No es juego, exageración o “disco rayado”, la contaminación en China es uno de los problemas que deberían de tener en alerta roja al mundo entero.
Para poder visualizar un poco la situación, los habitantes que se han atrevido a salir de sus hogares, lo hacen con una mascarilla que los protege de esa nube que apenas y permite que se vean los edificios en Pekín.
Las fotografías estremecen a cualquiera y es que la oscura neblina cubre el panorama por completo. Incluso la NASA publicó la noche del martes 15 de enero una imagen satelital en la que se puede visualizar una enorme mancha grisácea que abarca buena parte del territorio.
La visibilidad está tan afectada –no pasa de los 100 metros– que las autoridades tuvieron conocimiento de un incendio que ocurrió ese mismo día en Pekín hasta tres horas después de que había iniciado el percance.
La situación en China ya ha llegado al punto de ser incomparable; ni en los peores días de smog en la Ciudad de México se había visto un fenómeno de contaminación a esa magnitud.
Según Greenpeace, la deplorable calidad del aire en ese país provocó la muerte prematura de 8 mil personas en 2012.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que las PM2,5 (material compuesto por partículas respirables que se encuentran en la atmósfera, ya sea en forma sólida o líquida, como lo puede ser el polvo, cemento, polen, cenizas, hollín, partículas metálicas, entre otras), son las más dañinas y deben de estar en un nivel de 20 microgramos por metro cúbico. En Pekín se registraron niveles de entre los 500 y 755 microgramos por metro cúbico el pasado fin de semana. El sábado 12 de enero llegaron hasta 993 microgramos.
Las PM2,5 provienen principalmente de fuentes antropogénicas, tales como las emisiones de vehículos que operan con diesel.
¿Qué causó que China llegara a ese extremo mortal?
Existen muchos factores, de acuerdo a Damian Grammaticas, corresponsal de la BBC en el país oriental, dice que “la gran dependencia del país al carbón como fuente de energía y los gases tóxicos de los vehículos son los principales causantes de los altos índices de contaminación en la capital”.
Y es que Grammaticas asegura que la densidad de la contaminación en el aire y la neblina es tal que hasta se siente en el interior de las casas.
Podrán parecer inofensivas por su pequeño tamaño, pero las partículas –invisibles a la vista– dispersan la luz y pueden dificultar la visibilidad a distancia. También pueden causar problemas e infecciones respiratorios, enfermedades del corazón y aumentar las tasas de mortalidad por cáncer de pulmón, según la OMS.
En diciembre de 2012, aludimos en este espacio a los resultados de un estudio realizado por la Universidad del Sur de California y el Hospital Infantil Los Ángeles, en la que los hallazgos arrojados indican que la exposición a la contaminación ambiental durante la gestación –así como a lo largo del primer año de vida un niño– aumenta el riesgo a que éste desarrolle autismo.
Si la madre está respirando los contaminantes ambientales en el aire, afectará de manera directa el cerebro del feto que lleva dentro del útero; un riesgo más para la comunidad en China con los niveles de contaminación actual.
La OMS esclarece que el aire es de total riesgo cuando supera los 100 microgramos por metro cúbico. Si los niveles pasan los 300 microgramos (como en China actualmente), los niños y las personas de la tercera edad deberán evitar salir de casa.
Aunque el lunes 14 de enero los niveles bajaron a 350 microgramos, la situación es de riesgo y las medidas de resguardarse siguen en práctica. La recomendación general es que las actividades al aire libre también disminuyan.
El South China Morning Post aseguró que en un hospital para niños de Pekín se registró un gran número de infantes con enfermedades respiratorias: alrededor de 7 mil pacientes diarios, la semana pasada.
Exigen ayuda al gobierno
El Global Times de China aseveró que el gobierno no ha enfrentado el problema de contaminación y en su publicación le pide que haga “públicos los datos ambientales para crear conciencia y tomar las medidas necesarias”.
Y no es el único medio o canal de comunicación que le exige a las autoridades que den la cara con cifras, datos y soluciones, a través de Weibo, la red social equivalente a Twitter en China, se ha hecho saber el descontento de las personas hacia la casi nula acción del gobierno y los laxos comunicados de su parte.
La ciudadanía y los medios confían en que el próximo primer ministro de China, el actual viceprimer ministro Li Keqiang, tome acción inmediata, aunque éste anunció que las soluciones no podrán ser rápidas como se espera, pero que se suma a limitar las emisiones tóxicas en el país.
Keqiang tomará el cargo de primer ministro en un Congreso nacional el próximo marzo.
“Ha habido una acumulación de largo plazo de este problema, y la resolución requerirá un proceso a largo plazo. Pero debemos actuar”, dijo Li Keqiang en una entrevista de la radio estatal.
Keqiang añadió que “por un lado, tenemos que aumentar la fuerza del control ambiental y otras tareas oficiales, y por el otro, debemos recordar al público que fortalezca la protección personal. La situación requiere tomar conciencia y la participación de todas las personas y nuestro manejo conjunto”, de acuerdo a información de la agencia Reuters.
Solución verde para la nube gris
Hasta el año 2011, los Datos de la Comisión Europea arrojaron que China produjo 9.7 millones de kilotoneladas de CO2, (dióxido de carbono), y eso lo coloca en el primer lugar del mundo. Le sigue Estados Unidos con 5.42 millones de kilotoneladas emitidas en 2011. Esta información es la última disponible por la EDGAR, (Emisión de Base de Datos para la Investigación Atmosférica Global).
Ese año, México emitió 450 mil kilotoneladas de CO2.
Tal vez si a la par del crecimiento urbanístico en China se hubieran aumentado las áreas verdes, se habría contrarrestado la contaminación, al menos un poco.
“El problema de la calidad del aire se hubiese podido evitar con un mejor control de su densidad, si se hubiesen plantado más árboles que compensaran por la gran cantidad de zonas residenciales y si se hubiese limitado la cantidad de vehículos en la ciudad”, enfatiza el China Daily.
Por su parte, The People’s Daily –considerado el medio más importante del Partido Comunista en China– dice que están analizando el tema de la contaminación ambiental con un “sentido de urgencia”.
Y el Global Times publicó un artículo en el que se señala que las medidas implementadas no son suficientes para combatir la contaminación que “ahoga” al país.
Causas de la oscura y fría China
El frío del invierno también ha sido un factor clave para la situación actual en China, junto a la falta de viento, señalaron las autoridades del país.
El China Daily enfatizó en el hecho de que no hay razones para “no reflexionar sobre nuestra contribución a esta ola de niebla tóxica”.
La crítica del diario se centra en la falta de planificación urbana y el ascenso en la cantidad de vehículos que circulan por las calles de Pekín: “En medio de un proceso de rápida urbanización, China tiene que reflexionar sobre cómo continuar con dicha transformación sin comprometer la calidad de vida con condiciones atmosféricas cada vez peores”, dice la publicación.
Y es que el carbón supone más del 60 por ciento de la energía que se consume en China, de ahí la dependencia de esta potencia mundial a este mineral que ha contribuido a la nube de smog.
Niveles intolerables de partículas
Según la OMS, lo tolerable es hasta 25 microgramos de PM2,5* por metro cúbico.
— 100 microgramos de PM2,5 por metro cúbico.
Cuando los niveles superan esta medida, la OMS considera que el aire es de total riesgo.
— 993 microgramos de PM2,5 por metro cúbico.
China llegó a registrar este máximo nivel el sábado pasado.
* PM2,5: (partículas respirables en la atmósfera, tales como polvo, cemento, polen, hollín y/o cenizas, consideradas las más dañinas).
Un país bajo las tinieblas
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Efectos devastadores
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“Autismo ‘en el aire’”
Publicación en Piensa Indigo