Christopher Owens: Debut en solitario

A pesar de que Girls pretendía ser una "banda", en la práctica se trataba de un proyecto musical de dos por el que pasaron 21 músicos; una vez terminado el trabajo, los "invitados" regresaban a sus otras bandas o simplemente renunciaban. 

Los únicos dos activos fijos eran JR White (bajo) y Christopher Owens (guitarra, voz). Para quienes tuvimos oportunidad de verlos en vivo, la conexión en el escenario entre ellos era evidente. Sin embargo, Owens siempre se "robó" el show. 

Juan Antonio Zertuche Juan Antonio Zertuche Publicado el
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A pesar de que Girls pretendía ser una “banda”, en la práctica se trataba de un proyecto musical de dos por el que pasaron 21 músicos; una vez terminado el trabajo, los “invitados” regresaban a sus otras bandas o simplemente renunciaban. 

Los únicos dos activos fijos eran JR White (bajo) y Christopher Owens (guitarra, voz). Para quienes tuvimos oportunidad de verlos en vivo, la conexión en el escenario entre ellos era evidente. Sin embargo, Owens siempre se “robó” el show. 

Y no solo llamaba la atención por su peculiar manera de tocar la guitarra –a veces apoyado en una sola pierna, como si se tratara de un flamingo–, o por el énfasis que los medios le han dado a su pasado –que incluye el paso por la secta Niños de Dios desde su infancia hasta su adolescencia– o su look “Kurt Cobainesco”, Owens destacaba por su increíble talento para plasmar en letra canciones que podían darle mayor relevancia a la cotidianidad (“Lust For Life”) o del amor y sus altibajos, (“Love Like A River”).  

Así que cuando Owens anunció el fin de Girls el año pasado, nadie debió de dudar de su capacidad para producir música en solitario. 

El exlíder de Girls no tardó prácticamente nada en lanzar su debut como solista. Ahora firmado bajo el sello Fat Possum Records, Christopher Owens presenta “Lysandre”, un arriesgado y fugaz álbum conceptual que cuenta la historia de la primera gira de Girls y del affair que tuvo con una chica (de ahí el nombre del álbum) que conoció en un festival de música en Europa. 

Pero no se dejen abrumar por el peso de la frase “álbum conceptual”: con 11 tracks que apenas suman 29 minutos, Owens ha creado un disco muy fácil de digerir. 

Su silenciosa voz, sus riffs –eléctricos y acústicos– y el estilo de escribir canciones siguen ahí, pero lo que lo coloca en nuevo terreno es el uso de la flauta y el saxofón. Desde el primer track, “Lysandre’s Theme”, Owens nos introduce en el subconsciente una melodía semi-renacentista que más adelante en el disco se vuelve a aparecer en forma de flauta, saxofón y guitarra en más de una canción. 

“New York City” es quizá la canción más parecida a lo que Girls hubiera sonado de seguir juntos, pero el saxofón se encarga de darle un toque único: piensen en una mezcla entre Billy Joel y Belle & Sebastian. 

Con “Riviera Rock”, Owens explora las posibilidades de un track instrumental con el sonido de un oleaje como fondo, una vez más el saxofón y una sutil voz femenina que repite el nombre de la canción. 

“Lysandre” apenas es el inicio de una nueva etapa para Christopher Owens, así que todavía tiene mucho qué ofrecernos. Para muestra, “Here We Go Again”: tres minutos y medio de muy buen pop. 

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