Casarse es más importante para ellos
Una encuesta realizada a mil 23 miembros de LinkedIn sobre aspectos relacionados a sus vidas profesionales, reveló que el 79 por ciento de los hombres incluye un matrimonio feliz en los aspectos de una vida plena, mientras que solo 66 por ciento de ellas siente lo mismo.
Tener hijos siguió la misma tendencia, pues 86 por ciento de ellos lo consideraron crucial para considerarse exitosos, contra un 73 por ciento de las mujeres. Sin embargo, el balance entre la vida familiar y profesional fue igual de importante para ambos grupos.
Ana Paulina ValenciaUna encuesta realizada a mil 23 miembros de LinkedIn sobre aspectos relacionados a sus vidas profesionales, reveló que el 79 por ciento de los hombres incluye un matrimonio feliz en los aspectos de una vida plena, mientras que solo 66 por ciento de ellas siente lo mismo.
Tener hijos siguió la misma tendencia, pues 86 por ciento de ellos lo consideraron crucial para considerarse exitosos, contra un 73 por ciento de las mujeres. Sin embargo, el balance entre la vida familiar y profesional fue igual de importante para ambos grupos.
Inesperadamente, muchas más mujeres (25 por ciento) que hombres (14 por ciento) confesaron que el matrimonio no era importante si se tenía una relación estable. Y 9 por ciento de ellas dijeron que su definición de éxito no se relaciona de ninguna forma con la existencia de una relación amorosa de cualquier tipo. El año pasado solo 5 por ciento opinó lo mismo.
Otros datos recolectados en el estudio revelaron las mayores causas de preocupación y estrés de cada sexo. Por ejemplo, las mujeres son más propensas a sufrir ansiedad por cuestiones financieras, especialmente el pago de deudas.
Además, se descubrió que ambos grupos experimentan más estrés en el ámbito profesional que en el personal (25 y 13 por ciento, respectivamente), pero las mujeres sienten más que los hombres en los dos aspectos.
Este tema ha sido tratado en este espacio, y se concluyó que las mujeres sufren más ansiedad y sienten que logran menos sus metas en los dos espacios debido a que tienen más presión que los hombres para ser excepcionales en cada uno.
Otros números que fueron consistentes sin importar el sexo se relacionan con la manera de aproximarse al trabajo. Seis de cada 10 profesionistas admitieron trabajar durante los fines de semana y vacaciones, y la misma proporción opinó que hacer lo que se disfruta es más importante que ganar lo suficiente para sentirse seguro.
Padre rico, ¿padres juntos?
Además del cambio en la percepción del matrimonio como elemento esencial del éxito, esta institución ha sufrido otra transformación.
Durante los últimos años, las personas con títulos universitarios y carreras exitosas se han hecho más propensas a contraer matrimonio y a permanecer en él, comparados con las personas con un nivel educativo menor. Asimismo, aquellos cuyos matrimonios duran suelen tener más recursos que los que nunca se casaron.
Susan Brown, profesora de sociología de la Bowling Green State University, en Ohio, señaló que incluso se ha comenzado a hablar del matrimonio como un “bien de lujo”.
Algunos expertos sugieren que, de hecho, el matrimonio podría jugar un factor en el incremento de la desigualdad, pues las personas con más educación eligen parejas con esa misma característica, y por lo tanto tienen acceso a mejores empleos y salarios.
“Antes el doctor se casaba con la enfermera”, dijo Bradford Wilcox, director del National Marriage Project de la University of Virginia, “ahora se casa con una doctora”. Su proyecto ha documentado una disminución de matrimonios entre individuos que no fueron a la universidad.
Según Wilcox, las personas prefieren no casarse hasta alcanzar ciertas metas, y en algunos casos estas nunca llegan.
Otro factor que podría provocar esta tendencia es que los individuos buscan matrimonios igualitarios, en los que ambos puedan desarrollarse profesionalmente, de acuerdo a Christine Schwartz, profesora de la University of Wisconsin in Madison.