Toda la información que publicamos en nuestras redes sociales está en riesgo. Nadie se salva. Ni los datos personales de Mark Zuckerberg se salvaron de Cambridge Analytica, la empresa que hizo mal uso de la información de 87 millones de personas en el mundo y que ayer provocó que el CEO de Facebook tuviera que comparecer en el Congreso de los Estados Unidos.
Si incluso el fundador de Facebook fue víctima de esta filtración…qué podemos hacer los que no somos expertos en ciberseguridad y tenemos conocimientos básicos de tecnología.
Pues la verdad bastante.
Podríamos comenzar en poner más atención a los términos de privacidad de las páginas o aplicaciones que bajamos en nuestra computadora o teléfono. No vincular cuentas entre redes sociales. Encriptar los servicios de mensajería que usamos. Poner los perfiles privados.
Son algunos consejos sencillos que ayudarían en mucho a proteger la identidad digital ante los escándalos de robo de ‘for dummies’ seguridad información y mal uso de datos personales como el de Cambridge Analytica.
Otra sugerencia elemental es la generación de contraseñas diferentes para todas las cuentas y correos electrónicos que usamos.
Aunque parezca una obviedad es importante considerar que para algo se crearon las contraseñas. Olvídate del 1…2…3…4…y…5, porque en nada te ayudará a proteger tu información de los usuarios externos o hackers que se dedican a robar información personal.
Es importante que pongas en práctica la generación de un “password”, que, aunque sea fácil de asociar para ti, contenga minúsculas, mayúsculas, números y símbolos.
También es clave que “no” generes la misma contraseña para todas tus cuentas y si te aferras a esa idea, considera variaciones alfa numéricas que te puedan ayudar.
Por ejemplo: Agosto12, 4G05T0_12, AgostoDOC3.
¿Ya tienes un password seguro?
Pues hay que cambiarlo por lo menos cada año para evitar ser presa fácil de los ladrones de identidad.
Como último dato, para que el asalto de información no comience por tu módem de internet, es importante que cambies la contraseña que te da la empresa, porque no es nada seguro tener una como “admin”, “password” y otras palabras tan de uso común y genéricas.
“No se trata de hacer de nuestras contraseñas un mapa del tesoro, pero sí es importante agregar caracteres especiales, tratar de cambiarlas cada tiempo determinado y checar que todo en nuestras cuentas esté en orden”, explica Rolando Alamilla, gerente de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), consultora de investigación de mercados.
“Intentar no relacionar tu cuenta a tu fecha de nacimiento o datos obvios también es importante, pues la gente que se dedica a “hackear” lo sabe”.
Cerrar sesiones
Sí, esta parte tampoco te va a gustar. Aunque por el ritmo de vida somos adictos a dar aceptar a la tan famosa frase “Guardar contraseña para este sito”, es importante que dejemos de tomarla tan en serio.
Puede que sea “aceptable” si tienes un ordenador de uso personal, donde no compartes la red con nadie más o no eres de los que se cuelgan de los wifi gratuitos que hay en la ciudad.
Sin embargo, el incremento de “smartphones” desde su llegada hizo más fácil conectarse a cualquier sito de redes abiertas, públicas o compartidas “no seguras” en las que cualquier persona con mínimos conocimientos de tecnología puede intervenir tu información.
Para evitar el robo a través de teléfonos inteligentes, los consejos son sencillos: cierra sesión cada que inicies o utilices tu red personal en un lugar público, o bien, descarga un antivirus para móviles, algunos son gratuitos y te ayudarán a proteger la información contenida en tu celular.
“Los usuarios no le toman importancia a los antivirus, pero ellos protegen nuestra información, crean “firewall” para que no sea tan fácil entrar a la información de nuestro ordenador y también lo hacen en nuestro celular.
Borra el historial
La acumulación de páginas en tu historial puede ser un tanto perjudicial, ya que en ella se carga información de todos los sitios que consultas permitiendo conocer, desde tus intereses y gustos, hasta ciertos datos más personales.
En esta parte, no hacer limpieza en tu historial facilita a cualquier persona que logre ingresar a tu ordenador, o a tu red, tener el conocimiento de todo lo que haces en internet.
Para limitar este tipo de robo de información los pasos son sencillos: si no quieres estar borrando manualmente cada 24 horas existen métodos en los cuales puedes navegar de incógnito o configurar la parte de navegación para que no se guarde ningún registro.
En navegadores como “Google Chrome”, “Mozila Firefox” e “Internet Explorer” siempre encontrarás una forma de configurar, la privacidad o eliminación del historial.
Utiliza la privacidad de las cuentas
Es muy común que gracias al fenómeno actual de los “influencer” quieras probar suerte y conseguir miles de seguidores compartiendo imágenes e información de tu vida, sin embargo, los riesgos que conlleva dejar abiertas tus cuentas a todo público van de la mano con el engrandecimiento de la fama momentánea.
Ante el gran robo de información, delincuencia y violencia dentro del internet es importante que consideres activar los botones de privacidad para que no cualquiera pueda entra a tu vida online, y que tomes un acto de conciencia, la decisión de aceptar selectivamente a tus amistades de la red.
Es importante que tomes en cuenta que- a menos que seas una figura pública- ponerte al ojo de cualquier extraño, no vale tu integridad.
“Revisar la parte de seguridad en nuestros perfiles es muy importante, porque no nos damos cuentas de con quiénes interactuamos, siempre es importante corroborar lo que estamos haciendo en la pestaña de seguridad.
No caigas en publicidad basura y phishing
Una de las más habituales formas de robo de información corresponde a la que se hace a través de los conocidos “correos basura”.
Con el elemento de la confianza, los cibercriminales crean correos parecidos a los de las instituciones oficiales como bancos, seguros médicos y otro tipo de empresas que realizan facturaciones mediante el “e-mail”.
Esta ingeniería basada en el engaño es una de las formas en las que más se roba información relacionada con lo monetario, por eso, si te solicitan “explícitamente” que respondas un correo facilitando tu información, que descargues un archivo de forma obligatoria o que des “click” sobre un enlace extraño, ¡DESC ONFÍA!
Si algo no genera confianza, es importante que te pongas en contacto de forma inmediata con la institución que refiere la cuenta y pregunta si es que esta, implica en su proceso de información ese tipo de dinámicas.