Cecilia Toussaint, entregar la vida por la música
Al sur del corazón de Cecilia Toussaint habitan anécdotas y paisajes sonoros, en los que se recopilan las grandes voces de Argentina, palpitan en ella y la inspiraron para dar a luz a su nuevo disco, del que comparte su proceso creativo
Karina CoronaEl corazón de Cecilia Toussaint está dividido por zonas: centro, norte y sur, cada una resguarda y protege emociones, paisajes, añoranzas y anécdotas que ha vivido a lo largo de su vida. En el lado sur se aloja una parte muy importante para ella, los recuerdos vividos en Buenos Aires, Argentina, ciudad que se vuelve entrañable, pues ha sido confidente de varias historias personales.
Sus calles, colores, personas y anécdotas vividas se vuelven refugio e inspiración para Toussaint para así volverse melodías que forman parte del soundtrack de su vida. Voces como la de Gustavo Cerati, Charly García o Fito Páez resuenan en ella, palpitan y se convierten en motor para hacerles tributo en su nuevo disco: El lado sur de mi corazón.
“Hay cierta debilidad mía con las formas armónicas que se parecen, por ejemplo, al bolero, que son armonías un poco complejas, con séptimas y novenas; entonces, para mí fue un reto autores que tuvieran que ver con esto y mi generación, que me afectaron personalmente como escucha, profesional y ser creativo, que me marcaron en mi forma de cantar, de apreciar la música, que formaban parte de mí y, por lo tanto, hay mucha influencia en mi trabajo”, expresa la cantante a Reporte Índigo.
La travesía musical inició en 2017, cuando un día se levantó con la idea de hacer un proyecto dedicado a la música argentina, la cual la ha acompañado a lo largo de su vida. Así, tras buscar quién la pudiese apoyar, y tras emprender un viaje a Buenos Aires en 2019, se unió al compositor, productor y tecladista de Soda Stereo, Tweety González, quien le ayudó con una selección cuidadosa por todas las gamas de colores que Cecilia Toussaint tenía en su memoria musical y, entre un repertorio de casi 200 piezas, culminó en 10 temas con identidad y lenguaje propio
Con libreta en mano y acompañada de Tweety, la también actriz, emprendió el viaje al sur del continente, probando, viendo, oliendo y sintiendo todo lo que la ciudad tenía que ofrecerle para que en el estudio todo conectara y luciera. Al final, la cantante se siente satisfecha con el resultado final, aunque, admite, sí representó un reto vocal y de interpretación, pues, muchas canciones, las había interpretado por más de 20 años.
Cecilia Toussaint, una persona autocrítica y disciplinada
Para Cecilia Toussaint, son dos mundos distintos el escuchar e interpretar las canciones, por lo que, para realizar El lado sur de mi corazón, implicó mucho esfuerzo y dedicación al momento de la interpretación, porque cree que cada país y región tienen una forma distinta de expresión melódica.
“Siempre que me enfrento a material nuevo, por supuesto que salen toda clase de inseguridades, soy una persona súper autocrítica, nunca estoy tranquila con mi resultado, siempre digo ‘pude haber hecho o debería de…’, soy tremenda conmigo. Trabajé para que las armonías no se parecieran a la original, traté de escuchar lo menos posible las originales, hay piezas que ya las tengo tatuadas y esas fueron las que más trabajo me costaron para hacerlas propias, pero me quedó con muchas ganas de más”, comparte.
Cada que Toussaint se enfrenta a un proyecto nuevo se revelan más cosas que desconocía, proceso que le nutre y le da mucha satisfacción, pues son posibilidades que le dejan dedicarse a la música y descubrir su pasión por ella, a la vez que se conecta con su voz, instrumento con el que se comunica y entrega su corazón a través de la actuación, como lectora, compositora y músico, ante ello, sin dudar, confiesa que ésta es su razón de estar en este mundo.
“Me encanta mi instrumento, lo trabajo mucho y le tengo mucho respeto, soy una persona muy disciplinada y chambeadora, tomo tres clases de canto a la semana, y si puedo, cinco. Pruebo muchas cosas que veo en mi clase a la hora de estar interpretando, que mi cabeza no interfiriera demasiado y dejar que mi corazón hable”, relata.
Su vida a través de la música
A lo largo de su vida, el mayor aprendizaje ha sido el ser congruente con lo que piensa y hace, ser respetuosa y sobrellevar los embates que la carrera le exige, así como tener siempre las certezas de que la música es su camino y, con ella, poder comunicarse. Con el confinamiento, también reflexiona que lo importante es visualizarse como un todo, que tus acciones afectan a otros y manifestar con su música que no debería haber fronteras, además le ha dado la oportunidad de vivir la etapa de ser abuela, algo que agradece poder compartir con sus nietos una especie de complicidad tácita.
Convencida de que su pasión es la música, algo que aprendió desde muy joven, Toussaint revela que nunca se planteó ser famosa, pues siempre fue una persona muy tímida, al ser la más chica de cuatro hermanos, siempre estuvo inmersa en su “mundo femenino”, sin embargo, eso le dio las fuerzas y el ímpetu para seguir con su carrera, la cual puede ser, por momentos, muy demandante, pero cada día le gusta y apasiona más.
“Siempre tengo la sensación de seguir aprendiendo, me siento contenta con lo que hago, subirme al escenario y actuar, hacer discos con esta certeza y ganas, tengo mucha vida por delante; todo lo que he vivido, bueno y malo, me ha hecho esta mujer que soy hoy en día, una mujer luchadora, congruente, ética, profesional, dueña de mis errores, aciertos y de mis defectos, de ser independiente; la verdad de repente me veo y digo, ‘no estás tan mal, lo has hecho bien’, seguro hay más que aprender”, detalla.
En la vida se tiene que vivir con pasión, compartirlo y ofrecer el corazón, amar y gozar, así plantea Cecilia su existencia y recuerda la frase de su amigo, el cantante y compositor Jaime López, “el estacionamiento está tres metros bajo tierra”.
“Tienes que estar muy claro y dispuesto a entregar la vida y, la verdad, ese es mi caso, yo he dado mi vida por mi trabajo, mi proyecto y mis compositores, debes estar dispuesto a entregarlo todo para salir adelante y luchar, hasta la muerte, si es necesario. El día que me despierte y no tenga nada que decir, o no tenga ganas de abrazar a nadie, ese día me pondré muy triste y sabré que estoy cerca del final”, afirma Cecilia Toussaint.