“Sí, he estado en muchos de esos lugares (clínicas de rehabilitación). No son malos. Uno puede encontrar un grupo que puede ser muy divertido. Uno tiene que ser, es la meta. Más bajo no se puede caer, salvo que uno esté conectado a un respirados artificial”
Mientras su personaje en Star Wars, la Princesa Leia, intentaba rescatar a Han Solo de las manos de Jabba the Hutt, la actriz Carrie Fisher comenzó a consumir drogas, una adicción que al parecer fue lo que le costó la vida en diciembre del año pasado.
La actriz declaró durante una entrevista en 2010, que su adicción a las drogas comenzó durante el rodaje de El Imperio contraataca, la segunda entrega de la saga de Star Wars, rodada en 1980, aunque en 2008 ya había dado a conocer sus problemas con sustancias prohibidas.
Un nuevo reporte forense señala que Fisher tenía cocaína y otras drogas en su organismo cuando se sintió mal en un avión a finales del año pasado, sin embargo, los investigadores no han podido determinar qué impacto tuvieron en su muerte.
El documento difundido este lunes establece que la actriz pudo haber consumido cocaína tres días antes del vuelo del 23 de diciembre en el que se sintió enferma y por lo cual tuvo que ser llevado a un hospital en el que murió cuatro días después.
Fisher ya había tenido algunas sobredosis durante su vida adulta e incluso fue internada en varias ocasiones en clínicas de rehabilitación, según reveló entre varias risas y bromas la artista en una entrevista de 2013.
“Sí, he estado en muchos de esos lugares (clínicas de rehabilitación). No son malos. Uno puede encontrar un grupo que puede ser muy divertido. Uno tiene que ser, es la meta. Más bajo no se puede caer, salvo que uno esté conectado a un respirados artificial”, indicó la actriz.
El problemas que tenía Fisher con las drogas se vio agravado por el trastorno bipolar que le fue diagnosticado desde los 24 años, pero que no aceptó hasta los 28, cuando tuvo una sobredosis y después pasó un periodo sobria.
El nuevo reporte indica que se hallaron rastros de heroína, otros opiáceos y MSMA, o éxtasis, pero que no pudieron determinar cuándo Fisher consumió esas drogas. Los hallazgos se basan en muestras tomadas cuando Fisher ingresó al hospital en diciembre.
“La señora Fisher sufrió lo que parece ser un ataque al corazón en el avión acompañado por vómitos y un historial de apnea del sueño. Basados en la información toxicológica disponible, no podemos establecer la importancia de múltiples sustancias que fueron detectadas en la sangre y tejido de la señora Fisher con respecto a la causa de muerte”, dice el reporte.
Entre los factores que contribuyeron a su deceso está la acumulación de grasa en las paredes de sus arterias, dijo la oficina del forense la semana pasada.Todd Fisher dijo el viernes que no le sorprendía que las drogas hayan contribuido al deceso de su hermana.
“Les diría, desde mi perspectiva, que ciertamente no es noticia que Carrie consumiera drogas”, dijo Todd Fisher. Recordó que su hermana escribió extensamente sobre su uso de drogas y dijo que muchas de las drogas que consumía fueron recetadas por médicos para tratar sus problemas de salud mental.
Fisher luchó por años con problemas de drogadicción y salud mental. Dijo que fumó marihuana a los 13 años, usó LSD antes de los 21 y que a los 24 le diagnosticaron desorden bipolar. Fue tratada con terapia electroconvulsiva y medicamentos.