¿En alguna ocasión te has preguntado qué será de tus perfiles en redes sociales cuando mueras? Con la constante expansión de Internet, tal parece que todas las personas con una vida digital estamos destinados a convertirnos en “fantasmas” de la web.
Desde hace algunos años ha comenzado a replantearse nuestra relación en torno a la muerte y las redes sociales. El fenómeno se estudia desde la sociología, psicología y la filosofía, entre otras ramas.
Facebook: el cementerio digital más grande del mundo
Cuando una persona muere, deja detrás de sí muchas experiencias y recuerdos compartidos con su círculo cercano. Sin embargo, a partir de la llegada de las redes sociales, también dejan perfiles activos que almacenan parte de su vida.
Estos perfiles se han convertido en una especie de “tumbas virtuales”. Conservan los “restos digitales” de quienes mueren.
Hoy, Facebook ya es el mayor “cementerio” del mundo. Se estima que alberga a más de 30 millones de cuentas activas que pertenecen a personas que murieron.
“Internet ha cambiado para siempre nuestra relación con la muerte”, explica a SINC el filósofo italiano Davide Sisto. “Cuando morimos, nuestros rastros digitales permanecen ‘activos’ como si nada hubiera pasado”.
Según un estudio realizado por un equipo de investigación del Instituto de Internet de Oxford, titulado “¿Están los muertos apoderándose de Facebook? Una aproximación de Big Data al futuro de la muerte online”, los perfiles de personas fallecidas superarán a las de las vivas en esta plataforma para 2070.
Se trata de una realidad tan grande, que Meta, compañia detrás de Facebook e Instagram, creó las llamadas “cuentas conmemorativas” para ambas plataformas. Se trata de un espacio en los que amistades y familiares de una persona fallecida pueden compartir sus memorias.
Los perfiles conmemorativos tienen características que las diferencian de un perfil normal. Por ejemplo, aparece la leyenda de “En memoria de” junto al nombre de usuario. Asimismo, la cuenta deja de aparecer en “Personas que quizás conozcas” o en recordatorios de cumpleaños.
De hecho, la relación entre la muerte e Internet ha provocado la creación de conceptos como “tanatecnologías”. Se trata de un término acuñado en 1997 por la psicóloga Carla Sofka para describir los mecanismos tecnológicos con los que se puede acceder a la información relativa a una persona fallecida.
Fantasmas digitales: ¿Es mejor dejar las cuentas, o eliminarlas tras la muerte de un ser querido?
“En mi opinión, el testamento digital es tan importante como el testamento vital”, dijo Sisto. Detalló que nuestra actividad en línea alarga nuestra existencia y condiciona nuestra forma de vivir. Incluso un simple tuit puede ser el último y convertirse en una especie de epitafio involuntario.
Para el filósofo, lo mejor con respecto a qué hacer con nuestras redes sociales tras nuestra muerte es primero conversarlo con nuestros seres queridos para así tomar decisiones menos dolorosas.
“A menudo hablo con personas que han sufrido la pérdida de un hijo y consideran importante conservar sus perfiles sociales para recordarlo. A otros, sin embargo, esto les resulta especialmente doloroso”, detalló para el medio español.
Twitter, Google —YouTube incluído—, TikTok, Twitch y otras plataformas sociales tienen la posibilidad de eliminar la cuenta de una persona que falleció.
Qué buena noticia!
.El Ig de Jonghyun, ahora es una cuenta “conmemorativa”, por lo tanto no será eliminada por inactividad.🙏
“Las cuentas conmemorativas, son lugares para recordar y celebrar la vida de alguien, luego de que han partido.”#JONGHYUN #SHINee pic.twitter.com/0qNuQNKPNC
— Michonne🐱🖤 (@Michonne_SJ) April 30, 2020
En algunos casos, como en las plataformas de Meta (Facebook e Instagram) o Google, se permite que la persona que posee la cuenta deje una “cuenta de legado” o un “administrador de cuentas inactivas”.
En el caso de Facebook, un contacto de legado es una persona a la que eliges para que se encargue de tu perfil si se convierte en conmemorativo.
Con respecto a Google, el Administrador de cuentas inactivas es la mejor manera de que comuniques quién puede acceder a tu información y si quieres que tu cuenta se elimine en caso de tu fallecimiento.
¿A quién dejar nuestras contraseñas? ¿Debería eliminar algún contenido antes de morir para no dejar registros vergonzosos? Por lo pronto, reflexionar entorno a la gestión postmortem de nuestras redes sociales se vuelve cada vez más relevante.