El secretario de Salud, Carlos Eugenio Ruiz Hernández, informó que este mes el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) de la Secretaría de Salud de México dio a conocer los primeros brotes de fiebre chikungunya con transmisión autóctona en el país confirmados mediante pruebas de laboratorio.
A la fecha, solo se habían registrado 11 casos de contagio de esta enfermedad vírica en personas que habían contraído el virus en el extranjero –casos importados–.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la fiebre chikungunya como “una enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos infectados”. Fiebre, fuertes dolores articulares, dolores musculares y de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas son los síntomas que produce el virus.
Algunos de dichos síntomas se suelen confundir con los propios del dengue. De hecho, el virus chikungunya se transmite a los humanos a través de las picaduras de las mismas especies de insectos que pueden portar el dengue: Aedes aegypti y Aedes albopictus.
“Chikungunya” es un nombre derivado de la lengua Kimakonde que significa “doblarse”, en alusión a la apariencia encorvada que lucen quienes sufren el virus, precisamente en respuesta a los dolores articulares.
En conferencia de prensa, Ruiz Hernández señaló que la Secretaría de Salud estatal reforzó el plan de acción de medidas preventivas y de control para limitar la transmisión del virus del chikungunya en las regiones Istmo-Costa y Soconusco, donde se han identificado los brotes.
En dichas zonas se cuenta con un equipo de 278 personas, entre médicos, enfermeras y brigadistas.
Otras acciones en materia de prevención y control de la transmisión de la enfermedad para garantizar la protección de la salud de la población son las actividades de control larvario, realizadas en 6 mil 368 viviendas, así como la nebulización espacial en 6 mil 424 hectáreas y rociado domiciliario en 3mil 344 viviendas, lo que ha beneficiando a 66 mil 176 habitantes de las regiones”, destacó el funcionario.
No existe una vacuna ni tratamiento específicos contra el virus del chikungunya. La atención sanitaria consiste en el alivio de los síntomas.
La OMS advierte que “las complicaciones graves no son frecuentes, pero en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la muerte”.