“Estamos viviendo en una dictadura de lo políticamente correcto”, afirma el cantante Muerdo, quien considera que la autocensura se ha vuelto un obstáculo cotidiano que limita la libertad de expresión y de pensamiento.
Mientras las redes sociales reducen opiniones a “likes” y “dislikes”, el compositor español defiende la libertad de hablar sin filtros y abordar temas con total honestidad. En su nuevo álbum, Sinvergüenza (Altafonte, 2024), Muerdo apuesta por liberarse de esos límites impuestos y explorar su lado más íntimo, así como reflejar su evolución como artista y su crítica a la presión de construir una imagen idealizada en la sociedad actual.
“Han sido cuatro años de silencio compositivo que me han permitido hacer un disco muy a fuego lento. Por otra parte, también creo que es el disco en el que más he puesto de mí, en el que más se muestran mis situaciones personales, que son universales, pero que fueron una especie de catarsis personal”, cuenta en entrevista con Reporte Índigo.
“Vivimos en un mundo de consumo y desecho, y eso es lo más terrible”
Sinvergüenza llega como un acto de rebeldía personal y como un proceso de sanación, en el que cada canción le permitió verbalizar y poner en música aquello que realmente siente, sin la presión de agradar a nadie más.
“Las canciones son mi propio proceso de sanación, para nadie más que para mí. Sí siento que el disco revela mi lado más introspectivo y sincero, sin tapujos. Fue un proceso muy necesario, en el que también reafirmo mi relación con el público y que, al final, mi proyecto sea coherente con lo que digo y hago”, expresa.
Para el cantante la autenticidad no es negociable, y Sinvergüenza representa esa alineación entre su vida real y su obra, un reflejo de su compromiso de ser transparente en un mundo donde la imagen parece importar más que la realidad.
Muerdo y su colaboración con Eliades Ochoa
A lo largo del álbum, Muerdo toca temas que reflejan su visión crítica de la sociedad actual, especialmente en lo que respecta a la cultura de la validación y la superficialidad impulsada por las redes sociales.
Esta presión social, observa, limita la libertad individual y fomenta una autocensura que va en contra del pensamiento crítico. En su música, Muerdo cuestiona esta dependencia y aboga por una mayor autenticidad, explorando temas sin miedo al juicio ajeno.
En lo musical, Sinvergüenza reafirma el amor de Muerdo por los ritmos latinos, especialmente los cubanos, que han sido una presencia constante en su carrera desde su segundo disco. La colaboración con Eliades Ochoa, integrante de Buena Vista Social Club, en la canción que da título al álbum, destaca como uno de los momentos más significativos del proyecto.
“Le agradezco a la música que me haya salvado, porque siempre ha sido mi tabla de salvación, mi guía y aprendizaje personal”
“Trabajar con Eliades es un privilegio absoluto. Buena Vista Social Club marcó una época, así como el disco Clandestino de Manu Chao. Fue una oportunidad invaluable para rendir homenaje al world music”, afirma.
En Sinvergüenza, Muerdo también explora la relación entre lo personal y lo político, dejando claro que sus canciones, además de reflejar sus emociones, también marcan el contexto cultural y social en el que vive.
“Toda mi obra está atravesada, no solo por mis emociones y experiencias, sino por un contexto político y cultural. Me gusta tener el compromiso de ser un cronista de esta época.
“En este disco, por ejemplo, cuestiono el afán desmedido por los números en el que se mueve la industria, parece que los criterios de calidad no existen, y eso me parece terrible, porque la música no solo es un bien de entretenimiento, sino que debería ser un bien cultural; la cultura no se puede medir en número, hay que medirla en parámetros de calidad, de lo que aporta en la sociedad y los valores que transmite”, reflexiona.
Tracklist:
- “Como es”
- “Flor en la Basura”
- “Sinvergüenza” (feat. Eliades Ochoa)
- “Llegas tú”
- “Ay Madrid”
- “Bailando en la telaraña”
- “Ardiendo”
- “Mamita linda”
- “Todo Todo”
- “Todo está bien”
