar una editorial para publicarla, aunque fue con muchas inseguridades, se encontró con una gran sorpresa.
“La llevé a dos y en las dos me querían publicar, entonces, me vi en la disyuntiva de tener que tomar una decisión y me incliné por esta gran puerta que es HarperCollins México para entrar al mundo de los libros”, cuenta.
Ya agotaron la primera edición, por lo que la novela ya se reimprimió.
La autora opina que con La hija del fotógrafo la historia de Julia está explorada de principio a fin, si bien es verdad que al final deja una puerta abierta, considera que está bonito que el lector imagine el destino que le toca, por lo que ahora se enfocará en explorar otras temáticas.
La autora está convencida que muchas personas, de diferentes generaciones, se pueden identificar con su obra, ya que explora el tema de los estereotipos no congelados en un momento, sino que lleva al lector en un recorrido transgeneracional, sobre todo, desde el enfoque femenino, sobre lo que le tocaba vivir a las mujeres en el siglo XX, como los prejuicios, las supersticiones o el fanatismo religioso.
“Cuando los lectores van viendo eso, me dicen ‘eso también me lo cuentan en mi casa. Me pasó a mí o a mi mamá’”, afirma.
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