Cuando Maritza M. Buendía comenzó a trazar su recorrido por la literatura optó por el ensayo, pues al tener una formación académica, le resultaba más sencillo publicar. Pero, al profundizar, confiesa a Reporte Índigo que fue su manera para protegerse con las palabras de otro, se escondía detrás de un autor.
Poco a poco fue quitándose esos miedos para, posteriormente, publicar cuentos y novelas. En 2018 vio la luz su primera novela, Jugaré contigo, la cual sirvió para que ahora, cinco años después, la escritora emprendiera otro vuelo con un nuevo libro, Cielo cruel (Alfaguara).
“Son cinco años de mi vida que están ahí, dedicados a un trabajo constante y muy consciente de lo que es la literatura, esta es mi pasión, pero no es mi trabajo principal, tengo una vida. Siempre me he hecho de esos espacios en donde me vuelvo escritora, es decir, darme ese tiempo, abrir mi computadora y tomar una taza de café, darme el lujo de ambientarme y entrar al espacio para provocar ese encuentro con mis personajes y con la historia”, narra Maritza.
Cielo cruel surge a partir de la protagonista de su novela Jugaré contigo, una joven de veinte años que se enfrenta a una serie de sueños y de viajes iniciáticos.
No obstante, ahora se presentará la historia de una abuela, una madre y una hija, quienes a lo largo de su existencia se enfrentarán, desde sus contextos, a la búsqueda de su propio deseo y concepto de amor.
“Es un momento más que oportuno para hablar de la mujer, de sus deseos y la manera cómo busca relacionarse, tanto corporal como intelectual. Sí podemos hablar de historias de amor, pero no como lo hemos venido concibiendo, no son personajes que estén a la espera de cumplir con ciertos cánones que ha impuesto una sociedad.
“Aún y cuando puedan llegar a estar acompañadas de personajes masculinos, que lo están, su búsqueda es distinta, están en la exploración de nuevas maneras de amar. No son víctimas, no están esperando que alguien llegue y les dé cosas, ellas son fuertes, arriesgadas y toman el poder de lo que quieren y cómo lo quieren”, explica Buendía.
El eje vertebral es la historia de Mar, la hija, de quien se conoce desde su nacimiento, hasta cómo va creciendo con sus miedos y culpas. Su historia se ubica en el contexto contemporáneo, mientras la madre y la abuela van viviendo sus historias, dice la autora, como una especie de trenza.
Por un lado, Belén, la abuela, le toca vivir en un México posrevolucionario, cuando José Vasconcelos se propone llevar la educación a todos los rincones del país.
Y la madre, Gloria, se vuelve migrante en Estados Unidos, para luego, volver a México con la esperanza de estar con su mejor amiga.
“¿Qué pasa si le planteamos a esta institución, como el matrimonio, otro tipo de preguntas? ¿Se puede tener otras maneras de convivir? ¿Se puede? ¿Somos capaces de hacerlo? A esto se enfrentan mis personajes”, cuenta la escritora.
Además de romper con los roles establecidos, la autora dice que trata de expandir el universo femenino, en donde se vea con naturalidad el erotismo, algo que no tendría que estar peleado con la inteligencia.
El reto de ser escritora
Maritza Buendía es Doctora en Humanidades-Literatura por la UAM-Iztapalapa, México. A lo largo de su carrera ha sido reconocida por múltiples premios como el Nacional de Literatura Gilberto Owen con Tangos para Barbie y Ken y el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas con Poética del voyeur, poética del amor.
Sin embargo, hasta la fecha aún le causa conmoción el concepto de ser escritora, pues se cuestiona sobre cómo se valida esta profesión.
“Escritora es la que escribe, la que publica, la que es leída y vende. Pero, ¿qué es lo que nos hace ser escritoras en este contexto tan caótico que vivimos, de tanta competencia, publicidad y ruido mediático? Te confieso que siempre le doy vueltas, pero lo que sí sé es que es muy importante asumirnos escritoras, porque tenemos que empezar por nosotras mismas a creérnosla.
“Recuerdo que de muy joven decía que me gustaba escribir, pero la gente no me entendía. Pero es muy distinto cuando dices ‘soy escritora’ Entonces ese ser escritora he querido transmitirle a mi hijo, a mi pareja, hermanas y amigas”, detalla Maritza.
Buendía se siente agradecida por las experiencias de vida, mismas que le han ayudado para tener un mayor aliento y poder escribir una novela.
Incluso, indica que le encanta corregir la sintaxis y redacción de sus textos, gracias a esto considera que su obra se vuelve más artesanal, pues ella se encarga de tejer los hilos para crear una prosa poética.
Por lo que invita a las mujeres escritoras que se animen a tomar la pluma y seguir profundizando, ya sea en la labor de la redacción, corrección o al escribir una novela, pues las letras las harán libres.
“Hay que seguir enfatizando y cambiando nuestro lenguaje, ser menos prejuicios con ciertas palabras y tener mayor apertura a la diferencia, eso nos permite la literatura.
“En mi caso, la palabra vida me interesa dentro de la literatura. Es una postura de ver el mundo; en mi literatura toco temas como el amor, el deseo, el erotismo y la muerte, pero todos esos temas finalmente lo que quieren transmitir es la energía vital que nos mueve como seres humanos”, reflexiona Maritza Buendía.
¿Cómo se vive el amor en Cielo cruel?
- Amor pasional
Mar, la hija, está en un punto de encuentro entre la pasión y la lucidez de un despertar sensual.
- Amor transgresor
Gloria, la madre, busca convivir al mismo tiempo, tanto con su marido como con su mejor amiga.
- Amor propio
Belén, la abuela, muestra la fortaleza de una mujer que sabe amarse a sí misma sin necesidad de un hombre