Células madre: investigación y no milagros
La falta de regulación en México, permite que existan muchos tratamientos que no tengan una evidencia científica, una justificación o que no estén aprobados y puedan poner en riesgo la salud de las personas; una especialista explica qué son y para qué funcionan
Luz RangelAnte el diagnóstico de una enfermedad incurable, los pacientes buscan un tratamiento que pueda devolverles la salud. Las células madre son una alternativa médica regenerativa siempre y cuando exista una investigación formal.
Pero los vacíos legales en México y la publicidad engañosa representan un reto a vencer. Entre las víctimas del marketing están quienes tienen un padecimiento irreversible y, además, quienes son presa de la vanidad.
En Internet están a la venta ampolletas, shampoos, jabones y cremas elaboradas, supuestamente, a base de células madre, que prometen humectar, regenerar tejidos, eliminar arrugas y hasta reducir signos de la edad. Las células madre no se untan ni se toman, pero ¿qué son?
“Éstas tiene dos características. Una es que puede formar otras idénticas y la segunda es que se puede diferenciar, es decir, formar otros tipos de células especializadas. Prácticamente es una célula inmadura que con estímulos se puede convertir en ciertos tipos”, explica Johana Ojeda, presidenta de Bancos de Células Madre Asociación de México, en entrevista con Reporte Índigo.
Las células madre pueden encontrarse en tejidos como la médula ósea, en el líquido amniótico, en el flujo sanguíneo en el cordón umbilical y en los embriones. Su estudio puede ayudar a comprender mejor cómo se producen y evolucionan las enfermedades, a generar y reparar tejidos dañados y a mejorar la eficacia de los medicamentos.
En cambio, hay promesas que no pueden cumplir y que en Internet parecen realizables. “Potente acción que retarda el proceso de envejecimiento, el paciente se verá más joven de lo que representaría de acuerdo a su edad cronológica real”, advierte el tratamiento antienvejecimiento “más poderoso” que cuesta 4 mil 900 pesos en una clínica de la Ciudad de México.
La también ingeniera biomédica explica que la asociación de la que forma parte nació de la inquietud que han observado diferentes bancos de células embrionarias, porque hay mucha mala información sobre las células madre.
“La mayoría de las personas creen que nos van a hacer un corazón o un hígado nuevo, cuando mucha de la investigación está enfocada en otro tipo de propiedades que pueden tener estos organismos, señala la también maestra en Tecnología en Células Madre por la Universidad de Nottingham, Inglaterra.
La especialista menciona que México sobresale a nivel América Latina en cuanto a investigación. Sin embargo, nuestro país presenta diferencias significativas a nivel mundial en cuanto a regulación.
“Comparado con Estados Unidos o países de Europa, lo que está faltando en México es la parte regulatoria. Hay muchos tratamientos que se ofrecen y que no tienen una evidencia científica, una justificación, que no están aprobados y pueden poner en riesgo la salud de las personas”, advierte la presidenta de Bancos de Células Madre Asociación de México.
Expertos de diversas instituciones, como la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea (CNTS), elaboraron un marco normativo con estándares internacionales para la obtención, evaluación, procesamiento, almacenamiento y disposición de estas células con registro ante la autoridad sanitaria.
“Este año, el primer protocolo aprobado por la Cofepris para la investigación con células madre es una muy buena noticia, porque el hecho de hacer investigación, y controlada, es lo que nos va a llevar a tener tratamientos aprobados para el público”, expresa Ojeda.
Esta revelación dada a conocer el 19 de agosto durante la inauguración del VIII Simposio Internacional de Banco de Sangre de Cordón Umbilical y Medicina Regenerativa representa una motivación para los científicos mexicanos.
“Me da gusto que existe la inquietud de los investigadores y de los médicos de conocer más. En parte es bueno para México que vaya lento para que la gente se entere de que no se trata de productos milagro y que se necesita que exista una investigación formal que pueda ofrecerles un tratamiento”, insiste la académica.
Células madre, clave en el autismo
Un caso contrario a los productos milagro, es la investigación que desarrollaron científicos estadounidenses del Centro Duke para el Estudio del Autismo y el Cerebro. Gracias a ella administraron células madre del cordón umbilical a 25 niños de entre 2 y 5 años diagnosticados con este trastorno, pues vía intravenosa se puede generar una conexión entre las neuronas.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un problema neurológico de desarrollo y hay diferentes factores que lo pudieran causar. Esta condición ocasiona alteraciones del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje.
“El cerebro de los niños está desarrollándose y formando nuevas conexiones que van a permitir las diferentes habilidades. Pero lo que pasa con quienes tienen este padecimiento es que su cerebro, a veces, presenta inflamación y el flujo de sangre es anormal; entonces, el hecho de poder ayudar a las neuronas que sí están sobreviviendo a que formen esas nuevas conexiones, maduren y proliferen, es lo que puede ayudar a mejorar la curva de desarrollo”, adelanta la maestra en Tecnología en Células Madre.
El autismo no tiene cura, pero el tratamiento con células madre que estimula ciertos efectos en las neuronas y el sistema nervioso central puede representar una esperanza, donde el conocimiento científico se vuelve necesario.
Esta terapia todavía está en la fase de investigación. El objetivo es generar tratamientos seguros y sin efectos negativos a largo plazo. Pero este hallazgo significa un gran avance.
“Se investiga para parálisis cerebral, embolias o trombos cerebrales, lesiones postraumatismo y lesiones de la médula espinal, que son enfermedades en las cuales las neuronas han sufrido una lesión o un daño”, concluye la presidenta de Bancos de Células Madre.