La escritora presenta su nueva novela, la cual se enmarca en la tragedia de hace 18 años en la que perdieron la vida 65 mineros. La autora comparte cómo fue el proceso para escribir la historia. Foto: Especial

“Carbón Rojo”: Mónica Castellanos se adentra en la explosión de la mina de Pasta de Conchos para exigir justicia

“Carbón Rojo”: Mónicas Castellanos se adentra en la explosión de la mina de Pasta de Conchos para exigir justicia 

El 19 de febrero de 2006 es un día de vergüenza nacional que se recuerda que dolor y que no se olvida porque aún se exige justicia. Ese día la mina 8 de la Unidad Pasta de Conchos, ubicada en el municipio de San Juan de Sabinas, en Coahuila, explotó, dejando con quemaduras de primer y segundo grado a 11 trabajadores, mientras que 65 mineros murieron.

De los 65 cuerpos atrapados solo se rescataron dos: Felipe de Jesús Torres Reyna y Manuel Peña Saucedo. Grupo México, propietarios de la mina, suspendieron los trabajos para recuperar los cuerpos restantes, alegando que sería peligroso para los rescatistas; la verdad, según familiares, es que se comprobarían las irregularidades que había en la mina.

Bajo este contexto es que la escritora Mónica Castellanos presenta su novela Carbón Rojo (Hachette, 2023), la cual nos hace bajar al infierno que viven los mineros y sus familias, pero también a uno interno a través de sus personajes.

Carbón Rojo es la cuarta novela de Castellanos y demuestra una maduración profesional en su proceso de escritura, tanto en la constitución de la prosa como en el contenido de la obra.

“Esta nueva entrega es una novela que está muy permeada sobre la justicia social, que es un tema que a mí me inquieta muchísimo y que estamos ahorita, bueno, pues dentro de lo que es un año más del acontecimiento en Pasta de Conchos, esta tragedia en la que perdieron la vida 67 mineros y de los cuales solamente dos se han podido rescatar”
Mónica CastellanosEscritora

Todavía hay 65 cuerpos que quedaron abajo y sus familias estuvieron desde el primer día hasta hoy, todavía con la ilusión y la esperanza de poderlos recuperar”, cuenta la escritora, en entrevista con Reporte Índigo.

Cuando Mónica escuchó la noticia, al igual que a casi todo el país, le causó una enorme indignación que creció luego de su trabajo de investigación, al irse enterando o al irme enterando de más detalles con los testimonios de los mineros sobrevivientes, de las malas condiciones que tenía la mina y cómo la Secretaría del Trabajo no hacía nada o que ni el Sindicato Minero abogó por ellos ni luchó lo suficiente.

“A mí me enoja y creo que es importante poner la luz en ese sentido para que esto cambie de alguna manera, porque son vidas humanas, son padres, son hermanos, son abuelos, son personas que, a fin de cuentas, merecen un trato digno y justo”, enfatiza la autora.

La construcción de sus personajes

Mónica Castellanos confiesa que los personajes de Carbón Rojo tienen un poco de influencia de Juan Rulfo, en especial de El llano en llamas. Ejemplo de ello es Carmina, una de las protagonistas de la historia.

“Carmina es un personaje central porque ella es una mujer que guarda muchos rencores, que guarda culpas y que viene a ser como este paralelismo entre el descenso a la naturaleza humana y el descenso a la mina. Ella baja a una cripta y habla con su mamá que está muerta, está en una urna, y ahí está la situación también del descender y después volver a salir a la luz”, indica la autora.

Carmina es una mujer que habla con los muertos desde que era niña. Al morir su hermana Ada, no tiene otra opción que volver al pasado, encontrarse con sus sobrinos nietos y tratar de reconstruir su historia.

Castellanos tuvo que adentrarse por completo en el mundo de la minería en México para poder construir a cada uno de sus personajes. Visitó minas a cielo abierto, porque no le permitieron bajar a las subterráneas, además de que se tuvo que familiarizar con el lenguaje técnico.

“Fue una cosa maravillosa, porque era un universo completamente desconocido para mí y, al mismo tiempo, pues constatar esa situación que se está viviendo en la zona carbonífera, en la devastación de la Tierra, que es tremendo lo que se está haciendo y, por otro lado, adentrarme en sus usos y costumbres”, cuenta.

Carbón Rojo es una novela muy dolorosa que retrata una realidad muy fuerte y dura que busca a gritos que las cosas cambien, que las condiciones de los mineros mejoren. Desde la parte literaria, adentra al lector desde las voces de las mujeres al mundo de la minería que siempre ha sido muy masculino.

“Me interesaba ver qué pasaba con las mujeres, qué sucede con ellas. Darles también voz a ellas que están afuera de la mina adheridas a la reja, que estuvieron luchando, esperando, sufriendo la angustia y la incertidumbre, que muchas de ellas hasta el día de hoy continúan luchando por recuperar los cuerpos”, explica.

Así que Carbón Rojo nos ofrece una literatura femenina, minera y periodística, que se integran desde distintas ópticas.

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