En los restaurantes, en la intimidad de la alcoba y hasta dentro de las salas de cine, las personas tienen la mirada fija y directamente en un solo punto: la pantalla del celular.
Los dispositivos móviles se han convertido en “la luz de los ojos” de muchos y en la causa de pleitos y malos entendidos entre las parejas.
Sí, el smartphone es ahora el nuevo “cuerno” de novios, esposos y dates en general.
Tan solo ponte a pensar y el celular es lo primero que ves en la mañana y lo último que revisas por las noches. Los gadgets definitivamente han cambiado la manera en la que interactuamos y vivimos, más allá de estar informado y conectado las 24 horas del día y los siete días de la semana.
Y aunque ha facilitado la forma de ligar y de conocer a parejas potenciales, el smartphone también ha dado pie a prácticas como phubbing, una composición de las palabras phone y snubbing, que en español se traduce como ignorar por estar en el celular.
El phubbing abunda entre las parejas jóvenes de la actualidad y provoca que éstas terminen sus relaciones y, además, Psychology Today indica que quienes tienen problemas en sus relaciones interpersonales a causa de los smartphones, reportan sufrir síntomas de depresión y están menos satisfechos con sus seres amados.
La psicóloga Joanne Davila señala que cuando las personas descuidan su relación y sus parejas dejan de ser prioridad, pueden experimentar sentimientos de inseguridad y los conflictos aumentan, se deteriora la vida íntima y dejan de sentirse valoradas y respetadas.
De acuerdo a una investigación del Pew Research Center, el 25 por ciento de las personas dentro de un matrimonio y/o de una relación de pareja declaró que el teléfono celular es completamente una distracción cuando está con su “otra mitad”. De hecho, el 42 por ciento de las parejas de entre 18 y 29 años de edad –casadas o en relaciones formales– señaló que el smartphone le quitaba la atención que debían ponerle al cónyuge o novio.
Parejas y ‘cibercuernos’
De una infidelidad puede estar exenta una relación, pero de un “cibercuerno” es muy probable que ninguna se salve.
La profesora Hanna Krasnova y su equipo de la Chair of Business Informatics Social Media and Data Science de la Universidad de Potsdam realizaron un estudio sobre el tema y para ello entrevistaron a participantes de entre 26 y 40 años, ya que es un segmento que dice utilizar el celular gran parte del día y que al mismo tiempo busca una relación amorosa (o ya tiene una).
El resultado de la investigación de Krasnova y sus colegas indicó que los participantes utilizaron sus smartphones el 33.6 por ciento del tiempo cuando estaban con la pareja en casa, el 19.6 por ciento en la cama, antes de dormir, el 10.8 por ciento cuando cenaban o comían con su ser amado y el 9.8 por ciento cuando iban en el transporte público.
Primero su celular
Hay personas que inclusive interrumpen la conversación con su pareja cuando les llega una notificación al celular.
Te aleja de todos
Los problemas por estar “pegados” al celular no son exclusivos de las parejas, también se presentan conflictos causados por los smartphones entre hermanos, amigos, padres e hijos.
No solo se trata de una falta de educación, es también una manera de deteriorar la salud psicológica y emocional con tus seres queridos.
Matías Bonanni, psiquiatra y director del Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Clínica (INAC), en Argentina, indicó que la tecnología y el uso excesivo de la misma puede ser un factor determinante para formar obstáculos en la comunicación e interacción de nuestras relaciones, en general.
Y una investigación a cargo de la School of Public and International Affairs, demostró que estar pegado al celular y estar conectado –cuando ni siquiera es necesario hacerlo– dificulta la capacidad empática de las personas e inclusive eso sucede con la sola presencia de un smartphone en la mesa, por ejemplo.
Por su parte, la Universidad Baylor en Texas determinó que en efecto las relaciones interpersonales suelen ser menos satisfactorias y duraderas, cuando se presentan conflictos que comenzaron con un desacuerdo ligado al teléfono móvil.