Como un homenaje a su vida y en gratitud a su trabajo en favor de la cultura, la pintora, activista social e impulsora de la cultura mexicana Carmen Parra recibió la Presea Cervantina en el Teatro Juárez de Guanajuato.
Para no llorar, la pintora decidió cederle su voz a la actriz Ofelia Medina, quien leyó el discurso que la también restauradora había escrito. “Gracias, Carmen, por darme este privilegio de ser tu voz esta hermosa mañana”, afirmó la actriz.
“Este premio es un fuego de artificio, una bomba de tiempo que explota en mi vida, porque Cervantes está vivo y nunca recibió un premio. Su obra ha traspasado todas las épocas, las fronteras, los mares, los océanos y los ríos; es la esencia del arte y del genio. Estoy en el Teatro Juárez para agradecer a la Secretaría de Cultura, al Festival Cervantino en sus 50 años y a todas las instituciones que se forman aquí, pero, sobre todo, agradecer a Guanajuato, a mi familia, a mis amigos, al sol de Guanajuato y agradecer a ustedes que están aquí esta mañana”, expresó la activista.
Dentro de su discurso, Parra recordó la importancia de La Valenciana, que era un cuento de Rulfo donde sólo había muertos y piedras. Mencionó como su padre la restauró, ya que era la casa de raya de las minas que ahí estuvieron un día.
⏯️ #Video | La artista Carmen Parra, para no llorar, cede la palabra para que lean su discurso. En su discurso habla de la importancia de La Valenciana en su carrera, recinto emblemático del @cervantino pic.twitter.com/OgYuYkgpHA
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) October 23, 2022
“Guanajuato es ahora patrimonio de la humanidad, a través de mi vida vi su transformación como el ave fénix que renace de sus cenizas. La valenciana fue en su tiempo una de las minas más ricas de américa”, expresó.
Para también describió como “la extraordinaria iglesia barroca” que estaba ahí fue su jardín encantado, donde ella jugaba entre sus retablos, rodeada de toda la iconografía de santos y ángeles.
“La valencia también fue mi inmersión al mundo minero, un viaje al interior de la tierra prohibido a las mujeres”, señaló.
En la ceremonia, la galardonada recordó el nombre de amigos y maestros que la ayudaron en su andar, como Luis Ortiz, Manuel Parra, María Luisa “La China” Mendoza y Juan Ibáñez, y también al pueblo de Guanajuato y a los mineros.
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“Nunca me ha abandonado el Quijote, está siempre a mi lado, porque la vida del Quijote es la aventura humana del espejo donde nos podemos reconocer. Cervantes está con nosotros, seguimos cabalgando”, finalizó, entre aplausos.
Durante la entrega de la Presea estuvieron Mariana Aymerich, directora del FIC; Lucina Jiménez, directora del INBAL; Cecilia Ramos, en representación de la Universidad de Guanajuato; Adriana Camarena, titular de Cultura de Guanajuato; Rodrigo Martínez Nieto, representante de Guanajuato capital; y Jorge Cabrejas Samame, de la Secretaría de Turismo del estado de Guanajuato.