Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz, aboga por la erradicación de las armas nucleares y destaca el papel de los sobrevivientes

En su visita a Querétaro, como parte de la octava edición de Hay Festival, Carlos Unama, Premio Nobel de la Paz (2017) habló del peligro aún latente de las armas nucleares, que se ha acentuado en los últimos años con la “retórica peligrosa” de gobiernos en conflicto
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz, lidera la lucha contra las armas nucleares y destaca el papel fundamental de los sobrevivientes. El activista de la paz y galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2017, se ha convertido en un defensor incansable de la erradicación de las armas nucleares.

Durante una conversación, como parte de las actividades del Hay Festival 2023, compartió su compromiso profundo y sus perspectivas sobre las devastadoras consecuencias de las armas nucleares, mientras instaba a la comunidad internacional a tomar medidas decisivas.

Umaña, quien desempeña un papel de liderazgo en dos organizaciones clave en la lucha por la paz, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) y la Campaña Internacional para Avaler las Armas Nucleares (AICAN), explicó la trascendencia del Nobel de la Paz otorgado a AICAN: “Este premio es un reconocimiento a nuestra labor y, al mismo tiempo, una llamada urgente a la acción global. Nos encontramos en un período caracterizado por la división y la amenaza nuclear; la paz se ha vuelto una necesidad apremiante que debemos perseguir sin descanso.”

El activista Nobel destacó el inminente riesgo nuclear, haciendo referencia al “Reloj del Apocalipsis” como un marcador preocupante.

Estamos hablando de menos de 90 segundos,” alertó Umaña, “y esto se debe a tres factores críticos: la retórica incendiaria de los líderes de los estados nucleares, la amenaza existencial de la crisis climática y el potencial de detonaciones nucleares accidentales”, dijo.

Umaña profundizó en la importancia de los tratados nucleares en la búsqueda de un mundo libre de armas nucleares. Enfatizó la distinción crucial entre los tratados bilaterales y los multilaterales, subrayando la influencia perdurable de estos últimos en la comunidad global.

En sus palabras: “Los tratados multilaterales establecen normativas y presiones morales que afectan a toda la comunidad global, incluso a naciones que no los han firmado. Esto es esencial para la estigmatización y, en última instancia, para la abolición de las armas nucleares”, expresó.

Hablando sobre el riesgo. Desde 1947 se creó el Boletín de Científicos Atómicos, con muchos de los científicos que participaron en la misma creación de la bomba atómica en el proyecto Manhattan.

Y ellos lo que buscan es divulgar conocimientos sobre el riesgo justamente, y para eso crearon el Reloj del Apocalipsis, que es un reloj simbólico que mide en minutos hacia la medianoche el riesgo de una destrucción catastrófica del mundo en manos humanas. Un riesgo que antes, en 1945, no se contemplaba.

Y ese riesgo, esas manecillas de ese reloj se han movido en varias ocasiones, más cerca o más lejos de la medianoche. Por ejemplo, en 1962, cuando fue la crisis de misiles en Cuba, ese reloj estuvo a menos de 7 minutos. Luego, se generaron algunos tratados, el Tratado de Tlatelolco, por ejemplo, que es algo que México debería estar bastante orgulloso.

“El riesgo volvió a subir a mediados de los ochenta con la guerra fría, con la tensión, pero bajó a menos 14 minutos en 1991, cuando la guerra fría se dio. Hoy en día, el riesgo está más alto que nunca. Ya no hablamos de minutos, hablamos de segundos. Estamos hablando de menos de 90 segundos. Y según el Boletín de Científicos Atómicos, son tres las razones:

La primera es la retórica incendiaria de los líderes de los estados nucleares que hacen amenazas a la ligera sin utilizar las armas nucleares. La segunda es la otra amenaza existencial, como dijiste, la crisis climática, que tiene el potencial de generar y acabar conflictos bélicos. Y la tercera es el potencial de detonaciones nucleares accidentales. Este punto es importantísimo para entender por qué el riesgo es tan alto”, expuso.

Por ejemplo, en Estados Unidos, con el arsenal estadounidense, se sabe que ha habido más de mil accidentes, gracias a la ley de libertad de información, a la Federal Information Act, ha habido más de mil accidentes con el arsenal norteamericano.

“El mundo ha estado en seis ocasiones a punto de una guerra nuclear a gran escala por accidente. Resulta que actualmente hay unas 12.500 fusibles nucleares en el mundo. Y de esas 12.500, hay unas 2.000 que están en estado operativo 1, en estado de alerta máxima. Eso significa que las armas están listas para ser detonadas en cuestión de minutos. Ahora, los sistemas de alerta, que alertan sobre un ataque nuclear entrante, estos sistemas se han activado, han generado falsas alarmas por cosas tan banales como una bandada de gansos, como un globo meteorológico, una nube de tormentas”, dijo el premio Nobel de la Paz.

Una parte emotiva de la conversación se centró en Setsuko Thurlow, una sobreviviente de Hiroshima y una voz destacada en la lucha contra las armas nucleares. Umaña compartió su experiencia personal junto a Setsuko y resaltó su papel crucial en la sensibilización sobre este tema. “Setsuko es una mujer excepcional,” declaró Umaña.

“Ella personifica la humanidad en medio del sufrimiento y nos recuerda por qué debemos continuar luchando por un mundo libre de armas nucleares.”

En resumen, Carlos Umaña es un firme defensor de la paz y la erradicación de las armas nucleares. Su mensaje es claro y urgente: la eliminación de las armas nucleares es esencial para la supervivencia de la humanidad y la preservación de la paz mundial. En un momento en que el riesgo nuclear alcanza niveles alarmantes, la voz de Carlos Umaña resuena como un faro de esperanza en la búsqueda de un mundo más seguro y pacífico.

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