El cantante Marduk, con su encanto cautivador, se presenta como un artista que seduce a través de la elegante danza entre lo femenino y lo masculino. En el escenario, su figura se viste con telas y accesorios que evocan la esencia de una mulata o una misteriosa jarocha.
Cada que pisa un escenario se hace notar por una voz, que con una mezcla única de entrenamiento operístico deslumbra con versiones de piezas como “Cenizas”, “Siboney”, “Qué he sacado con querete” y “Fine and Mellow”, haciendo a su vez referencia y homenaje a cantantes como Toña La Negra, Violeta Parra y Billie Holiday, creando una experiencia melódica directa y única.
Ahora estas piezas serán interpretadas en el Centro Cultural y Académico Teatro Casa de la Paz de la UAM con una fusión de bolero, son, blues y otras influencias afrolatinas el próximo jueves 15 de febrero, a las 20:00 horas.
“Será un concierto que promete ser imperdible. Mi grupo Las Flores Silvestres emergen con una urgencia palpable, acariciando, sacudiendo y recordando el poder arraigado en nuestras comunidades“, destaca Marduk, el vocalista.
Voz con impacto político
Marduk, junto con Gaby en las percusiones y Carlos en las guitarras, forman un trío de músicos experimentados y multifacéticos con un objetivo común. Desde 2017, se han unido para dar vida a esta banda, con la misión de generar un impacto político, social y musical.
Su enfoque radica en reapropiarse del vasto repertorio de las Américas, que consideran un tesoro histórico de nuestras comunidades diversas, prietas y sexodisidentes.
Según Marduk, la creación de Las Flores Silvestres es una respuesta necesaria para hablar desde su propia experiencia como personas racializadas e integrantes de la llamada diversidad sexual. Es un acto de reivindicación política, una manifestación de sus afectos más profundos y una manera de confrontar el dolor de una herida histórica en sus comunidades.
“Las Flores Silvestres nacen en tierra fértil de amor y humanidad, a veces reseca por sus contradicciones, machismo, violencia, racismo y opresión histórica.
“La creación de este grupo es una respuesta a la necesidad de poder hablar de nosotros, personas racializadas e integrantes de la llamada diversidad sexual”
“Poder hablar desde la reivindicación política, desde la profundidad de sus afectos, rabia, del dolor de una herida histórica en sus comunidades y, por supuesto, como una celebración a la vida y el color”, afirma Marduk.
Para Las Flores Silvestres, la alegría de su existencia representa un acto de resistencia en una sociedad que, lamentablemente, es sexista, machista y clasista.
“Nuestra alegría y la celebración de nuestras existencias son un acto de resistencia en una sociedad que, a pesar de los discursos de nuestros dirigentes, sigue menospreciando nuestras vidas trans, indígenas, homosexuales, negras, migrantes, etcétera”, detalla.
El objetivo de esta banda es, en cada concierto, recordar el poder de las comunidades con la fuerza y la belleza de la memoria.
