El nuevo cargo de Curiel de Icaza implicará mayores retos, como la descentralización de la cultura o la negociación con los sindicatos. Foto: Especial

Claudia Curiel de Icaza, ¿un nuevo horizonte para la cultura en México?

La llegada de la historiadora como nueva secretaria de Cultura plantea una serie de retos cruciales para el desarrollo cultural del país; entre ellos, la operación del Proyecto Chapultepec

Claudia Stella Curiel de Icaza, quien fue anunciada como la próxima secretaria de Cultura federal, aseguró que México es “una nación moderna, pródiga en talento” que tiene que aprender tanto de sus ancestros como de sus jóvenes.

“Hay espacio para verles, escucharles a todes y será está nuestra visión: la cultura como un lugar de arraigo, de reconocimiento, de descubrimiento y encuentro”, explicó durante el discurso que dio cuando fue presentada por Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa de México, lo que supondría un balance entre la culturas populares y las nuevas propuestas artísticas.

Desde 2022 está al frente de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y durante su gestión ha impulsado la música y las orquestas, como a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, con la que logró regularizar las condiciones laborales de sus músicos y trabajadores, además de proponer ciclos dedicados a mujeres compositoras y programas dedicados a resaltar el trabajo de artistas mujeres.

Además de organizar los grandes conciertos en el Zócalo de la Ciudad de México, colaboró con la Comisión de Derechos Culturales del Congreso local en la creación de reglamentos para la Ley de Espacios Culturales Independientes y la Ley de la Memoria de la Ciudad de México, así como liderar el proyecto del Museo Yancuic Interactivo Infantil y Juvenil en Iztapalapa.

Sin embargo, su nuevo cargo implicará mayores retos, como la descentralización de la cultura, la negociación con los sindicatos o la continuidad y consolidación de Chapultepec: Naturaleza y Cultura, megaproyecto que impulsan el presidente Andrés Manuel López Obrador y la actual secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero.

Ítari Marta, actriz, productora, y directora del Foro Shakespeare; Carlos Lara, doctor en Derecho de la Cultura y fundador de Artículo 27, y Carlos Villaseñor, especialista en desarrollo, política y derecho cultural y consultor de la UNESCO en estos temas, analizan su gestión y resaltan los retos que tendrá que afrontar la nueva funcionaria.

Sobre este nombramiento, Lara, primero, resalta la valentía de Claudia Sheinbaum de haberse salido de la lógica tribal y de las cuotas de partido y haber apostado por un perfil que está a la altura del México del siglo XXI.

Además, opina, el mensaje que manda Sheinbaum va en dos sentidos; por un lado, hacia la comunidad cultural, para hablar de apertura, diálogo y profesionalismo; y por el otro, para el sector filantrópico, privado o empresarial, “como le gusten llamarlo”, al cual Curiel conoce muy bien, lo que podría conseguir una cercanía estratégica por el impulso del arte y la cultura.

“Me parece que es un buen mensaje. No es político, sino es un nombramiento profesional que hace honor a una trayectoria que puede o no gustar, pero parece que es un perfil fresco, novedoso y que lleva la intención de hacer las cosas de manera muy diferente”, asegura Lara.

Los retos por vencer que tendrá Claudia Curiel de Icaza

A partir del 1 de octubre de 2024, Claudia Curiel de Icaza tomará posesión de una de las secretarías más jóvenes del país, la de Cultura, que fue creada en diciembre de 2015 por decreto presidencial, por lo que los retos que enfrentará necesitarán de toda su capacidad y la de un equipo que esté comprometido con su misión.

Carlos Villaseñor comenta que uno de los retos más urgentes que tendrá en los próximos meses, incluso antes de que el cambio de gobierno se concrete, será involucrarse en la integración del proyecto de presupuesto del sector cultural que deberá enviarse a la Cámara de Diputados para su discusión y análisis, a más tardar, en noviembre de 2024.

El diseño y redistribución del presupuesto con el que operará el sector cultural para el siguiente año será primordial, ya que muchos de los rezagos y pendientes de la administración actual tiene que ver con la falta de recursos, pues un gran porcentaje fue absorbido por el Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura y el Tren Maya.

“En el presupuesto aprobado para 2024, se le asignaron al INAH 3.274 millones para la adquisición de suelo arqueológico y hay otros mil millones para la Subsecretaría de Desarrollo Cultural que, técnicamente, serían invertidos en el equipamiento y habilitación de los espacios de Chapultepec. Esas dos inversiones son de una sola vez, así que, si el presupuesto siguiera siendo el mismo, habría esos 4.274 millones pendientes de reasignación”, plantea el experto.

Esos recursos pendientes de repartir, dice, deberían ir para asuntos urgentes, como la basificación de los trabajadores contratados por honorarios, del Capítulo 3000.

Lara Concuerda con Villaseñor y agrega que dentro de los retos que deberá enfrentar Curiel están la descentralización de la cultura para tener un federalismo cultural y el ser capaz de implementar una política digital para el impulso del arte y la cultura.

“Ahí creo que está la clave, saber que el arte y la cultura es un derecho. ¿Ellos qué tienen que hacer? Crear condiciones para que haya un acceso y un ejercicio adecuado de los derechos culturales, esa es la chamba que tienen que hacer”, reitera Carlos Lara.

Internamente, Claudia Curiel también deberá trabajar con los sindicatos de las diferentes dependencias que conforman la Secretaría de Cultura Federal, como el del INAH y el INBAL, para escuchar sus necesidades y lograr que sus miembros trabajen en favor de la cultura.

“Creo que ahí se juega mucho, porque es superar desde adentro esa mentalidad sindical que todo lo atora. Me parece que el sindicato o los sindicatos tienen que mostrar un poco de voluntad para superar esa mentalidad que siempre está ahí (…). Los sindicatos tienen que pensar en renovarse también y ser socialmente útiles y no vivir como siempre han vivido bajo las axilas de la cultura, creciendo ahí y eternizándose y poco han aportado en realidad al verdadero desarrollo del país”, opina Lara.

Entre las expectativas que resalta Villaseñor también está la reestructuración de la relación de la Secretaría de Cultura con los Estados y Municipios, pues en este sexenio se cancelaron diversos fideicomisos y apoyos a proyectos e infraestructura local.

“La inversión mayor en infraestructura se dio en la Ciudad de México con Proyecto Chapultepec, creo que comenzar a ver cómo se reestructura o articula de otra manera la relación con Estados y Municipios debe ser una prioridad de la nueva secretaria. Esto no solo significa reunirse a conversar, sino ver cómo construir mecanismos de apoyo para que la Federación se convierta en un aliado en el desarrollo de políticas culturales en los estados y en los municipios”, señala.

Por su parte, Ítari Marta aboga por más apoyos para los artistas, como una Ley de Mecenazgos y reglas más claras para acceder a los estímulos fiscales que otorga el gobierno; además de una legislación que les otorgue seguridad social.

“Está comprobado que la estructura más sólida para el desarrollo artístico-cultural de los países es la sociedad civil, el gobierno y la iniciativa privada. Y si no involucramos a la iniciativa privada en esto, primero, los estamos excluyendo de alguna forma de ser responsables también con lo que nos dan para consumir”, considera la directora del Foro Shakespeare.

La actriz cuenta que, por ejemplo, lograr un Efiteatro es un camino tortuoso porque se debe convencer a las empresas de invertir en el teatro; al no tener estos apoyos, muchos artistas no logran vivir dignamente.

“Tenemos que exigirles a las autoridades, porque además es su responsabilidad, pero nosotros también tenemos que organizarnos, que ese es un talón de Aquiles durísimo, porque los egos,  las luchas de poder, pero tenemos que tener muy claros los objetivos, tenemos que poder negociar y dialogar, asumir la responsabilidad de lo que vamos a decir y cómo vamos a trabajar”, concluye Ítari.

El desafío de operar Proyecto Chapultepec y otros rezagos

A su llegada a la Secretaría de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza heredará algunos pendientes por resolver, como concluir totalmente la reconstrucción del patrimonio cultural afectado por los sismos de 2017, así como echar a andar la infraestructura cultural del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, que se quedará como proyecto emblema de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Según la administración cultural actual, la etapa de obras de este polémico proyecto culminará en la segunda quincena de agosto, apenas un mes antes del cambio de gobierno, por lo que al equipo de la secretaria Alejandra Frausto sólo le tocará cortar el listón.

Después, pasará a manos de Claudia Curiel de Icaza, quien deberá ver por el funcionamiento integral de estos nuevos espacios en la Cuarta Sección del Bosque de Chapultepec, es decir, la Cineteca Nacional, la Escuela de Cine, el Centro de Formación y Producción artística “El Arsenal” y la Bodega Nacional de Arte.

El Proyecto Chapultepec incluye una Cineteca Nacional, la Escuela de Cine, el Centro de Formación y Producción artística “El Arsenal” y la Bodega Nacional de Arte. Foto: Especial

“Tendrá que evaluar cómo funcionará y lo que sí tiene que considerar es que haya personal suficiente, equipamiento e insumos de uso cotidiano para la operación de Chapultepec”, dice a Reporte Índigo Carlos Villaseñor.

El especialista en el sector cultural remarca la necesidad de poner atención en el mantenimiento y los insumos de uso diario debido a que, en los últimos meses,  trabajadores en algunos museos, como el del Templo Mayor, han denunciado la escasez de provisiones tan básicas como jabón o papel de baño, lo cual ha llevado a la cancelación de actividades de verano.

Sobre la precariedad en el INAH e inmuebles afectados por los sismos

Y es que, otro de los grandes pendientes que heredará Claudia Curiel de Icaza es el descontento generalizado de investigadores y trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes han denunciado la precariedad en la que operan sitios y museos, así como la falta de apoyos para la investigación en campo debido a los recortes presupuestales y a la asignación de gran parte de los recursos  a la adquisición de terrenos con bienes arqueológicos durante la construcción del Tren Maya.

“Creo que en lo inmediato, la prioridad es contar con los recursos necesarios para la operación de la infraestructura cultural y todavía hay algunas necesidades de atención que vienen desde los sismos; aún están pendientes, por ejemplo, algunos de los conventos en las faldas del Popocatépetl. Son rezagos que, aunque se explican porque las restauraciones son caras, hay que irlos agotando progresivamente”, apunta.

Apenas el pasado 10 de julio, la secretaria de Cultura Alejandra Frausto informó que de los 3,269 inmuebles del patrimonio cultural que resultaron afectados por los sismos de 2017 en 11 estados, se han restaurado 3,037 a la fecha, es decir, la reconstrucción lleva un avance de 92.9 por ciento.

Sin embargo, hay monumentos históricos como el exconvento de San Juan Bautista de Tetela del Volcán, que forma parte de la llamada Ruta de los Conventos ubicados entre Morelos y Puebla, que comenzó  a ser restaurado a finales del año pasado. Este convento está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1994. 

De los sonideros y los conciertos masivos, a la legislación cultural: Balance de Claudia Curiel de Icaza

Claudia Stella Curiel de Icaza asumió el cargo de secretaria de Cultura de la Ciudad de México en 2022, reemplazando a Vanessa Bohórquez. Ahora, la historiadora se prepara para liderar la Secretaría de Cultura federal, sucediendo a Alejandra Frausto Guerrero.

Durante su gestión en la Ciudad de México, Curiel de Icaza promovió la cultura popular y alternativa, logrando que los sonideros y los carnavales de pueblos y barrios originarios fueran declarados Patrimonio Cultural.

También colaboró con la Comisión de Derechos Culturales del Congreso local en la creación de reglamentos para la Ley de Espacios Culturales Independientes y la Ley de la Memoria de la Ciudad de México. También apoyó a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y lideró el proyecto del Museo Yancuic Interactivo Infantil y Juvenil en Iztapalapa.

Sin embargo, especialistas señalan que la gestora cultural tuvo poco tiempo al frente de la Secretaría de Cultura capitalina para dejar una huella significativa en la política cultural de la ciudad.

“No se podría medir el trabajo que hizo sin considerar  que por ese cargo pasaron cuatro personas; heredó presupuestos, personal y estructuras; o sea, llegó, prácticamente, a cubrir la última etapa de lo que fue el sexenio de la Ciudad. Le va a tocar diseñar e implementar una política pública y una decena de programas”, opina Carlos Lara, doctor en Derecho de la Cultura y fundador de Artículo 27, en entrevista con Reporte Índigo.

Carlos Villaseñor, especialista en desarrollo, política y derecho cultural, se une a la reflexión de Lara sobre su paso por la Secretaría de Cultura local, pues, desde su perspectiva sólo dio continuidad a programas que ya habían sido previamente establecidos.

“Estamos hablando de más de 280 pilares, ocho FAROS, el Teatro de la Ciudad, varios museos, por mencionar algunas cosas de la infraestructura que requiere una operación cotidiana importante. Hay también un personal muy amplio, de alrededor de dos mil personas que directa o indirectamente trabajan para la Secretaría. El sector cultural federal es muchísimo más amplio y diverso. Creo que se encontrará frente a un reto, seguramente, el más importante de su vida”, comparte a Reporte Índigo.

Logros a medias

Durante su mandato como secretaria de Cultura de la CDMX, Curiel de Icaza gestionó la realización de conciertos masivos en el Zócalo, en los que se presentaron artistas internacionales como Rosalía e Interpol, además de Grupo Firme, al que asistieron poco más de 280 mil personas.

Estos eventos, debido a la ubicación, atraen grandes multitudes, donde la alta asistencia, dice el especialista Carlos Lara, se debe más a la popularidad del lugar que al impacto real de los eventos culturales.

PILARES creo que no está como para presumir, no generó lo esperado en términos de evaluación ni como programa. Me quedo con los conciertos, pero cualquier evento masivo que hagas en la Ciudad de México, padecen esto que llamo ‘pescar en pecera o el fenómeno del mimo’, tú pon un mimo en el Centro Histórico y juntas 1000 personas alrededor”, recalca Lara.

Ítari Marta, actriz y directora del Foro Shakespeare, menciona que Curiel de Icaza trabajó en mejorar la comunicación entre la Secretaría y la comunidad cultural. Lo permitió que algunos proyectos independientes, como la reapertura del Multiforo Alicia, en una nueva sede en Santa María la Ribera, se concretaran con éxito.

“Logró que se promulgara la Ley de Espacios Culturales Independientes, que a mí me parece súper positivo para la cultura, en general. No hay que olvidar que vino de la petición de la sociedad civil, porque responde a un escenario específico que no estaba incluido en ningún panorama. Ya tiene una reglamentación, ya está promulgada, pero ahora hay que legislarla, es decir, que funcione.

“Curiel tiene claro que hay un sector de la cultura que necesita muchas regulaciones y apoyo. Creo en la comunicación, no en la demagogia, de ‘te doy atole con el dedo’. El hecho de que haya comunicación, no quiere decir que haya resultados. En el otro sexenio, sí nos escucharon, hubo muchas reuniones, ya había una comunicación fluida, pero no pasó nada”, concluye Ítari Marta.

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